Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Natalia de Molina, nominada al Goya: “Triana es un personaje que se pega al hueso”

Trabajadora, constante, tímida. Y elocuente. Sus compañeros definen a Natalia como una gran profesional, capaz de transformarse frente a la cámara y trabajar incansablemente. 

Ante los periodistas, se muestra prolija, no evita las respuestas incómodas y hace gala de ese intenso mundo interior que da vida a todos esos personajes que, a pesar de su juventud, le han valido una intensa carrera, con cinco estrenos anuales, dos premios Goya (Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba), Techo y comida (Juan Miguel del Castillo) y cuatro nominacionesVivir es fácil con los ojos cerradosTecho y comida que -posiblemente y en breve- la convertirán en la actriz andaluza más laureada de la historia.

Su última nominación le ha recaído por su papel en Adiós, con el personaje de Triana, la sufrida madre que ha perdido a su hija y se deja la piel evitando que su marido (Mario Casas) no dé rienda suelta a su sangrienta venganza. Confiesa que se vio envuelta «en un universo muy doloroso», pero agradece la «verdad» que respiró rodando en las Tres Mil Viviendas, uno de los barrios más desfavorecidos de Sevilla.

Este sábado, en la gala de los Goya que se celebrarán en Málaga, sabremos si el Goya a mejor actriz de reparto recae en sus manos o, quizás, en las de su compañera Mona Martínez. Asegura que no le preocupa y que prefiere que se lo lleve la actriz malagueña.

Ella, mientras tanto, asistirá echando a andar ese álter ego -o  personaje público- «va a los sitios» y «hace todas esas movidas» por ella, ocultando su propia timidez.

Has recibido el Goya a actriz revelación, protagonista y estás nominada por segunda vez a reparto. ¿Cómo afrontas esta nominación?

Con alegría de que hayan reconocido el trabajo que hicimos en Adiós Pilar Gómez, Mona Martínez y yo. Fue muy difícil interpretar esos personajes y nos alegra mucho sentir el reconocimiento de los compañeros. El verdadero premio fue hacer de Triana y trabajar con Paco (Cabezas). En fin, lo que tenga que ser, será, pero estoy tranquila con el mundo Goya. Luego hay sorpresas y, de hecho, me ha pasado a mí en los que he ganado. Me encantaría que se lo dieran a Mona, porque a mí me ha servido mucho para impulsar mi carrera.

¡Qué generosa!

Lo pienso de verdad. Creo que se lo darán a Julieta (Serrano, que interpreta a la madre del protagonista en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar), pero a la que le viene mejor es a Mona (Martínez). Es una pedazo de actriz y es más desconocida. Me gustaría que María Santos (el papel que interpreta Mona Martínez) subiera al escenario a decir unas palabras.

Has descrito tu papel en Adiós como un papel que te generó agujetas emocionales. ¿En qué consisten dichas agujetas?

Pues era un dolor que iba más allá de lo corporal. Llegaba a casa y sentía agujetas al levantarme por la mañana. Me sentía apática y me dolía el pecho. Me di cuenta de que me había metido en un universo muy doloroso. Triana es uno de esos personajes en los que la carne se pega al hueso, te deja un vacío y te crea agujetas. Soportamos una carga dramática muy alta y el cuerpo se resiente».

¿Has sentido química trabajando con Mario Casas?

Sí. De hecho, me hubiese encantado que también lo hubieran reconocido a él. Es un pedazo de actor, que se ha dejado todo. En las películas es muy importante el trabajo de equipo y la persona que tienes al lado. Cuando los compañeros son generosos, repercute en tu trabajo. No nos conocíamos de nada y nos llevamos muy bien. Me encantaría volver a trabajar con él, porque es un gran compañero y actor.

En Adiós, el barrio de Las Tres Mil Viviendas (Sevilla) es un personaje más de la historia. ¿Cómo os acogió el propio barrio?Adiós

Al principio íbamos con miedo. Me apetecía hacer la película, tener la oportunidad de grabar rodeada de tanta verdad, pero la gente me metió el miedo en el cuerpo. Sin embargo, cuando llegué allí, me di cuenta de lo terrible que son los prejuicios y el sensacionalismo. Allí hay gente buena y mala… ¡como en todos lados! No se les mira, pero son supervivientes y lo hacen desde el arte. Su instinto, su verdad y su desgarro les viene muy bien a la película. Me siento muy afortunada de haberlo vivido.

Seguir leyendo en FilmAnd

Trabajadora, constante, tímida. Y elocuente. Sus compañeros definen a Natalia como una gran profesional, capaz de transformarse frente a la cámara y trabajar incansablemente. 

Ante los periodistas, se muestra prolija, no evita las respuestas incómodas y hace gala de ese intenso mundo interior que da vida a todos esos personajes que, a pesar de su juventud, le han valido una intensa carrera, con cinco estrenos anuales, dos premios Goya (Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba), Techo y comida (Juan Miguel del Castillo) y cuatro nominacionesVivir es fácil con los ojos cerradosTecho y comida que -posiblemente y en breve- la convertirán en la actriz andaluza más laureada de la historia.