Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

“En 'Mi querida cofradía' hay una reivindicación de la mujer muy clara”

Han pasado cuatro años desde que Marta Díaz de Lope Díaz sintió la punzada de la nostalgia durante unas vacaciones en su Ronda natal. Era Semana Santa y Marta había vuelto de Barcelona, donde estudió dirección de cine. Los pasos en la calle, el olor a incienso, las marchas procesionales la llevaron de vuelta a su infancia. Ahí nació Mi querida cofradía, una comedia de corte feminista sobre Carmen, una señora enfrentada al pucherazo urdido entre su enemigo y el párroco para que una mujer no sea la presidenta de la hermandad cofrade.

Tras estrenarse en el Festival de Málaga y el de Barcelona, esta producción de la Escac y las compañías andaluzas La Zanfoña y Sacromonte ha cosechado sus primeros éxitos: dos Biznagas de Plata en Málaga (Público y Mejor Actriz Secundaria) y Premio del Público a Mejor Comedia en la capital catalana. Es la inmejorable carta de presentación para su estreno en salas de cine es este viernes 4 de mayo.

¿Cómo nació la película?

Era una película pequeña, que nace del ámbito académico, del proyecto ópera prima de la ESCAC. Entendíamos que el Festival de Málaga era su sitio natural. Da la oportunidad a exalumnos de hacer su primer largometraje. Yo entré con varios compañeros y en ese programa desarrollamos la película. Lo bueno es que la escuela prepara encuentros con cadenas de televisión y gente de la industria. Ahí es cuando empezó a interesarse tanto Gervasio Iglesias, como las productora La Zanfoña y Sacromonte. Ahí es cuando un proyecto pequeño, de ámbito académico, terminó creciendo.

¿Qué crees que le llamó la atención de tu proyecto?

Supongo que los puntos que siempre trato: historias muy femeninas y muy cotidianas, hechas siempre desde el punto de vista de la comedia. Esa manera de tratar de las historias, que buscan mucho que el público interactue y empatice con los personajes.

Como realizadora, ¿qué dificultad has encontrado al pasar del corto al largo?

La duración, literalmente. Desde que empiezas a escribir el guion hasta hoy (el estreno en un festival) han pasado cuatro años. Los cortos se hacen de una manera más inmediata. Como tú vas madurando, la película va madurando contigo. Es un proceso tan largo que tienes que tener mucha fuerza para no abandonar.

¿De qué manera ha madurado la película?

En estos cuatro años me he seguido formando y aprendiendo mucho por el camino. Saqué un corto más con la escuela y, a raíz de conocer a Gervasio, estuve en Sevilla rodando algunos capítulos de una serie de Canal Sur que se llamaba Brigada de fenómenos. Todo eso me ha servido mucho para enfrentarme a la peli.

¿En qué sentido?

Mi querida cofradía es una película muy coral. Recuerdo que en los primeros encuentros con los intérpretes, lo pasaba fatal, porque soy muy tímida y tenía pudor de enfrentarme a actores con tanta veteranía. Ese camino, que ha incluido el rodaje de la serie, me ha ayudado muchísimo a enfrentarme al trabajo con los actores, que en realidad me lo han puesto todo muy fácil.

¿Y qué ha salido con mayor facilidad?

En realidad, todo ha salido rodado. Trabajo mucho con la directora de fotografía y el montador la preparación de planos y la parte técnica. De ese modo, cuando estamos en el rodaje, me puedo dedicar en exclusiva al trabajo con los actores. Tenemos una manera de trabajar que permite que todo esté bastante controlado.

¿Estás satisfecha con el trabajo de tus intérpretes?

El trabajo es mejor de lo que yo esperaba. Nunca había pensado que fuera a funcionar tan bien el trío de Carmen; Beatriz, la hija; y Juana, la vecina, a las que interpretan Gloria Muñoz, Pepa Aniorte y Carmen Flores. Incluso, la nieta, que es Rocío García, bordan los papeles. Estoy especialmente contenta con el trabajo que hemos hecho con Carmen, la protagonista.

¿Es cierto que, en un principio barajabais contar con una actriz veterana muy famosa?

Hubo un primer intento con otra actriz, pero por problemas de fechas no pudo ser. Cuando las directoras de casting me propusieron a Gloria, me tomé un café con ella, hablamos del guion, la comedia y vi que íbamos en la misma línea. Me dijo: “Si quieres que haga una parodia, no soy la persona indicada”. Ahí me di cuenta de que íbamos a trabajar bien juntas, porque yo no quería hacer ninguna parodia del personaje.

¿Qué dificultad tuvo grabar la escena de Carmen subida al paso?

En un momento dado, Carmen se sube al paso para poner orden y desplegar sus artes de coordinación y de persona resolutiva. Fue muy complicada, porque los pasos son muy altos. Las escaleras no llegaban arriba y montamos unos escalones con cajas. Al final, la pobre se quedó todo el rodaje de la secuencia allí arriba y cuando parábamos, ella se quedaba entre los cirios. Gloria tenía muy buena disposición y lo ha llevado muy bien, aunque fuera incómodo y ella estuviera prácticamente en todas las secuencias del rodaje.

¿Se ha sentido interpelado el mundo cofrade por las dinámicas machistas que muestras en tu película?

Muchas veces me preguntan que si la película va a ofender a alguien, pero es una comedia muy amable, que no tiene la intención de ofender, sino de reflejar. Creo que no nos metemos con nada de la Semana Santa. De hecho, le pedimos permiso a la hermandad y al obispado y todo ha ido bien desde el principio. Hay gente que se puede sentir ofendida, pero porque hoy en día ya nos ofendemos por todo.

¿Dirías que en tu película hay una crítica clara desde el feminismo?

Sí, hay una reivindicación de la mujer. La película está protagonizada por mujeres, todo el conflicto viene desde el punto de vista femenino y va de una mujer que quiere conseguir algo que históricamente ha estado en manos de los hombres. El mensaje en ese sentido es muy claro.

Seguir leyendo en Filmand

Han pasado cuatro años desde que Marta Díaz de Lope Díaz sintió la punzada de la nostalgia durante unas vacaciones en su Ronda natal. Era Semana Santa y Marta había vuelto de Barcelona, donde estudió dirección de cine. Los pasos en la calle, el olor a incienso, las marchas procesionales la llevaron de vuelta a su infancia. Ahí nació Mi querida cofradía, una comedia de corte feminista sobre Carmen, una señora enfrentada al pucherazo urdido entre su enemigo y el párroco para que una mujer no sea la presidenta de la hermandad cofrade.

Tras estrenarse en el Festival de Málaga y el de Barcelona, esta producción de la Escac y las compañías andaluzas La Zanfoña y Sacromonte ha cosechado sus primeros éxitos: dos Biznagas de Plata en Málaga (Público y Mejor Actriz Secundaria) y Premio del Público a Mejor Comedia en la capital catalana. Es la inmejorable carta de presentación para su estreno en salas de cine es este viernes 4 de mayo.