A ver, torpes, dejen sitio a los listos. A bulto, ¿sintetiza la frase el nuevo itinerario que marca la Formación Profesional Básica (FPB)? Para la Junta de Andalucía se trata, en el aspecto educativo, de “una vía de segregación temprana”. Jóvenes a partir de 15 años “con graves dificultades o escasas posibilidades” de obtener el título en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), dice el nuevo marco legal, pasan a una oferta de 14 títulos integrados en los institutos. Artes Gráficas, Carpintería, Cocina, Electricidad, Informática, Peluquería... De ESO a FP, la ley Wert diseña el camino.
Es un cambio no exento de discusión, caso de otras aristas de la Ley Orgánica 8/2013 para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), y que sustituye al Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI). ¿Da tiempo a adecuar instalaciones y profesorado a los cambios que plantea una norma que se implantará desde septiembre? ¿Facilita FP el acceso al mercado laboral? Más allá de la segregación por méritos académicos quedan abiertos otros puntos de discordia como la financiación, en la que el Gobierno andaluz estima un sobrecoste de 395 millones de euros, o la propia supresión de la prueba de selectividad.
En todo caso es la apuesta del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la nueva orientación para quien no logre pasar a cuarto curso de ESO: Formación Profesional. De ahí el alumno podrá subir a FP Grado Medio, luego al Superior, e incluso que la experiencia sirva de “tránsito hacia otras enseñanzas”, establece el gabinete dirigido por José Ignacio Wert. El texto con el que el PP pretende atacar el fracaso escolar (situado en un 23%) crea de paso la FP Dual, otra vía que permite prácticas y formación en empresas. Es decir, trabajo y estudios a un mismo tiempo.
A Andalucía, Asturias y Canarias no le salen las cuentas
La entrada de FP Básica en el currículo educativo arrastra un problema de financiación. La cartera duele, más en tiempos de crisis. Y a Andalucía, Asturias y Canarias no le salen las cuentas del ministro Wert. Implantar la LOMCE costará 2.164 millones de euros hasta 2020. De estos, 964 consolidarán el marco educativo y saldrá en gran parte –614 millones, dice el Ministerio– de fondos sociales europeos, de Bruselas. El resto corresponde a los diferentes gobiernos. Pero ajustar este engranaje, dicen varias autonomías, pone en peligro sus objetivos de déficit. El plan intercambia “ideas por dinero”, en palabras del consejero andaluz, Luciano Alonso, que cifra además el “error de cálculo”: mientras el Ministerio estima el gasto para Andalucía en 189 millones, la Junta lo eleva a 584.
El convenio, atado a las aportaciones europeas, es “una provocación” que carece “de memoria económica”, según Alonso. Por su parte, el titular canario, Juan Miguel Pérez, califica las inversiones previstas como “trampa” al elevar las deudas regionales, mientras la consejera asturiana, Ana González, habla de “imposición absurda de una reforma educativa sin pies ni cabeza con el único objetivo de acabar con la escuela pública”. La nueva FPB “nace muerta”, señala el consejero andaluz. “Iba a ser la piedra angular y se ha quedado en un programa residual”, apostilla.
¿Hay tiempo para implantar la FP Básica?
Las dudas afloran también sobre la propia implantación de la FPB. ¿Qué se va a estudiar? ¿Qué alumnos pasan el 'corte'? ¿En qué centros se impartirá? ¿Con qué profesores? Es la primera medida de la LOMCE que se aplicará en Secundaria, el nuevo curso está a la vuelta de la esquina, “no hay tiempo” alertan algunos directores de instituto. La consejería de Educación andaluza apunta que estas enseñanzas necesitan instalaciones, equipamientos y equipos directivos “que no contempla” el convenio “ni permite su financiación”. El nuevo ciclo despoja además a los PCPI “de sus ventajas”, que permitían a “entre el 66% y 70% del alumnado” obtener “una titulación mínima”.
¿Facilita la formación profesional el acceso a un puesto de trabajo? La garantía de inserción laboral está por ver, a tenor de las cifras que muestran cómo la FP muere de éxito. Miles de alumnos devueltos al sistema educativo por la alta tasa de paro juvenil quedaron sin plaza el curso pasado, por ejemplo. A nivel andaluz, la oferta alcanza plazas para 9.860 estudiantes en 505 unidades. Con una financiación “asegurada”, matiza Alonso, llegaría a los 866 institutos de la región. El aprendizaje estará complementado con 100 horas más de formación troncal que busca equipararse con los de ESO para obtener el título de Secundaria, mientras la ratio de alumnos por aula quedará en 20 y no 30 como establece la LOMCE.
La apuesta de la política educativa de Wert, en otro de sus puntos conflictivos, suprime Selectividad como método de ingreso a la Universidad. Para todo el alumnado en 2017 y desde este año para los que proceden de FP. Cada centro establecerá sus procedimientos, opcionales para estudiantes de Bachillerato, obligatorios si llegan de Formación Profesional o de sistemas de estudios extranjeros no homologados. Para el ministro Wert, el nuevo itinerario combina “un currículum básico con conocimientos profesionalizantes que permiten el tránsito hacia ciclos de grado medio”. Es la apuesta, el camino hacia la FP que diseña la LOMCE.