Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

Los geólogos piden tomar “en serio” el riesgo sísmico: “Después no echemos la culpa al azar”

Europa Press

El presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, ha advertido este lunes del “riesgo sísmico moderado” que existen en el sur de España y ha pedido a las instituciones que “se tomen en serio” este asunto y tomen medidas de prevención para minimizar daños futuros porque el terremoto de esta madrugada “es un aviso”. “Después no echemos la culpa al azar”, ha advertido.

En declaraciones a Europa Press, Suárez ha señalado que el terremoto de esta madrugada entre Alhucemas y Melilla y que se ha sentido ampliamente en Andalucía, “es un aviso” de que “el sur de España es una zona de riesgo, moderado, pero riesgo”. “No es California, ni Chile, ni Japón pero hay que tener presente el riesgo y, aunque no sabemos cuándo, sí sabemos dónde (habrá seísmos) y hay que tomar medidas de prevención para minimizar riesgos”, ha advertido el presidente de los geólogos.

Suárez ha incidido en que el riesgo para las provincias de Cádiz, Granada, Málaga, Almería y Murcia, así como el norte de África es, “aunque no extremo, relativamente alto” por el límite de las placas y ha señalado que si el terremoto de esta madrugada se hubiera producido más cerca de la población, “habría sido muy destructivo”.

En línea con ello, ha recordado que el de Lorca, registrado en 2011, tuvo una magnitud menor que el de hoy, 5,1, y que si dejó tantos daños materiales y desgracias personales --nueve muertos-- fue porque su epicentro fue muy superficial, solo a tres kilómetros de profundidad y ha señalado que la magnitud del seísmo de hoy es tan importante “como si hubiera explotado una bomba de 20.000 toneladas de TNE”.

El responsable de los geólogos también ha recordado que en la Navidad de 1884 otro terremoto, de 6,7, dejó en Granada entre 750 y 900 muertes. “Lo que decimos es que se lo hay que tomar en serio porque de vez en cuando hay terremotos de esta magnitud y hay que gestionar estas medidas”.

“Si se hubiera producido en tierra habría causado centenares de muertos y la historia nos dice que es posible, por lo que, tomemos medidas”, ha recalcado Suárez, que ha lamentado que “el tiempo geológico tiene poco que ver con el político” advirtiendo de que cuando ocurra un terremoto destructivo los poderes públicos “le van a echar la culpa al azar”.

DECÁLOGO

A raíz del terremoto de Lorca, el Colegio de Geólogos elaboró en el año 2011 un decálogo para, ante la probabilidad de que se produzca un sismo, minimizar el riesgo sísmico. En el documento se recogen cuatro medidas a implementar por la Administración General del Estado y otras seis desde el ámbito local y autonómico pero, “desgraciadamente y muy a nuestro pesar, no se han llevado a cabo”, ha dicho Suárez.

En esas medidas se pide que se aborde la reforma de la Norma de Construcción Sismorresistente para que establezca la necesidad de cumplimiento de los requisitos antisísmicos e incorpore la información sobre paleosismicidad y fallas activas.

También se pide que se potencie la realización de los estudios de peligrosidad y vulnerabilidad sísmica por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME); que se reforme la Inspección Técnica de Edificios (ITE) para que se exija en las zonas de peligrosidad sísmica la adaptación de los edificios a la Norma Sismorresistente; y se aborde la obligatoriedad del visado de los estudios geotécnicos en la edificación, con el fin de reforzar los controles de seguridad en lo que se refiere a las condiciones geotécnicas del suelo, en especial, del riesgo sísmico.

“LA GENTE NO SABE QUÉ HACER”

Para las administraciones regionales y locales, el decálogo del Colegio de Geólogos también tiene una serie de propuestas, como que se impulse la obligatoriedad de la elaboración de mapas de riesgos naturales en los informes de sostenibilidad de los Planes Generales de Ordenación Urbana; o se gestione la elaboración de estudios de peligrosidad y vulnerabilidad sísmica, a fin de que se adopten medidas de prevención en la tipología de las construcciones, en los usos del suelo, en los condicionantes urbanísticos y en vías de comunicación.

Del mismo modo, piden que el personal técnico de los municipios realice cursos de sensibilización y de formación; y se informe a los ciudadanos residentes en zonas de riesgo sísmico sobre las pautas de autoprotección adecuadas durante e inmediatamente después de un terremoto porque, según ha dicho Suárez, “los ciudadanos no sabe qué hacer”.

A su juicio, la gente tiende a salir a la calle y en el terremoto de Lorca se vio que muchas víctimas mortales se produjeron en plena calle, al ser alcanzados por cornisas, tabiques o balcones. “Hay que permanecer en las zonas seguras de los edificios, bajo dinteles o refugiarse bajo la cama para que ésta absorba un posible impacto del techo”, ha recomendado.

Además, Suárez ha pedido que, a largo plazo haya un plan de rehabilitación de edificios construidos antes de la norma, fundamentalmente para infraestructuras estratégicas como hospitales, parques de bomberos, depósitos de aguas o centrales eléctricas.

“NO ES UN CASTIGO DIVINO”

En definitiva, hay que decirle a la población que “exija a los poderes públicos que si se produce un terremoto destructivo no podemos echarle culpa al azar porque hay riesgo moderado y puesen producirse centenares de muertos en el sur de España.

“No es de recibo que cinco años después del terremoto de Lorca lo único que se haya hecho haya sido reparar los edificios pero sin medidas de prevención de riesgo sísmico. Un terremoto no es una desgracia ni un castigo divino”, ha concluido Suárez.