Globos y dibujos para denunciar “la destrucción del sistema educativo”

“Hay que darle voz a los niños”. Esta es uno de los motivos que ha llevado a los padres de la Asamblea UGR (Universidad de Granada) formada por profesores, Personal Laboral y estudiantes, a ocupar la plaza Bibrambla de Granada con sus hijos en el día de la huelga general de educación. Talleres educativos de pintura y un desayuno saludable han conformado las actividades de esta mañana reivindicativa en familia.

Una treintena de padres y otros tantos menores de edad han tomado desde las once de la mañana el céntrico espacio y bajo el lema “nuestra educación no pagará vuestra deuda” lo han maquillado de globos verdes y dibujos infantiles. “Para cambiar el color gris del pavimento por las reivindicaciones de los estudiantes más pequeños”, explica Alberto Matarán, profesor universitario de Urbanismo y Ordenación del Territorio.

La plaza, además, no ha sido escogida al azar. En este mismo lugar en 1944 el Cardenal Cisneros, por orden de los Reyes Católicos, quemó en señal de represión contra los moriscos más de 5.000 libros procedentes de la biblioteca de la Madraza. Hoy quinientos años después un grupo de padres se reúne para evitar “la reducción a cenizas y el minado evidente de los principios y la estructura de nuestro sistema educativo”, exclama Purificación Salmerón, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y miembro de una familia dedicada a la enseñanza desde hace décadas. “Mi hermana, mi cuñados… Toda mi familia está relacionada con temas educativos y estamos asistiendo atónitos a la destrucción de los principios básicos por los que se ha luchado tanto tiempo”.

Casas, animales o niños en clase, entre otras figuras, dibujados en ceras por escolares de entre tres y doce años han dado color al pavimento y a las pancartas que este colectivo ha portado en las manifestaciones de las 12 y que llevarán a las 18 horas por las calles de Granada.

“Me preocupa el futuro de mis dos hijos”, explica Matarán, quien considera que la Lomce (la nueva ley de educación) provocará que existan dos clases de enseñanza: “una para pobres y excluidos y otra para ricos y gente lista”. Además, apostilla el profesor universitario “no quiero que mis hijos tengan el problema al que yo me enfrenté de contar con una asignatura obligatoria de religión que puntuaba para la nota del expediente”. La privatización del sistema educativo y el apoyo a la enseñanza concertada por encima de la pública son otros de los motivos que han movilizado a este padre a hacer huelga.

Salmerón, en la misma línea y también con dos hijos considera que “al crear una escuela segregada por sexos y nivel económico los niños construirán realidades que nada tienen que ver con la vida, por lo que en el futuro estaremos hablando de un mundo lleno de desigualdades donde será normal discriminar en lugar de integrar”. La profesora de Ciencias de la Educación sabe de lo que habla. “Me dedico a estudiar precisamente este tipo de influencias en el crecimiento de las personas”, apostilla. Por si esto fuera poco, los universitarios dicen que se está dejando de contratar profesionales, están expulsando del sistema educativo a gente muy necesaria y la falta de apoyos es evidente. “Es evidente la destrucción del sistema educativo público”, denuncia Purificación Salmerón.

Los padres de la plaza Bibrambla han encontrado en este método de toma de espacios públicos con talleres educativos para niños una fórmula de expresar su rechazo al futuro modelo educativo porque quieren que los más pequeños también tengan un lugar para expresarse.