El Gobierno andaluz se desprende de tres fundaciones públicas de investigación sanitaria tras aumentar el peso privado
La Junta de Andalucía ha suprimido tres fundaciones públicas de investigación sanitaria de la estructura de la Consejería de Salud y Consumo, en el marco de un decreto aprobado este martes por el Consejo de Gobierno. Así, “desaparecen” la Fundación Pública Andaluza para la Investigación Biosanitaria en Andalucía Oriental Alejandro Otero (Fibao), la Fundación Pública Andaluza para la Investigación de Málaga en Biomedicina y Salud (Fimabis) y la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (Fisevi), así como la Fundación Pública Andaluza Rey Fahd Bin Abdulaziz, que ha sido liquidada y disuelta. La Junta de Andalucía informa en una nota informativa de la “desaparición” de las fundaciones, que “ya no forman parte del sector público andaluz”.
Las fundaciones seguirán existiendo, pero fuera de la tutela de la administración autonómica. “Ya no formarán parte del sector público andaluz, aunque siguen siendo públicas y siguen inscritas como tal en el Ministerio de Hacienda”, matiza una portavoz de la Consejería, que explica que se ha aprovechado el Decreto para culminar un proceso iniciado hace un año.
En julio de 2023 el Gobierno de Moreno cambió la composición de los patronatos, que son los encargados de dirigir la entidad: redujo su participación aunque sigue presente. Según el listado de patronos de diciembre de 2023, el SAS conserva tres (de 13) en cada una de las fundaciones, dos son nombrados por otras consejerías, dos por los colegios de Médicos y de Farmacéuticos, dos o tres por las universidades, otro por el CSIC y otro por la Fundación Progreso y Salud, además de dos puramente privados: el que nombra la Confederación de Empresarios y el de Farmaindustria. La configuración es “uniforme” en las tres fundaciones.
CGT denunció entonces que el sector privado ganaba peso en detrimento del Servicio Andaluz de Salud (llegando al 15% actual), criticaron la opacidad de la Junta y advirtieron del riesgo de “privatización” de la investigación biosanitaria en Andalucía y de la incierta situación laboral de sus trabajadores.
Fuentes del Gobierno andaluz aseguraron entonces a elDiario.es Andalucía que el único objetivo era “agilizar” el funcionamiento de las fundaciones y negaron una intención privatizadora. “La red de fundaciones es el principal instrumento de captación de fondos para la investigación, el desarrollo y la innovación en salud en Andalucía”, dijeron, a la par que prometían “impulsar” una nueva negociación para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, que en 2022 habían llegado a anunciar movilizaciones ante el "bloqueo" de la Junta de Andalucía de la negociación de un nuevo convenio colectivo.
Fuentes de la Consejería explican ahora que la culminación del movimiento permitirá ganar agilidad y trasladar el peso de las fundaciones a las universidades, algo que entienden natural, sin que se alteren las líneas de investigación.
Entre las tres fundaciones suman alrededor de un millar de trabajadores (entre las diferentes categorías que conforman la investigación biosanitaria). La más importante de las tres en cuanto a volumen de empleados es FISEVI, que tiene alrededor de 500.
Cambio de estructura por la “creciente complejidad” del sistema sanitario
No es el único cambio en la Consejería que ahora dirige Rocío Hernández, quien sustituyó a la discutida Catalina García antes del parón de agosto. También se suprime, al menos nominativamente, la Dirección General de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones, que pasará a integrarse en la nueva Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria.
El Gobierno andaluz ha aprobado el decreto por el que se modifica la estructura de la Consejería de Salud y Consumo para “dar respuesta a la creciente complejidad del sistema sanitario, al envejecimiento de la población y a la demanda de una atención más personalizada y centrada en el paciente”, según el comunicado que ha difundido.
El nuevo decreto de estructura supone una “reorientación” de los sistemas hacia “modelos que prioricen la calidad, la seguridad de los cuidados y la continuidad asistencial”, asegura el Gobierno de la Junta, destacando la “apuesta” por la definición y puesta en marcha de estrategias de transformación digital como “elemento que garantice los objetivos de la Consejería”.
Así lo ha explicado este martes la Junta en una nota de prensa en la que ha detallado que la estructura aprobada incluye el cambio de denominación de la Secretaría General de Humanización, Planificación, Atención Sociosanitaria y Consumo, que pasa a ser la Secretaría General de Planificación Asistencial y Consumo. Igualmente, se cambia la denominación de la Dirección General de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones, que pasa a denominarse Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria. Las competencias previas se mantienen, según la Junta.
Asimismo, en cuanto a las entidades instrumentales, en el ámbito del Servicio Andaluz de Salud se suprime la Dirección General de Humanización, Planificación, Coordinación y Cuidados y se crea la Dirección General de Sistemas de Información y Comunicación. La creación de esta Dirección General supondrá la puesta en marcha de las políticas y planes de acción estratégicos necesarios para garantizar que las capacidades que aportan las tecnologías de la información sean un factor determinante en la reorientación de los sistemas de salud y la transformación de la organización.
Entre las novedades del decreto destaca también la desaparición de las siguientes fundaciones, que ya no forman parte del sector público andaluz: la Fundación Pública Andaluza para la Investigación Biosanitaria en Andalucía Oriental Alejandro Otero (Fibao), la Fundación Pública Andaluza para la Investigación de Málaga en Biomedicina y Salud (Fimabis) y la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (Fisevi), así como la Fundación Pública Andaluza Rey Fahd Bin Abdulaziz, que ha sido liquidada y disuelta.
La Junta asegura que estos cambios, tanto en la estructura de la consejería con en la del Servicio Andaluz de Salud, “no van a suponer ni incremento ni decremento de los gastos ni de los ingresos respecto a las necesidades actuales, puesto que la nueva estructura incluye los mismos órganos directivos que el decreto anterior que ha sido reemplazado”.
Tres nuevos nombramientos
El Consejo de Gobierno ha aprobado además tres nuevos nombramientos en la Consejería. Así, Ismael Muñoz Martínez es el nuevo secretario general de Planificación Asistencial y Consumo. Es licenciado en Medicina y Cirugía General por la Universidad de Sevilla y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Desde 2021, desempeñaba la dirección de Salud del Distrito Sanitario Aljarafe y Sevilla Norte. Previamente, fue el responsable de la Unidad de Gestión Clínica Urgencias de Sevilla Norte, médico de la Unidad Móvil del Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias y médico de Atención Primaria en ese mismo distrito.
Ana María Reales Arroyo asume la Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria. Es diplomada en Enfermería por la Universidad de Sevilla y especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Su actividad profesional está vinculada a puestos de responsabilidad en el Servicio Andaluz de Salud desde el año 2007, siendo desde 2019 hasta la actualidad directora de Cuidados del Distrito Sanitario Aljarafe y Sevilla Norte.
Por último, Ismael Vargas Pina es el nuevo director general de Sistemas de Información y Comunicaciones del Servicio Andaluz de Salud. Es ingeniero en Informática por la Universidad de Sevilla y funcionario del Cuerpo Superior Facultativo A1 en la Junta de Andalucía. Cuenta con 18 años de experiencia en el ámbito de la Salud. Desde 2022, ha ejercido como responsable del Área de Soluciones Corporativas y Sociedad Digital de la Subdirección de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en el SAS.
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