El ‘barrio ignorado’ de Granada lleva a Endesa a los tribunales por los continuos apagones
Los vecinos de la Zona Norte de Granada, el 'barrio olvidado' de la ciudad –en realidad en un solo distrito que rondan los 40.000 habitantes–, están hartos de apagones. Tanto que han llevado a Endesa ante los tribunales tras un invierno en el que los colegios y guarderías amanecían sin calefacción y donde algunas zonas de los barrios de Cartuja o La Paz llegaron a estar hasta 16 horas sin luz en días de diciembre y enero.
Una concentración frente a la sede de los juzgados de Caleta, en el centro de Granada capital, ha acompañado a la presentación formal de la demanda ante el juzgado de guardia, para solicitar que se depuren responsabilidades por los continuos apagones que sufre el barrio y que, como han recordado en la manifestación y en los escritos remitidos a la empresa y todas las administraciones implicadas “no vienen de ahora, sino de hace muchos años”.
Los vecinos no aceptan la respuesta oficial de Endesa, que afirma que los problemas se solventaron el pasado mes de noviembre, ni la oficiosa, esto es, que la culpa la tienen los numerosos enganches ilegales a la luz del barrio, que sobrecargan la capacidad del sistema, consumiéndose más del triple de la capacidad contratada. Por otra parte, la empresa no ha querido responder a la prensa a este respecto.
Han recurrido a todas las instituciones a su alcance, esto es, Ayuntamiento y Junta. De momento, sólo les han respondido el Defensor del Ciudadano de Granada, Manuel Martín, que ha propuesto una reunión entre todos los implicados para buscar soluciones, y el grupo municipal de IU, que ha asumido sus peticiones.
La denuncia va dirigida a Endesa, incluye responsabilidades patrimoniales por los daños en algunos de los negocios de la calle Julio Moreno Dávila y pide investigar posible responsabilidad subsidiaria de las administraciones implicadas, por no inspeccionar el servicio.
Pero, antes que una denuncia, la Plataforma, que forma parte de la Asociación de Barrios Ignorados de Andalucía, lo considera un toque de atención. En el barrio más afectado por el paro de la ciudad, con menos instalaciones municipales o de cualquier administración, apenas sin sucursales bancarias, en el que hasta hace poco no entraban las empresas de mensajería, piden “no ser ignorados”.
En el caso de las guarderías y colegios, denuncian también la precariedad de las instalaciones eléctricas y que los apagones hayan llegado en la peor época. Algunos vecinos apuntan a los enganches que sirven para “invernaderos y plantaciones de interior”.