El alcalde de Granada se niega a dimitir pese a la salida en bloque de los concejales de PP y Cs de su gobierno
Luis Salvador se ha quedado solo, pero se atornilla al cargo. El alcalde de Granada ha visto cómo ocho de los nueve concejales de su equipo de Gobierno se han marchado, dejándole aislado. A primera hora de la mañana se han ido los seis del Partido Popular y al mediodía los últimos en entregar su cargo han sido dos de sus compañeros en Ciudadanos, Manuel Olivares y Lucía Garrido. Algo que ha dinamitado por completo el bipartito que Cs y Partido Popular tenían en la ciudad desde 2019. Una sucesión de renuncias que escenifican el último intento para presionar al regidor para lograr que abandone la alcaldía y cumpla un supuesto pacto “dos + dos” por el que Ciudadanos gobernaría dos años la ciudad nazarí (a pesar de tener cuatro concejales nada más) y el PP los otros dos años. Cuando se ha cumplido esta fecha, el Gobierno municipal ha estallado por completo y Salvador gobierna ahora con un solo concejal.
Todo se ha precipitado este martes. El PP, que llevaba días presionando para que el alcalde abandonara su puesto en cumplimiento del acuerdo, esta misma mañana ha cumplido su amenaza y ha hecho que todos sus concejales dimitan del equipo de Gobierno que tenían con los naranjas para intentar forzar la renuncia de Luis Salvador. Algo que no han conseguido de momento. No obstante, el adiós de los populares no es un hecho aislado y se ha producido tras la ruptura de las conversaciones entre naranjas y populares. A última hora del lunes, Salvador y el presidente del PP de Granada, Francisco Rodríguez, se reunieron para tratar la dimisión del alcalde sin llegar a ningún acuerdo.
Pocas horas después, en una rueda de prensa que el concejal Manuel Olivares ha calificado como “la más dura que jamás daría”, él y Garrido, ambos ediles naranjas, han anunciado que se unían a los concejales del PP y dimitían. Otro golpe de efecto para intentar mover la silla al alcalde. Pero eso no va a pasar a corto plazo, tras las declaraciones del propio Salvador, que ha anunciado a las 12.30 de la mañana que no dejará su puesto como alcalde. El regidor ha hablado, tras conocerse las dimisiones de los ocho concejales, en una comparecencia muy esperada y en la que ha repetido el argumentario de los últimos días. Que no se va y que tiene motivos para ello.
En la rueda de prensa, a la que ha acudido acompañado de José Antonio Huertas (el único edil que le queda en el Gobierno), el todavía alcalde de Granada ha insistido en que sigue teniendo apoyo y que la ciudad es “perfectamente gobernable” gracias al trabajo de los funcionarios del Ayuntamiento. Salvador ha recurrido incluso a vídeos de Elías Bendodo, Juan Marín o del presidente provincial del PP para reforzar su posición utilizando palabras de ambos líderes cuando aún le apoyaban, una situación que ha cambiado, según fuentes populares. “Con estos videos bastaría la rueda de prensa”, ha llegado a decir.
El regidor ha defendido su posición argumentando que “si hay un acuerdo a cuatro años y es estable en toda España, ¿por qué en Granada no se puede respetar?”, en referencia al pacto que sellaron PP y Cs en 2019 y que permitió a los naranjas atar el bastón de mando pese a tener solo cuatro concejales por los siete que habían logrado los populares. Y ha vuelto a negar que él acordara una alternancia con el PP para cambiarse la alcaldía en este mes de junio: “No ha habido un acuerdo firmado que pudiera cambiar los años de mandato”. “Este alcalde no cierra puertas a nadie y esperaremos al Partido Popular para que recapacite”, invita.
La renuncia de Sebastián Pérez, el detonante
La dimisión en bloque del Gobierno municipal llega dos semanas después de que el expresidente del PP de Granada, Sebastián Pérez, dejara el partido y amenazara con apoyar una moción de censura a favor del PSOE si los populares no obligaban a Luis Salvador a que cediera su bastón de mando: “Si el PP no encuentra los 14 votos, los encontraré yo”. Pérez recordó, una vez más, en una convocatoria de prensa, que en 2019, tras las elecciones municipales, selló un acuerdo de alternancia con Salvador para que en este mes de junio hubiese un cambio al frente de la alcaldía. Por eso, si no ocurría, obligaría al alcalde a dejar su sitio mediante dicha moción con los socialistas.
La tabla de salvación del actual alcalde parecía que iba a ser el PP regional, sin embargo, fuentes de ambos partidos sostienen que, desde hace unos días, Elías Bendodo, número 2 de la Junta de Andalucía, ha renunciado a sostener a Luis Salvador, ante la evidencia de que se ha quedado solo. Es más, durante la comparecencia del Consejo de Gobierno Bendodo no ha querido siquiera comentar lo que está pasando en Granada. El portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, no ha querido responder a las preguntas con respecto a la situación que se vive en Granada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Bendodo se ha escudado en “un pacto” para no abordar “las cuestiones de su partido” en sede institucional. Sin embargo, el propio Bendodo compareció con el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, en este mismo escenario para presentar un nuevo “acuerdo de estabilidad” el pasado mes de marzo. “No tiene nada que ver con lo de Granada”, ha recalcado Bendodo. El compromiso en aquel entonces era “no favorecer o aceptar ningún trasvase de representantes públicos o electos de ninguno de los dos partidos del Gobierno”. “Lo que ha pasado allí ha sido una ruptura de un pacto de Gobierno”, ha rematado. Así que la evidencia de la soledad de Salvador hoy se ha hecho realidad.
Esta soledad ha sido fruto de las presiones que se han producido desde varios frentes. En el seno del PP se cuenta que la dirección nacional le ha dado carta blanca a la granadina para que obligase a Luis Salvador a dimitir. Un movimiento que está detrás de la intención de los populares de acabar con lo que queda de Ciudadanos y arrebatarle la alcaldía más importante que tiene la formación de Inés Arrimadas en España.
Varias opciones y pocas certezas
Además, Salvador lleva meses soportando la hostilidad de los concejales dentro de su propio equipo de Gobierno porque no le quieren como dirigente ya que le acusan de mantener paralizado al Ayuntamiento de Granada. El adiós de Luis Salvador se plantea más pronto que tarde y las posibilidades que se abrirán, si eso ocurre, serán varias. Por un lado, el Partido Popular podrá negociar un alcalde de su formación y para ello deberá tener el visto bueno de Sebastián Pérez, como mínimo, y de cuatro concejales más. Con la duda de qué ocurrirá con Huertas, Garrido y el propio Luis Salvador, los populares necesitan 14 firmas para ir a un pleno de investidura con opciones de obtener el bastón de mando. Una operación aritmética que no es sencilla.
La que sí parece quedar descartada es la moción de censura. Salvo enrocamiento extremo del regidor, no será necesaria para que Salvador deje de ser alcalde de Granada. Si la opción del Partido Popular no prosperara, el PSOE tiene en su mano alcanzar una mayoría que pueda competir con la que proponga el PP en ese pleno de investidura al que habrá que ir. En ese sentido, hay quienes apuntan a que Luis Salvador estaría dispuesto a repetir la operación de Ciudadanos en Murcia y llegar a un acuerdo con los socialistas para vengarse de los populares y darle la alcaldía. Una opción que fuentes socialistas descartan en estos momentos, aunque no se cierran a que Salvador pueda llegar a ofrecerla.
En este supuesto, los números, como hace cinco años cuando Cs apoyó al PSOE en una moción de censura contra el PP propiciada por la Operación Nazarí, son mucho más claros. Como poco, los socialistas tendrían sus 10 concejales más el de Luis Salvador que ya son más apoyos que los siete votos seguros (sus seis concejales dimitidos y el díscolo de Cs, Manuel Olivares) que manejan en el Partido Popular. Si no hubiese ninguna mayoría clara en ese pleno, la alcaldía sería para el socialista Francisco Cuenca que fue quien ganó las elecciones municipales de 2019.
Sin embargo, de momento, Salvador se niega a dimitir. “El presidente del PP de Granada decía que el debate de la alternancia alcaldía era un debate estéril. Todo el mundo justificaba que no había 2+2”, se ha defendido el regidor. “Están tumbando un gobierno irresponsablemente”, afirma rotundo. Por lo pronto, al tener menos de tres concejales en su equipo, no puede convocar ninguna Junta de Gobierno Local lo que dificulta, aún más, la gobernabilidad de la ciudad. En cualquier caso, habrá más capítulos de esta historia que no parece que se vaya a resolver de forma inminente, mientras el alcalde ahora mismo solo podrá gobernar por decreto.
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