Andalucía levanta el nuevo telesquí de Sierra Nevada mientras los ecologistas alertan de la destrucción de la vegetación
La construcción de un nuevo telesquí en Sierra Nevada (Granada) ha vuelto a soliviantar a los ecologistas. Denuncian que las obras “destrozarán la vegetación endémica” sin que la documentación que se ha elaborado para este proyecto sea suficiente a su juicio para asegurar que la afectación del entorno natural será mínima. El Gobierno andaluz niega la mayor y argumenta que ni siquiera se han iniciado movimientos sobre el terreno, pero los conservacionistas han podido comprobar que hay maquinaria trabajando en la zona en la que se levantará la instalación.
Si bien el foco del conflicto es este nuevo telesquí para la estación, denominado El Puente, el problema general se sustenta sobre cuatro pilares: irregularidades previas, la cuestión ambiental, la tramitación urbanística y el plan estratégico. Cuatro pilares que aparecen detallados en las alegaciones que Ecologistas en Acción han presentado ante la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía para tratar de impedir las obras, al menos hasta que se asegure que la vegetación, en buena meda endémica, podrá salvarse.
Porque los ecologistas tienen claro que el proyecto que promueve Cetursa, la entidad pública dependiente de la Junta de Andalucía que gestiona la estación de esquí, “destrozará” el medio natural por el que pase: “Se puede hablar de destrucción de ecosistemas endémicos, pues no solo destruirá y está destruyendo flora, sino también fauna y sustrato”. En primer lugar, porque se están ejecutando las obras sin que la tramitación habitual haya acabado, según sostienen: “El plazo de alegaciones es de veinte días hábiles, contados a partir del siguiente al de la publicación del anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia de Granada, es decir, que el plazo para alegar habría acabado el día 31 de agosto. Sin embargo, desde mediados de julio se están ejecutando las obras, sin esperar a tener la concesión preceptiva para lo que se ha iniciado este procedimiento de exposición pública”.
Especies vegetales en peligro
Desde Ecologistas en Acción no solo argumentan que las obras están en marcha, sino que ya se han destruido especies vegetales “de gran valor” en un espacio que está protegido. Dicen que el comienzo de estos trabajos debería haber esperado a que finalizase el periodo de alegaciones, después a que fuesen respondidas y en consecuencia pudiese haber modificaciones del proyecto. Algo que no ha tenido lugar, según las pruebas recogidas por los conservacionistas y a las que ha tenido acceso este medio.
Por otro lado, una de las cuestiones que más preocupan a los denunciantes es que no se haya realizado un catálogo apropiado de las especies vegetales que están en peligro por estar en el trazado de las obras del telesquí. Cetursa se ampara en la Autorización Ambiental Unificada (AAU) emitida por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente para continuar con la puesta en marcha del telesquí pero, explican los ecologistas, esta se basa en un estudio de impacto ambiental que no tiene en cuenta toda la vegetación, sino tan solo 24 variedades, reconociendo incluso que hay “muchas más especies”. Además, la infraestructura afecta directamente al leontodon boryi, una de las plantas más protegidas de Sierra Nevada por su rareza.
Sin este catálogo, desde Ecologistas en Acción creen que se está produciendo un “incumplimiento flagrante” de la AAU que incluso podría dar pie a que estuviese caducada e inhabilitar la resolución de la Consejería de Fomento que da luz verde al proyecto. Algo que tampoco sería posible si el Ayuntamiento de Monachil, municipio al que pertenece la estación de esquí, no hubiese aprobado el proyecto de actuación en las parcelas por las que pasará la infraestructura. Sin embargo, esta aprobación también está en duda para los naturalistas.
¿Uno o dos telesquís?
Mantienen que Monachil (PSOE) solo ha concedido la autorización para construir una línea del telesquí El Puente y no dos, como está anunciando Cetursa. Según el proyecto de actuación aprobado, la longitud del telesquí sería de 1.400 metros con 14 pilonas de 9,3 metros de altura y la afección al terreno sería de 4.227,2 metros cuadrados -cálculo que desdicen los informes técnicos del parque y de Medio Ambiente que lo consideran muy superior, advierten los ecologistas- y se construirán 1.630 metros de zanja para las diversas conducciones, pero el proyecto que se está ejecutando es otro distinto, que es el que obtuvo la AAU, denuncian los ecologistas.
La última alegación presentada pone el foco en la inexistencia de un plan estratégico que pueda salvaguardar las especies vegetales de Sierra Nevada: “Cetursa está eludiendo, deliberadamente, la obligación de presentar una Evaluación Ambiental Estratégica, un instrumento previsto en la Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, incorporada a la legislación nacional mediante la Ley 9/2006, de 28 de abril sobre evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente”. Por otra parte, como Sierra Nevada está incluida en la Red Natura 2000, dicho plan debería ser obligatorio y la Consejería de Fomento tendría que actuar de inmediato.
La Junta se escuda en la AAU
Mientras los ecologistas exponen sus preocupaciones sobre el futuro del medio natural de la estación de esquí, la Junta de Andalucía trata de rebajar la polémica. Este medio se ha puesto en contacto con las consejerías de Fomento y Agricultura y Medio Ambiente para contrastar la información y, aunque en Fomento asegura que “la parte medioambiental se cerró antes de iniciar las obras” (dando por supuesto que han arrancado), en Medio Ambiente niegan que la construcción, que costará 770.000 euros, haya empezado y aseguran que serán “arreglos de Cetursa”.
Con respecto al catálogo de especies en peligro, la Junta de Andalucía insiste en que están recogidas en la AAU y que un “equipo multidisciplinar” está viendo las afecciones a la flora. En todo caso, este medio ha pedido acceso a dicha AAU, pero desde la Consejería responsable no la facilitan. A su vez, el Ayuntamiento de Monachil asegura que el proyecto de actuación que aprobaron contemplaba dos líneas de telesquí, a pesar de que la documentación que obra en poder de los ecologistas no coincide con el proyecto final que está ejecutando Cetursa.
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