CaixaBank fulmina la sede territorial que tenía Bankia en Granada y la traslada a Málaga

20 años después de abrir sus puertas, el conocido popularmente como “Cubo de Caja Granada” vuelve a cambiar de manos y lo hace para perder su condición de sede territorial de Andalucía oriental. El edificio, ubicado en la zona sur de Granada capital, que nació como sede de la Caja General de Ahorros de Granada, pasó a manos del Banco Mare Nostrum (BMN) y fue la sede de Bankia para Andalucía oriental, ha dejado de serlo tras la fusión de esta entidad bancaria con CaixaBank.

Así lo confirman fuentes oficiales del banco a eldiario.es Andalucía. “CaixaBank ya tenía su sede territorial en Málaga y allí se mantendrá”. De modo que el “Cubo” pasará a tener una importancia testimonial dentro de la nueva organización territorial que tendrá esta institución financiera. Una situación que no ha sorprendido al sector bancario que ya vislumbraba desde hacía tiempo la pérdida de relevancia de este singular edificio: “Si Granada con Bankia tenía una relevancia del 0,10% dentro de la estructura financiera, ahora tendrá el 0,05% lo que es un drama para el futuro económico de la ciudad”.

Emblema de la ciudad

Construido entre finales de la década de los 90 y principios de siglo, el “Cubo” es uno de los edificios más singulares que tiene Granada capital. De hecho, su diseño es obra del arquitecto Alberto Campo Baeza y ocupa un espacio de 39.000 metros cuadrados que llama la atención a cualquier curioso. Su estructura cuadrada, igual a la de un cubo –de ahí su nombre- la convierten en una de las edificaciones más reputadas de Campo Baeza. Fuentes del sector sostienen que esta obra no es más que la consecuencia “de cómo vivían las cajas de ahorros hace 20 años con proyecto megalómanos”.

Su construcción le supuso a Caja Granada un desembolso de 24 millones de euros en una época en la que “corrían ríos de dinero por los pasillos del banco”, según cuentan quienes vivieron aquellos tiempos desde dentro de la entidad. Se proyectó como un edificio concebido para convertir a la caja de ahorros granadina en una referencia, pero el paso de los años y sus cambios de propietarios no hicieron más que confirmar que el edificio había sido un exceso por parte de la entidad financiera.

En dos décadas ha tenido ya cuatro propietarios distintos. Al principio, albergaba a alrededor de 2.000 trabajadores y hoy apenas quedan 250, cuyos puestos corren peligro porque se está negociando un expediente de regulación de empleo (ERE) a nivel nacional. Pero aún conservaba el privilegio de ser sede territorial de Bankia en Andalucía oriental. Algo que ha desaparecido con la decisión de CaixaBank de gestionar las provincias orientales desde la central que ya tenía en Málaga, muy cerca de la calle Larios.

Malestar en el sector financiero granadino

Desde el sector financiero granadino, en el que nadie quiere salir del anonimato porque las consecuencias de la fusión entre CaixaBank y Bankia se siguen negociando, lamentan esta decisión porque creen que Granada vuelve a quedarse en el vagón de cola de Andalucía. “Las administraciones siguen mirando para otro lado y no se vertebra correctamente a la región si se permite que una entidad bancaria elimine una sede como la granadina”. Una cuestión a la que hay que sumar que CaixaBank posee más del 50% del volumen de negocio en Granada al haber adquirido Bankia y al haber hecho lo propio, en su momento, con el extinto Banco de Granada.

El líder del PSOE en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Cuenca, ha sido una de las pocas voces que ha reclamado a CaixaBank que mantenga la sede que tenía Bankia. El concejal dice estar “preocupado” por el futuro de los puestos de trabajo, las oficinas, el Museo de la Memoria y la Fundación Caja Granada que están en el recinto junto al que se levanta el “Cubo”. Además, Cuenca afea al equipo de Gobierno de Ciudadanos y PP que no haga nada para retener la sede central de Andalucía Oriental en la ciudad de la Alhambra. Considera que es un asunto “vital” para el futuro económico de la capital granadina.

Algunas de las voces más críticas del entorno bancario sostienen que lo que ocurre ahora con la sede de Granada no es más que una muerte anunciada desde 2010 cuando fracasó la fusión de Unicaja con CajaSur, al negarse esta caja de ahorros cordobesa y decidir pactar su unificación con BBK. Aquello forzó a un nuevo mapa financiero en el que Caja Granada se alió con el Banco Mare Nostrum (BMN), haciendo que las cajas andaluzas perdiesen terreno y se alejaran de los planes de los expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, de crear una gran caja para toda Andalucía.

“Hace una década ya se decía que había que vigilar la implantación de CaixaBank en la comunidad autónoma porque ya por entonces preocupaba. Ahora ha quedado claro que ha acabado arrasando con lo poco que quedaba de las cajas andaluzas”, argumentan fuentes bancarias a eldiario.es Andalucía.

Planes de futuro

Al respecto de la Fundación Caja Granada y del museo que posee en el edificio que también construyó en 2010 el arquitecto Alberto Campo Baeza, desde CaixaBank dicen que ahora mismo existe un compromiso heredado con Bankia de inyectar un capital de unos 800.000 euros anuales y que, de momento, así seguirá siendo. Pese a que CaixaBank ya cuenta con grandes espacios museísticos en todo el país, el Museo de la Memoria se mantendrá como está.

Por otro lado, en CaixaBank confirman que en los próximos días se instalará el logo de la entidad en la fachada del edificio. Pese a ello, las dudas sobre el futuro que tendrá el “Cubo” se mantienen, aunque desde CaixaBank trasladan que seguirá siendo “muy importante” para el banco porque la entidad tiene mucha relevancia en Granada. Sin embargo, a la pregunta de si se estudian proyectos para ampliar el uso de las instalaciones se responde que eso es algo que se irá viendo.