El equipo multidisciplinar que ha trabajado durante un mes en el paraje del Peñón del Colorado, en Alfacar (Granada), en la búsqueda de la posible fosa común en la que podrían estar los restos de Federico García Lorca, y los que fueron fusilados con él en agosto de 1936, ha culminado sin éxito la intervención, lo que les hace pensar que sus restos “no están aquí”.
El arqueólogo Javier Navarro, coordinador de los trabajos junto al investigador Miguel Caballero, ha confirmado a Europa Press que el equipo no ha podido confirmar la existencia de los tres pozos que, según las fuentes que manejan, pudieron ser usados como fosas comunes en aquellos días de la Guerra Civil.
Tras analizar más del 90 por ciento del terreno que se habían propuesto, ahora dan por finalizado el trabajo de campo y se retirarán a analizar los datos que han obtenido para sacar conclusiones y decidir, en un futuro, sobre una nueva intervención.
Los expertos creen que los restos de Lorca, el maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas “no están aquí”, lo que no significa que “no estuvieran”, ha matizado Navarro, que en las últimas horas de este jueves trabaja junto al resto del equipo para tapar las catas abiertas antes de abandonar el lugar.
Reconoce que estos días han sido de “mucha tensión”, y aunque se hallaron evidencias de alteraciones en el terreno que podían apuntar a la existencia de pozos --en uno de los cuales creían que podían haber sido arrojados los cuerpos-- no se han encontrado. El arqueólogo no ha ocultado su decepción, alegando que “si hubo en algún momento una fosa aquí, ahora ya no está”.
La intervención se ha centrado en un espacio ubicado frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo 'Pepino', en la carretera que va de Víznar a Alfacar.
En ese entorno, en el Peñón del Colorado, se sitúa el camino de acceso al campo de instrucción por donde, según los testimonios publicados por el periodista Eduardo Molina Fajardo y el investigador Miguel Caballero, habrían dado sus últimos pasos Lorca y los que fueron fusilados junto a él.
El equipo ha estado asesorado por el general Nestares, que en 1977 visitó el paraje junto a los supuestos asesinos de Lorca y según su testimonio le marcaron aquí el lugar de su enterramiento. Se trata del hijo del que fuera capitán José María Nestares Cuéllar, jefe del frente de Víznar cuando fue asesinato Lorca.