Decenas de afectados reclaman la reapertura de un pabellón municipal de Granada cerrado hace medio año
El hielo del Pabellón Mulhacén hace ya tiempo que se deshizo. Desde el 30 de mayo, cuando terminó la temporada, no hay nadie que lo utilice para patinar ya que desde entonces permanece clausurado. Casi medio año después, decenas de personas siguen esperando que se le dé una solución a un edificio de nueva construcción que ha estado rodeado de polémica desde el momento en que fue proyectado; no en vano, forma parte de la investigación de la 'Operación Nazarí' por supuesta corrupción urbanística que supuso la detención y dimisión del anterior alcalde de Granada del Partido Popular, José Torres Hurtado.
Lo que sucede ahora con este recinto deportivo no tiene relación directa con ese procedimiento judicial, aunque sí con problemas burocráticos y legales. El Pabellón Mulhacén, que permite la práctica de patinaje sobre hielo tanto en cursos y actividades como de forma libre, permanece cerrado desde hace cinco meses porque el nuevo equipo de Gobierno de Ciudadanos y PP en el Consistorio no ha logrado llegar a un acuerdo con Don Patín, la empresa que tiene adjudicada la explotación del pabellón. Esta reclama una modificación del contrato que le permita obtener más beneficios a finales de año y el Ayuntamiento ha amagado con concedérsela ignorando el pliego de condiciones con el que se le concedió la licencia para utilizar las instalaciones.
“A riesgo y ventura”
Este medio ha tenido acceso al documento por el que en septiembre de 2014 se le concedió la adjudicación del recinto a Don Patín. En él se detalla uno de los puntos controvertidos que utiliza la empresa para pedir la modificación del contrato: el canon que ha de pagar al Ayuntamiento por el uso de las instalaciones. Según la adjudicación, este es del 15% sobre los beneficios anuales después de impuestos. Sin embargo, Don Patín pidió en agosto que se modificara porque alega pérdidas. Al parecer, la empresa sólo obtuvo beneficios en el primer año de explotación. Entonces le correspondía abonar 5.000 euros en concepto de canon que aún hoy no ha sido pagado según fuentes del Ayuntamiento de Granada.
Ahí es donde reside el problema según la información a la que ha tenido acceso eldiario.es Andalucía. Fuentes informadas sobre esta adjudicación señalan que “el Ayuntamiento no puede modificar el contrato porque lo solicite la empresa aunque ésta diga que tiene pérdidas”. El motivo es que en el pliego de condiciones se acordó que Don Patín tendría la concesión del Pabellón Mulhacén durante 35 años y que lo haría “a riesgo y ventura”. O lo que es lo mismo, que aunque perdiese dinero, ese no sería motivo para que el contrato se modificara. Por ello, “si el contrato se modifica, el Ayuntamiento podría estar incurriendo en prevaricación”, sostienen las fuentes consultadas.
Sin solución hasta diciembre
El concejal de Deportes, José Antonio Huertas, sostiene que en septiembre tuvieron lugar conversaciones con Don Patín para modificar el contrato. Sin embargo, aclara que no las llevó él sino el anterior director general del área de Deportes que fue quien llegó a pactar verbalmente una modificación que, según el pliego, no sería legal. El edil tiene claro que “el Pabellón Mulhacén no se va a abrir aún porque la empresa así lo ha dicho”. Además, el hielo tarda alrededor de tres semanas en estar operativo por lo que el horizonte de apertura más optimista es el mes de diciembre.
Pero José Antonio Huertas no descarta que se anule la concesión del uso del pabellón. “Si hay que hacerlo, lo haremos de la forma menos lesiva para todas las partes”, aclara. “De momento hay que esperar a que Contratación revise la petición de Don Patín para tomar alguna decisión”. Lo que es seguro es que decenas de usuarios de la instalación tendrán que seguir esperando o entrenando en lugares que no están habilitados para la práctica de deportes de invierno.
Ese es el caso de Paquillo, una de las jóvenes promesas del hockey hielo granadino que a sus 10 años se está viendo obligado a patinar en unas pistas de fútbol que hay a un kilómetro del Pabellón Mulhacén. Su madre se queja de que “el Ayuntamiento no nos recibe”. “Lo peor es el engaño y dar esperanzas a los niños”, sostiene mientras explica que “mi hijo ha pagado la Federación de Deportes de invierno porque está en un programa de detección de talentos y sin patinar ya casi desde septiembre, que empezaba la temporada, terminarán por echarlo”.