La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) ha financiado con otros 75.000 euros de fondos públicos un centro de estudios privado de Madrid. Se trata del cuarto convenio que sellan esta institución, con sede en Granada, y el Máster de Oncología Molecular para la concesión de “becas de excelencia”. Un hecho que coincide en el tiempo con el proceso de disolución que está llevando a cabo la Junta de Andalucía sobre la EASP para integrarla en el Instituto de Salud de Andalucía, cuyo proyecto de ley para su creación acaba de ser aprobado. Además, se da la circunstancia de que la EASP solo financia las becas, ya que no tiene reconocida ninguna otra función en dicho convenio.
En concreto, según la documentación a la que ha tenido acceso elDiario.es Andalucía, la EASP y el CEB firmaron el pasado mes de julio otro acuerdo para que la escuela andaluza aportase 75.000 euros más a las “becas de excelencia” del Máster de Oncología Molecular que imparte este centro madrileño de cara al curso que acaba de empezar. Esta cuantía se suma a los 150.000 euros que ha aportado la EASP desde que en 2020 se selló el primer convenio entre ambas instituciones, con el visto bueno de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, que no se pronuncia al respecto pese a las preguntas en ese sentido por parte de este periódico.
Como en los anteriores acuerdos de financiación, la única función que tiene EASP es la de financiar las becas y no intervenir ni siquiera en la elección de los becados, a pesar de que se trata de una escuela que tiene un gran prestigio internacional labrado en los más de 35 años de trayectoria que tiene, siendo incluso parte esencial de la creación de la atención primaria en la salud pública. Por eso, fuentes de la escuela tachan de “anómalo” el acuerdo porque la institución andaluza aparece simplemente como financiador, pese a que la propia institución tiene un carácter educativo y debería tener reflejo en el convenio. Sin embargo, en el acuerdo de insiste en que el CEB está “libre de influencia” de la EASP y que tan sólo se utilizará su logotipo para las comunicaciones “orales o escritas” que se produzcan.
Además, cabe recordar que este convenio, cuyo marco se firmó en 2020, se hizo negociado sin publicidad, por lo que ninguna otra entidad pudo ser beneficiaria de esta financiación ya que no hubo un proceso de licitación. Por otro lado, existe una relación entre la gerente del centro privado, Mónica López Barahona, y la propia EASP ya que participa como profesora en unos cursos que imparte la escuela andaluza para directivos llamado ‘Programa de Desarrollo Directivo en el Sector Salud’.
Como ya ocurriera anteriormente, tanto la EASP como el CEB defienden el acuerdo. La escuela andaluza, con sede en Granada, se limita a decir que conocen a los becarios puesto que el centro madrileño les pasa un listado, pero no responden sobre por qué la institución carece de intervención alguna en el máster, más allá de financiar las becas. Por su parte, desde el CEB explican que “el programa docente del Máster de Oncología Molecular para el que se otorgan las becas es público (https://mom.ceb.edu.es/es/) y la EASP lo conoce, así como quiénes son los beneficiarios de las becas, pues se les entrega la resolución de las mismas cada año y las mencionadas becas se entregan en acto público también cada año, acto en el que la persona que la EASP entrega el diploma de la beca al beneficiario tras la lectura pública del acta de resolución”.
Sin embargo, este nuevo convenio coincide en el tiempo con la “disolución” de la EASP como entidad propia, según denuncian trabajadores de la propia entidad y confirma el último movimiento de la Consejería de Salud al respecto. La escuela será parte del futuro Instituto de Salud de Andalucía (ISA), después de que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía haya aprobado el proyecto de ley. Aunque desde Salud confirman que la sede de la escuela se mantendrá en Granada, fuentes de la EASP lamentan la pérdida de prestigio y de independencia que va a suponer este cambio.
El Ejecutivo regional, que aglutinará también a la Fundación Progreso y Salud dentro del ISA, defiende esta nueva institución como una medida “de racionalización del sector público andaluz con el doble objetivo de reordenar los principales entes instrumentales con los que cuenta la Junta de Andalucía en materia de formación, gestión del conocimiento y de investigación en salud”. Al tiempo que aseguran que el nuevo instituto impulsará “la mejora del sistema sanitario público de Andalucía” y aunque no supondrá un esfuerzo presupuestario extra, “supondrá un revulsivo al poder contar Andalucía con un organismo público de investigación que asumirá la coordinación de la red de Fundación Gestoras de la Investigación del SSPA”.
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