Granada, ciudad sin trenes (desde hace un año)
“Hay trenes que solo pasan una vez en la vida” parece una expresión popular que suena a broma de mal gusto en Granada. Porque desde hace más de un año no hay casi rastro de trenes en la ciudad de la Alhambra. El único que entra y sale de su modesta estación, el que permite decir que las vías se usan, es el que diariamente cubre el trayecto entre la capital granadina y Almería.
Desde el 7 de abril de 2015 no hay conexión ferroviaria directa con ninguna otra parte de España si se pretende viajar desde Granada. La razón la encontramos en las obras del AVE que debe llegar a la ciudad pero que de momento no lo ha hecho. Los continuos retrasos desde el año 2004 en esta infraestructura han propiciado que los granadinos y foráneos no tengan más opción que hacer uso del avión o el transporte por carretera.
Porque por carretera es por donde viajan también aquellos pasajeros que deciden hacer uso de este medio de transporte. Tras la paralización de los viajes en abril del año pasado, RENFE activó un plan alternativo para aquellos viajeros que quisieran hacer uso del ferrocarril. Desde entonces es posible ir hacia Madrid, por ejemplo, comprando un billete de tren que incluye un autobús.
La promesa, septiembre de 2015
El Gobierno de España se comprometió en abril de 2015 a que en septiembre del mismo año habría trenes normales y de alta velocidad entrando y saliendo de la capital granadina. Una promesa que pronto quedó en papel mojado cuando los plazos se fueron dilatando. Hasta el punto de que la propia constructora, ADIF, hizo público un informe en octubre que aseguraba que al menos hasta febrero no habría trenes en Granada. Una situación convulsa que ha provocado que según datos de RENFE, haya descendido en más de un 30% el número de viajeros que hacen uso del servicio.
Más rápido
Desde aquella promesa incumplida, los viajeros deben viajar en autobús desde la estación de tren de Granada hasta la estación de Santa Ana en Antequera. Ya desde allí sí se hace uso del tren para viajar a los distintos puntos de la geografía española. Curiosamente, con esta solución provisional el viaje hacia Madrid, por ejemplo, es sensiblemente más corto que el que se hacía antes cuando Granada sí tenía conexión directa en tren. Casi media hora menos de trayecto que entonces. Lo mismo sucede con el viaje a la inversa.
Tras el cambio de alcaldía del PP al PSOE, el nuevo primer edil, Paco Cuenca, ha reactivado la mesa de negociación con el Ministerio de Fomento para tratar de acelerar los plazos y devolver el ferrocarril a la ciudad. De momento, tras varias peticiones de reunión que no han sido aceptadas, lo único que ha logrado el nuevo alcalde de Granada es que el secretario de Estado de Infraestructura, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, viaje este martes a tierras granadinas para entrevistarse con el máximo responsable del Consistorio. Será entonces cuando quizás se ofrezca algo de luz sobre un asunto que tiene a Granada incomunicada por ferrocarril.
Entretanto, la obra del AVE sigue en punto muerto en distintas partes del tramo que debe acabar la línea de Alta Velocidad Antequera-Granada. Un hecho que contrasta con la promesa de Fomento de que para finales de 2016 el tren volverá a la ciudad, ya que parece complicado que dichos tramos como el de Loja o el de la propia entrada a la capital granadina estén listos en menos de seis meses.
