“Es mejor que ahora mismo no te pongas malo en esta ciudad” dice tranquila, mirando de frente y sin esconder su malestar con la situación de la Sanidad en Granada. Es manifestante, una de las miles que han recorrido las calles de la capital este domingo y además es una más de esos médicos que están padeciendo desde dentro la fusión hospitalaria llevada a cabo por la Junta de Andalucía. Su advertencia no es casual. Lo que esconde tras ella son las dudas que presenta la nueva distribución sanitaria de la ciudad. Una distribución que vuelve a poner de manifiesto que las infraestructuras no están funcionando en la capital granadina. Primero porque el AVE sigue sin llegar. Segundo porque el metropolitano sigue siendo una promesa de la Junta y tercero porque precisamente eso, otra promesa de la institución andaluza, está ahogando la cartera sanitaria de Granada.
Pues lo que hace más de una década se anunció, por parte de la Junta, como la construcción de un nuevo hospital clínico para modernizar el existente, ha terminado siendo para la mayoría de profesionales un auténtico quebradero de cabeza. Porque aquel hospital, el que es hoy el nuevo del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) no solo no ha acabado siendo el clínico que existía en el centro de la capital granadina sino que se ha convertido, bajo el amparo de los recortes y de la crisis, en un centro hospitalario que asume distintas especialidades con poco acierto y haciendo a su vez cambiar el modelo que ya funcionaba en el entramado hospitalario que ha funcionado en las últimas décadas en el centro de Granada.
La realidad es que de momento hay serios problemas en cuanto a la Sanidad en la ciudad. El nuevo hospital del PTS sigue sin funcionar como debería pese a llevar ya tres meses en marcha. Según señalan sus trabajadores, las urgencias están con frecuencia desbordadas, los profesionales se encuentran con situaciones a las que no pueden hacer frente por falta de material y los enfermos padecen en ocasiones una odisea que les lleva a recorrer media ciudad para encontrar un tratamiento por falta de especialidades en alguno de los hospitales capitalinos. En el horizonte la situación tampoco se vislumbra muy optimista. Empezando por el traslado del Hospital Maternal al de Traumatología y siguiendo por el progresivo abandono del que ha sido hasta la fecha el Hospital Universitario de San Cecilio.
Una macromanifestación con notables ausencias
Bajo el lema #Granada16O miles de personas llegadas de toda la provincia de Granada, 50.000 según fuentes policiales, han recorrido las calles de la ciudad en una manifestación histórica solo superada en número por las que tuvieron lugar en la capital contra la Guerra de Irak en 2003 con 150.000 personas y en repulsa por el asesinato en Granada a manos de ETA del Fiscal Jefe del TSJA, Luis Portero, en el año 2000 que reunió a cerca de 200.000. A la de este domingo se han sumado granadinos, colectivos ciudadanos, formaciones políticas y sindicatos.
Si dicen que la alegría va por barrios, en este caso habría que decir que lo que va por barrios son las reivindicaciones. Si hace poco menos de un mes en la manifestación para reclamar al Ministerio de Fomento que termine con el aislamiento ferroviario de Andalucía oriental, se caía el Partido Popular, en este caso hay que cambiar a los protagonistas ausentes. Ahora las voces se han dirigido en contra de la fusión hospitalaria impulsada por la Junta de Andalucía y el ausente político ha sido el PSOE secundado por UGT. Hasta en su forma de ser escuderos se han parecido PP y PSOE en ambas manifestaciones. Hoy, como entonces dijeron los populares, los socialistas no han “encontrado razones” para pedir a la Junta que arregle la Sanidad en Granada.
Si bien ha habido representantes socialistas durante la manifestación, el alcalde de la ciudad, Paco Cuenca, no ha acudido. Los que sí han estado han sido el resto de representantes políticos de la ciudad. Todos bajo el amparo de 'Granada por su Salud', un colectivo que aglutina no solo a todos los partidos políticos (incluidos algunos sin representación municipal como UPyD o EQUO) sino que engloba a la mayoría de sindicatos a excepción de UGT que se desmarcó de la plataforma hace unos meses.
Por su parte la Junta de Andalucía en boca de su consejero de Salud, Aquilino Alonso, “respeta la movilización” pero llama a la “paciencia” para lograr que los hospitales de Granada empiecen a funcionar tal y cómo tiene marcada en su hoja de ruta la institución andaluza. Un consejero que deberá reunirse con el alcalde de la ciudad según ha confirmado el propio edil los medios. Cuenca ha solicitado una “reunión urgente” para poner en marcha medidas que solucionen los problemas de los que se han quejado masivamente los granadinos este domingo.
Una revolución sanitaria nacida de las redes sociales
La manifestación ha sido la consecuencia de una revolución gestada íntegramente en las redes sociales. Aunque los profesionales sanitarios llevan desde 2012 advirtiendo de las nefastas consecuencias de la fusión hospitalaria, ha sido este mismo año cuando con la apertura del Hospital Universitario del PTS, las reinvidaciones se han canalizado a través de una persona y utilizando internet como plataforma.
El líder de la revuelta ciudadana para subsanar la decisión de la Junta con respecto a la Sanidad granadina es Jesús Candel. Este médico apodado como 'Spiriman' por ser a su vez profesor de spíribol, comenzó a publicar vídeos en Facebook en los que ponía en aviso a la ciudadanía de Granada. Con un lenguaje cercano y sin tapujos, Jesús Candel 'Spiriman' ha logrado en apenas unos meses hacer calar el mensaje de que la ciudad tenía que tomar conciencia del peligro que a su juicio y al de muchos profesionales, supone la distribución hospitalaria que se quiere imponer.
De hecho él llamó a la movilización de este domingo 16 de octubre y él, junto con otros médicos y miembros de 'Granada por su Salud' han encabezado una manifestación sin siglas políticas. Porque así lo han pedido expresamente ya que consideran que se trata de un problema de todos los granadinos. Precisamente por ello han puesto especial interés en que nadie acudiese a la cita portando cualquier signo que los relacionase ni con una formación política, social o sindical.
Porque lo que piden es que en Granada haya dos hospitales completos. Que la cobertura sanitaria llegue por igual a la zona norte y a la zona sur evitando que los enfermos tengan que “autodiagnosticarse para elegir ellos mismos a qué hospital les conviene acudir” según explicaba el propio 'Spiriman' al término de la manifestación. No entienden la necesidad de las duplicidades cuando antes sin el hospital del PTS la infraestructura sanitaria ya funcionaba bien. Achacan a los recortes la decisión de dejar medio hospital en cada zona en lugar de dos hospitales completos. Durante la lectura del manifiesto final, los asistentes a la cita han mostrado su apoyo en masa con consignas de toda clase y con un grito de guerra que ya forma parte de esta lucha: “¡Yeah!”.
“Nos están abandonando porque quieren que nos muramos porque no hay dinero para pagar tantas pensiones” decía uno de los asistentes de avanzada edad que tiene su propia visión de lo que sucede. Porque queda claro que tras la reinvidación hay mil historias. Casi tantas como manifestantes. El foco del dolor al menos para una buena parte de la sociedad parece estar localizado. Corresponde pues a unos y a otros evitar que haya tal metástasis que la enfermedad de la distribución hospitalaria en Granada se haga irreversible.