- Fuentes del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) se quejan de que la estación de esquí de Granada tiene un problema de seguridad porque los bomberos más cercanos están a casi una hora de distancia
Una de las estaciones de esquí más importantes de España como lo es Sierra Nevada en Granada no tiene bomberos. La estación granadina padece de un problema que es a su vez un riesgo importante para la población y visitantes de Sierra Nevada, según explican los profesionales que trabajan en la extinción de incendios y en el auxilio de personas. Un problema que lleva décadas sin solución a pesar de que existen la predisposición y los medios para ponerle remedio.
La estación de esquí de Sierra Nevada se encuentra enclavada en el macizo montañoso más alto de la península Ibérica y en él, a su vez, hay una pequeña localidad, Pradollano, cuyo número de habitantes crece exponencialmente en invierno -cerca de los 150.000 visitantes en periodos señalados-. Dicha localidad pertenece a su vez al municipio de Monachil que es quien gestiona en último término el día a día de Pradollano aunque en lo referente a las instalaciones de la estación como tal, las responsabilidades recaen sobre la empresa concesionaria de titularidad pública y dependiente de la Junta de Andalucía: Cetursa. Sin embargo, quien tiene la última palabra sobre la dotación o no de bomberos es la Diputación de Granada, actualmente en manos del PSOE.
No obstante, un incendio la pasada noche de Reyes ha sido el que ha vuelto a poner el problema de relieve. Con lo sucedido entonces, partidos políticos como el PP han vuelto a poner el grito en el cielo para reclamar que Sierra Nevada cuente con su propio retén de bomberos. Porque aunque el fuego, ocasionado por unos cohetes, quedó finalmente en una anécdota por la rápida actuación del personal de Protección Civil y la de los propios bomberos que subieron a la estación desde Granada, el peligro volvió a ser evidente.
Porque esa es la respuesta con la que cuenta actualmente la estación de esquí. Con lo que puedan hacer sobre el terreno los profesionales de Protección Civil y lo que consigan hacer una vez lleguen a Sierra Nevada los bomberos que deben subir desde el Parque Sur ubicado en la capital granadina. En este caso tienen que cubrir un trayecto que, en condiciones favorables, no baja de unos 40 minutos de duración y que con condiciones adversas -lógicas por otro lado en una estación de esquí- puede demorarse más de una hora.
Promesas ancladas en el tiempo
La última vez que se alcanzó un acuerdo sobre un posible retén de bomberos fue en el otoño de 2015. En aquella fecha, la Diputación de Granada decidió por unanimidad poner en marcha dicho retén. Era la decisión adoptada después de que en enero de ese mismo año ardiese hasta las cenizas uno de los hoteles de lujo de Pradollano.
Pero de aquello no hay nada hoy. El único personal con el que cuentan los habitantes y visitantes de Sierra Nevada es con el de Protección Civil que sí está en la estación de esquí pero no hay ni rastro de bomberos. A pesar de que sí hay instalaciones para ello. Porque Sierra Nevada cuenta con su propio parque de bomberos desde 1994 cuando se levantó de cara a los mundiales de invierno que se celebraron en 1996. Sin embargo, cuando aquella cita internacional terminó, los bomberos dejaron de estar en la montaña granadina.
Ernesto Moreno, secretario general del Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) en Granada, explica que “somos fundamentales en Sierra Nevada, y lo somos tanto que cada vez que se produce un evento internacional, la organización de ese evento obliga a que haya un retén de bomberos”. De hecho, la última vez que hubo un retén de bomberos fue en 2017 cuando se celebró el Mundial de Snowboard. Desde entonces, como sucediera tras los mundiales de invierno de 1996, no hay profesionales contra la extinción de incendios.
Una inversión en sueldos
Moreno argumenta que la única inversión que haría falta para que Sierra Nevada contara con un equipo de bomberos fijo es la de sus propios sueldos. Porque, recalca, “la estación ya tiene sus propias instalaciones que se utilizan cada vez que hay un evento”. “Si la gente supiera el peligro diario al que se exponen en Sierra Nevada, algunos se lo pensarían”, apunta el secretario general de SAB Granada. Porque los bomberos no solo actúan en caso de incendio sino que participan en muchas más tareas que requieran de su pericia: rescates, derrumbes, aludes o accidentes de toda clase.
En números, según los datos de Ernesto Morales, “harían falta 9 bomberos entre diferentes tipo de personal”. Traducido a sueldos, eso supondría que si un bombero gana aproximadamente 2.300 euros mensuales brutos, la Diputación de Granada tendría que desembolsar algo menos de 250.000 euros. Una cuantía económica que de momento no se ha puesto encima de la mesa pese a que según las cuentas de 2018 del mismo organismo, el ejercicio se cerró con más de 2,5 millones de euros de superávit.
Limitación legal
Desde el Consorcio Provincial de Bomberos dependiente de la Diputación de Granada, su presidente Pedro Fernández muestra la total disposición de su organismo para poner en marcha el retén que piden los profesionales. Sin embargo, recuerda que hay dos cuestiones encima de la mesa que impiden su puesta en marcha: una cuestión de tipo económica y la otra de carácter legal.
Con respecto al problema económico, Fernández señala que “el retén en la Sierra tendría un coste económico importante, de unos 750.000 euros al año, según las estimaciones, porque habría que incorporar a varios bomberos para tener una dotación mínima”. Una cifra mucho más elevada que el cálculo que se obtiene al multiplicar los salarios anuales de los 9 bomberos con los que contaría el retén. Dicha cifra la justifica asegurando que “los bomberos son funcionarios a los que hay que pagar todo el año, no solo los meses de invierno”. Algo que ya se contempla en el gasto anual de más de 210.000 euros que supondrían los sueldos.
Sin embargo, el representante del ente provincial de bomberos argumenta que existe también un problema de tipo administrativo. “Existe una limitación legal para la incorporación de empleados públicos, derivada de la normativa estatal, que dificulta la puesta en servicio de ese retén”, señala Fernández. Es decir, “una administración local no puede abrir un proceso de oposiciones así como así, que tiene unas limitaciones legales que se concretan en la tasa de reposición”. A su vez solicita ayuda a Cetursa -y por lo tanto a la Junta de Andalucía- para contar con más dinero para el retén de bomberos.
Por su parte, José Morales (PSOE), alcalde de Monachil (municipio al que pertenece Pradollano) asegura que desde su Consistorio se lleva “toda la legislatura presionando y pidiendo que haya un retén de bomberos por lo que seguimos esperando que la Diputación haga algo”. Además, Morales también aclara que “el parque de bomberos que hay ahora mismo en Sierra Nevada está en perfectas condiciones, para que mañana mismo haya bomberos trabajando allí”. Algo, que de momento, no sucede y que habrá que ver si se lleva algún día a cabo. “Esperemos que no tenga que pasar nada grave para que se nos haga caso”, sentencia Ernesto Moreno, secretario general del SAB en Granada.