La Junta de Andalucía sube el alquiler a medio centenar de empresas granadinas tecnológico-sanitarias en medio de la COVID-19
La Junta de Andalucía, a través de la Agencia IDEA, ha decidido subir el precio del alquiler de los locales y naves que esta decena de 'startups' utilizan para desarrollar su negocio en el Business Innovation Center (BIC) del Parque Tecnológico de la Salud (PTS). Lo ha hecho, según denuncian las entidades afectadas -alrededor de 50-, en plena pandemia por la COVID-19, de forma unilateral, aseguran, y empeorando la cartera de servicios con la que contaban por instalarse en ese centro.
Los hechos se remontan al pasado mes de enero. En esa fecha, el medio centenar que trabajan en el BIC se encontraron con que el servicio de recepción con el que contaban había sido suspendido por la Agencia IDEA. Fuentes cercanas a las empresas aseguran que la decisión se tomó sin consultarlo previamente con las 'startups' y sin posibilidad de que estas pudieran tener una compensación a cambio de esa pérdida. No fue hasta varios días después cuando, tras una reunión con los responsables del BIC y de la Agencia IDEA, estos le trasladaron a las empresas que si querían recuperar ese servicio debían pagar por él. Ya en mayo, en pleno estado de alarma, la amenaza se volvió real al publicarse un pliego que actualiza el precio del alquiler de todos los locales y que “ahoga” la economía de la mayoría de 'startups' del BIC. Porque cuando se les vayan acabando los actuales contratos (tienen una duración de 2 años) deberán firmar el nuevo con el alquiler más caro o marcharse del centro.
Primera subida desde la creación del BIC
Se trata de la primera subida del arrendamiento que se produce en este BIC, sin embargo, los empresarios se sienten engañados. “Nos mintieron a la cara en aquella reunión porque nos querían convencer de que el servicio de recepción era un extra cuando ya venía incluido en el folleto publicitario con el que se vende qué ofrece el BIC”, explica a eldiario.es Andalucia la representante de una empresa que no quiere dar su nombre por miedo a represalias. “Nos jugamos empleos y contratos que tenemos en marcha”, asegura. Una opinión que comparte con el resto de fuentes que han participado en la elaboración de este reportaje y que prefieren permanecer en el anonimato por esos motivos.
Sin impulso
Para entender mejor qué ocurre en este caso y por qué denuncian las empresas su situación, hay que conocer qué función cumple el BIC. Esta no es otra que la de dar soporte y servir de impulso para empresas tecnológicas y sanitarias de I+D+i, dado que la sede se encuentra en pleno Parque Tecnológico. En teoría, la Junta de Andalucía utiliza esas instalaciones para ofrecer, mediante concurso público, locales para que empresas de nueva creación puedan desarrollar su actividad en condiciones más ventajosas. Entre otras razones porque por el precio que abonan las empresas pueden tener acceso a diferentes servicios que les ahorra costes.
En ese marco se ha desarrollado la actividad del BIC desde hace más de una década. “Nos ha ido más o menos bien a todas las empresas que hemos estado ahí, pero desde que cambió el Gobierno andaluz, hemos empezado a notar cambios”, dice Lidia -nombre ficticio de otra de las afectadas-. Asume que “el BIC tiene una deuda muy grande y quieren saldarla a costa de nuestro esfuerzo”, aunque no ha sido posible cotejar a cuánto ascienden las pérdidas del centro, las empresas dan por hecho que existen. “Nosotros no tenemos la culpa de que no sea todo lo rentable que quieren”.
Precios “desfasados”
Este medio ha tenido acceso a numerosos correos y mensajes enviados por las empresas afectadas a los dirigentes de la Agencia IDEA que gestionan el BIC y a la propia dirección del centro. En la mayoría de casos las entidades expresan su malestar y piden explicaciones para poder llegar a un entendimiento. Sin embargo, no han recibido más explicaciones que las que se les dieron en su día para justificar la subida basándose en que había que pagar por los nuevos servicios, con los que en realidad contaban desde hacía tiempo.
Para contrastar la información y las protestas de las 'startups' esta cabecera ha contactado con las diferentes fuentes oficiales. De todas ellas, solo la Delegación de Economía de la Junta de Andalucía en Granada ha querido hacer declaraciones. Desde la dirección del BIC no quieren hablar y en la Agencia IDEA han declinado las invitaciones para remitirse a la versión de la Delegación de Economía. Una versión que explica lo ocurrido en el nuevo pliego porque los precios anteriores estaban “desfasados”. De hecho no se habían subido en los últimos once años.
“Nosotros como administración estamos obligados a que los precios que ofertamos estén ajustados a mercado y tasados por entidades homologadas. Los inquilinos a los que le vaya cumpliendo contrato pueden concurrir en estas condiciones y mantener sus instalaciones, y así viene ocurriendo con absoluta normalidad”, dicen fuentes oficiales de Economía. Sostienen que, como en el BIC, esta actualización de precios se está dando “en todos nuestros espacios”. Y con respecto al servicio de recepción, aclaran que se ha llegado a un acuerdo con una nueva empresa para que lo lleve a cabo. El contrato “lo ganó un Centro Especial de Empleo y se viene prestando con normalidad repercutiendo en el precio como se informó en su día a los actuales inquilinos”.
Niegan que no se haya informado a las empresas del BIC de la subida del precio del alquiler y de las razones que ha habido para ello. “El proceso por el que se han actualizado los precios es largo y se ha ido desarrollando durante meses, avisando a las entidades de ello”, sostienen las fuentes oficiales. Insisten en que “no podemos mantener los precios desfasados y si se han subido los alquileres en plena pandemia no ha sido porque se haya querido hacer daño a las empresas, sino porque el proceso llevaba tiempo y acababa entonces”. No obstante, señalan que “estamos a disposición de todas las entidades para aclarar sus dudas”.
Éxodo de empresas
Con este panorama, la subida del alquiler de forma repentina y la pérdida del servicio de recepción están provocando que muchas empresas decidan marcharse del BIC en cuanto sus contratos venzan. En el último mes, de acuerdo con la versión de de las propias entidades, han abandonado el BIC una decena de 'startups'. Según el nuevo pliego de condiciones, al que ha tenido acceso este medio, el incremento de la renta arrendataria supone en algunos casos cantidades desorbitadas. El impacto de la subida en algunos casos concretos ha supuesto que, de acuerdo con la información facilitada, pasen de pagar 1.446 euros al mes a 2.181 euros mensuales. Otra de las entidades tendrá una subida mayor y pasará a pagar 3.061 euros por los 1.709 mensuales que tenía hasta la fecha.
Juan, otro de los afectados que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que “lo peor es haber venido a decirnos que nos iban a ayudar para después darnos la puñalada por la espalda con nocturnidad y alevosía”. El empresario, como el resto de sus compañeros del BIC, cree que el hecho de haber decidido la subida durante la crisis de la COVID-19 deja en mal lugar a la Agencia IDEA y que suena a chantaje: “Con la espada de Damocles encima. Si no aceptas lo que nosotros decimos te vas. Como si mover una empresa de la noche a la mañana fuese fácil”.
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