20 días después, se despejó la incógnita: Luis Salvador, exalcalde de Granada, será concejal en el equipo de Gobierno del PSOE de Francisco Cuenca. Según adelanta Ideal y ha podido confirmar elDiario.es Andalucía, el exregidor llevará una nueva concejalía que se ha creado para encontrarle acomodo después de que su apoyo en la investidura fuese esencial para que los socialistas se hiciesen con la alcaldía granadina. Salvador será el encargado de Estrategia 2031, una cartera que pretende impulsar la Capitalidad Europea de la Cultura que Granada aspira alcanzar en esa fecha.
De esta forma, se confirma lo que era un secreto a voces: Luis Salvador tendrá una concejalía en el nuevo equipo de Gobierno. Algo que ni él ni los socialistas habían negado en los últimos días utilizando el discurso de que la ciudad necesita “estabilidad”. De hecho, el propio Salvador dimitió como alcalde y anunció su apoyo al PSOE al mismo tiempo basándose en ese discurso. Que no quería ser quien frenase a un Gobierno municipal como le habían hecho a él durante los dos años que duró su bipartito con el PP. Lo que no se sabía es qué papel jugaría en el nuevo proyecto consistorial, aunque ya dio pinceladas en la rueda de prensa de su renuncia al recordar que su proyecto como alcalde era a largo plazo y con el objetivo de alcanzar la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031.
Del odio al amor
Sin embargo, su integración con los socialistas -aunque no deja Ciudadanos pues sigue perteneciendo al partido y continúa existiendo el grupo municipal- sí que llama la atención porque desde el PSOE fueron hostiles con Luis Salvador hasta poco antes de que el exregidor dimitiera. Salvador, que fue afiliado y senador por los socialistas entre 2004 y 2011, se marchó del partido para expandir nacionalmente la marca de Cs cuando se quedó sin sitio en las filas del PSOE. Además, en los últimos años ha habido ataques frontales entre Salvador y los socialistas, que no se han guardado casi nada para atacarse. Sin ir más lejos, cuando se negociaba el futuro del Ayuntamiento tras la dimisión en bloque del Partido Popular y dos concejales de Ciudadanos del equipo de Gobierno, Jacobo Calvo, secretario de Organización del PSOE de Granada capital, llegó a decir que con Salvador no irían “ni al tranco de la puerta”.
No solo eso, el exalcalde también trató de llegar a un acuerdo con los socialistas para evitar una moción de censura. Para ello, según desveló eldiario.es Andalucía, Luis Salvador utilizó sus contactos dentro de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para llegar hasta la cúpula del PSOE en Ferraz y pedir que no le hiciesen la cama. Entonces, desde Madrid negaban cualquier acuerdo y dejaban en manos de la dirección granadina lo que pudiera pasar. Desde Granada negaban pacto alguno.
Sin embargo, los malos tiempos entre los protagonistas parecen olvidados. De la enemistad se dio paso al entendimiento y del entendimiento al encuentro entre dos partes que fueron irreconciliables no hace mucho tiempo. Los socialistas avalan esta unión con Luis Salvador asumiendo que es parte de un pacto global que permite dotar de gobernabilidad a su mandato. Mientras que desde la oposición se ve todo como un juego de sillas. Fuentes consistoriales dan por hecho que el acuerdo entre Salvador y el PSOE se selló con la promesa de que el exalcalde pudiera mantener a parte de su equipo trabajando con él. Personas que llevan años siendo de su círculo de confianza y que se quedaban sin sitio tras su dimisión.
Fuentes socialistas dicen no saber nada al respecto porque es algo de lo que aún no se ha hablado. Sin embargo, el propio Salvador confirma a este medio que sí tendrá a su propio personal en la concejalía. “Como cualquier responsable de delegaciones del alcalde necesito algún medio igual que el resto de concejales”, dice. No obstante, añade que no contará con todo el equipo que ha tenido hasta la fecha. Además, sobre su nueva función dice que la llevará a cabo “con sueldo de concejal sin plus de ningún tipo y con recursos municipales como cualquier área”. Y sentencia que su dedicación será “trabajar por proyectos”.
Con la incorporación de Luis Salvador al equipo de Gobierno se cierra el círculo de fichajes procedentes de Ciudadanos. El primero que se sumó al mandato socialista fue José Antonio Huertas, el último concejal que le quedaba a Salvador en su particular bipartito. Huertas ha vuelto a asumir la Concejalía de Hacienda y es tercer teniente de alcalde. Su nombramiento se produjo a la vez que la del resto de ediles socialista y, a diferencia de Salvador, sí integra la Junta de Gobierno Local. Aunque ambos siguen perteneciendo al grupo municipal de Ciudadanos, su partido les ha abierto un expediente de expulsión al considerar que han traicionado la estrategia política de los naranjas al apoyar al PSOE. Una situación rocambolesca que hace que Huertas y Salvador sigan siendo de Cs, pero que ahora lleven a cabo las políticas municipales de los socialistas, lo que enciende los ánimos y las suspicacias de la oposición.
La mayoría en peligro
De hecho, la entrada del exalcalde en el equipo de Gobierno está levantando ampollas en el otro socio necesario del PSOE. En Unidas Podemos-IU no ocultan que no están de acuerdo con que se cuente con Salvador y Huertas para lo que queda de mandato y que, en ese sentido, se lo van a pensar a la hora de entrar en el gobierno municipal. Antonio Cambril, portavoz de la coalición de izquierdas, dice no tener nada en contra de ambos políticos a nivel personal, pero sí sobre su acción política en el Ayuntamiento: “Consideramos que el comportamiento de Salvador y Huertas no ha sido ejemplar, como el del resto de sus socios de la derecha”.
Algo que pone en juego la mayoría del PSOE en los plenos, ya que hasta la fecha solo tiene asegurados 12 de los 14 votos que necesitaría para sacar sus proyectos adelante. Los socialistas han de convencer a los tres ediles de Unidas Podemos-IU si quieren tener un mandato estable y no depender de acuerdos puntuales que puedan romperse. Necesitan que la coalición esté en el equipo de Gobierno, pero a día de hoy no lo han conseguido tras fichar a Luis Salvador y a José Antonio Huertas y poner a Unidas Podemos-IU en la tesitura de unirse a un gobierno municipal en el que tendrían que entenderse con políticos a los que no son afines desde el principio.