La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El PSOE se acerca a la mayoría absoluta en la Diputación de Granada pero retrocede en municipios importantes de la provincia

Se las prometían felices en el PSOE de Granada antes de las elecciones locales de este 26 de mayo. Las sensaciones, las encuestas y los resultados de las generales de abril apuntaban a una hegemonía socialista en la provincia. Y aunque todo indica que lograrán mantener la Diputación, rozando la mayoría absoluta en ella, la pérdida de alcaldías de municipios importantes han supuesto un contratiempo inesperado que el PP ha aprovechado para evitar su propia debacle.

Con los números en la mano, el PSOE ha ganado las elecciones en la provincia de Granada. De hecho, ha obtenido más del 37% de los votos totales aunque no ha sido la formación que más ha crecido con respecto a 2015. Vox ha pasado de la irrelevancia a obtener casi 20.000 votos y Ciudadanos ha mejorado en 15.000 las papeletas logradas entonces. Una subida que permite al partido de Albert Rivera ser la llave de muchos ayuntamientos granadinos.

La gran sorpresa la ha protagonizado Izquierda Unida que ha superado a Adelante (Podemos) en votos y de paso le ha permitido colocarse como la cuarta formación de la provincia superando la irrupción de Vox. La subida de IU explica la caída en picado de Podemos que pierde la mitad de la confianza que los granadinos le dieron en las anteriores municipales. El PP, por su parte, que también se suma a la bajada y protagoniza la más abrupta con 25.000 votos menos que en 2015, puede respirar tranquilo pese a su derrota, logra sumar para alcanzar alcaldías de peso en Granada.  Todo ello en un contexto en el que la participación ha sido muy similar a la de hace cuatro años rozando el 65%.

Diputación socialista

A la espera de que el recuento total de votos se materialice, la Diputación irá a parar a manos del PSOE. Lo único que está por ver es si los socialistas lograrán la mayoría absoluta o se verán obligados a pactar con Podemos o Izquierda Unida a expensas de lo que la Junta Electoral decida sobre las coaliciones municipales que ambos partidos han protagonizado. Pero si el actual presidente en funciones de la Diputación, José Entrena, saca pecho y presume de su reelección es en parte por los grandes resultados que los socialistas han obtenido en Granada capital y el área metropolitana.

De los nueve partidos judiciales en los que se divide la provincia, en el de Granada y los pueblos del cinturón los socialistas han vencido holgadamente al PP lo que les pone en bandeja la institución provincial. La victoria se ha cimentado sobre todo por la nueva mayoría absoluta de Noel López en Maracena, la victoria de Francisco Cuenca en la capital y la lograda por Dolores Cañavate en Armilla. Porque ni siquiera la derrota socialista en localidades importantes como Loja o Guadix les hace dudar que lograrán 14 de las 27 sillas que hacen falta para obtener la mayoría en la cámara provincial.

Líderes incombustibles

La resaca electoral deja a dos grandes vencedores en la provincia de Granada más allá de los grandes partidos. Sus nombres son los de Noel López y Pedro Fernández. Ambos son socialistas y ambos comparten mandatos en sus respectivos ayuntamientos. Tras las elecciones municipales los dos podrán decir que seguirán siendo alcaldes de Maracena y Baza respectivamente cuatro mandatos después desde que accedieran a sendas alcaldías en 2007.

En el caso de Baza, la victoria de Fernández está clara, lo que no lo está es si lo ha hecho por mayoría absoluta o no. Un problema en el recuento oficial pone en duda si el socialista podrá revalidar dicha mayoría o tendrá que pactar con Izquierda Unida para lograrla. En cualquier caso, se da por sentado que seguirá al frente del Ayuntamiento bastetano. Pues aunque IU no le otorgara su confianza, la suma de las derechas no llega para impedir que los 10 concejales socialistas obtengan una mayoría simple. PP, Ciudadanos y Vox se quedan en 9 actas.

Más clara y aplastante ha sido la victoria de Noel López. El alcalde de Maracena, que competía contra rivales que hasta hace poco pertenecían a su propio equipo de Gobierno, no solo ha salido triunfador sino que ha mejorado los votos cosechados en 2015. Ha obtenido 300 votos más que entonces cuando a estas elecciones concurrían más partidos que nunca. Podrá gobernar con sus 11 concejales en mayoría absoluta plácida cuatro años más y solo tendrá que rendir cuentas en el pleno ante una oposición que ha vuelto a fracasar en su intento por derrocarle. Tanto es así que el PP ha pasado de 3 a 2 concejales y Podemos ha hecho lo propio de 5 a 3. El único que se ha mantenido ha sido Ciudadanos con 2.

El PP cae pero podrá gobernar

La otra noticia al margen de la victoria socialista en la provincia es que el retroceso del Partido Popular no ha resultado ser tan fatal como se pronosticaba. De hecho, los populares han recuperado plazas importantes como Guadix o Albolote y mantendrán otras que parecían tambalear como Loja y Almuñécar. Siendo de todos ellos el caso más llamativo el del último municipio, el sexitano, donde la lista más votada con diferencia podría no tener la alcaldía.

Juan Carlos Benavides, quien ya fuera alcalde de Almuñécar durante más de dos décadas, ha sorprendido a propios y extraños alzándose con la victoria en las elecciones. Su partido, Convergencia Andaluza, ha sido el más votado por encima de PP y PSOE pero los números no le son del todo favorables para regresar a la alcaldía que perdió en 2011. La líder popular actual alcaldesa, Trinidad Herrera, tiene ante sí la tarea de llegar a pactos que le permitan continuar y el escenario se antoja de todo menos sencillo para ambos líderes.

Diferente ha sido el caso de Guadix. En la capital de la comarca accitana se ha producido un vuelco que ha beneficiado al PP. Permitiéndole ganar y tener en su mano el bastón de mando ante la abrupta caída de un PSOE que pierde de 7 a 5 concejales y que hasta ayer era el partido que mandaba en este Ayuntamiento. Los populares de Jesús Lorente solo necesitan de un pacto con Ciudadanos para obtener 12 concejales, uno más de los que son necesarios para la mayoría absoluta.

Albolote es otro de los municipios con peso en la provincia que pierden los socialistas. En este caso, un 'pacto a la andaluza' daría el gobierno local al Partido Popular de Salustino Ureña. Populares, Ciudadanos y Vox suman para lograr los 9 concejales que hacen falta para la mayoría absoluta que haría perder la alcaldía al PSOE si el acuerdo se firma como parece probable.

Ayuntamientos en el aire

Los casos de Guadix y Albolote ponen de relieve que Ciudadanos va a volver a jugar un papel central en muchos ayuntamientos de la provincia. Los de la formación naranja no solo pueden decidir quién tendrá el bastón de mando de Granada capital sino que tendrán cierta importancia en otros lugares claves como Motril y Armilla. Especialmente en el primero de los ayuntamientos donde han logrado entrar por primera vez al salón de plenos tras no lograr ningún concejal en 2015.

María Luisa Chamorro, del PP, ha ganado las elecciones pero ha perdido con respecto a 2015 y necesitará de un acuerdo con los de Rivera para gobernar. Pero también tendrá que echar mano de más pactos si aspiran a lograr la alcaldía que hasta ahora ha ostentado Flor Amón del PSOE. No obstante, el retroceso en votos y concejales de los socialistas (de 7 a 6) y de su socio de gobierno, Más Motril (de 5 a 3), auguran reuniones largas para alcanzar algún tipo de entendimiento a derecha o a izquierda para tener el bastón de mando motrileño.

Menos intensos tendrán que ser los encuentros entre Dolores Cañavate, alcaldesa de Armilla y ganadora de las elecciones locales, y su eventual socio para un pacto de investidura. El PSOE ha logrado mejorar sus resultados quedándose a un solo concejal de la mayoría absoluta y necesitaría de la abstención de Podemos, que ha salvado precisamente tal número de sillones. La suma de PP, Ciudadanos y Vox no daría por sí sola para que el escenario fuese diferente a un gobierno de izquierdas en Armilla.

Donde también valdrá un pacto similar será en Salobreña. El caso de este municipio de la Costa Tropical es importante porque su alcaldesa, María Eugenia Rufino, ha perdido la mayoría absoluta que ostentaba en 2015 tras dejarse por el camino 2 concejales que ha ganado Ciudadanos que, como en Motril, no había tenido sitio en el salón de plenos hasta ahora. No obstante, los naranjas no harían falta para que la alcaldesa repitiera pues con los dos concejales de Izquierda Unida ya le valdría para revalidar su puesto.