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El PSOE de Granada acerca posturas con Vox y le pide que vote contra el gobierno municipal de Cs y PP

Granada va camino de tener el Ayuntamiento más inestable de España si no lo es ya. Un nuevo episodio de la guerra que mantienen Ciudadanos, Partido Popular y Vox ha supuesto que el PSOE pueda sacar tajada ante la posibilidad de recuperar la alcaldía si logran encabezar una moción de censura en la que obtengan mayoría absoluta. Para que eso se produzca, Vox ya ha abierto la puerta a un entendimiento con los socialistas esta misma semana y estos parecen haber recogido el guante, aunque solo sea en parte.

Si la formación de extrema derecha ofrecía este martes al PSOE la posibilidad de apoyarles en una moción de censura encabezada por ellos contra el alcalde de Ciudadanos, Luis Salvador, este miércoles el que podría salir beneficiado de esa situación, el exedil socialista, Francisco Cuenca, ha acercado posturas. Cuenca ha explicado ante los medios de comunicación que lo que está sucediendo en Granada con el pacto entre Cs y PP, que necesita de Vox para que se mantenga los cuatro años, es el ejemplo claro de que a los dos primeros partidos no les importa realmente la ciudad.

El exalcalde de Granada ha lamentado el estado de paralización que vive la ciudad a nivel municipal y ha tachado de “mentirosos compulsivos” a Luis Salvador y a Sebastián Pérez, número uno de los populares, por haber pactado un equipo de gobierno en el que, en teoría, se ha incrementado el gasto de personal. Según los socialistas, que Cs y PP hayan acordado siete tenientes de alcalde es una subida de sueldo encubierta en una ciudad que tiene graves problemas en su tesorería municipal. Además de eso, Cuenca ha mostrado su comprensión hacia los líderes de Vox al argumentar que estos se están dando cuenta ahora de quiénes forman parte del acuerdo de investidura que se selló para darle la alcaldía a Luis Salvador pese a haber logrado solo cuatro concejales.

No al pleno de organización

El acercamiento del PSOE a Vox para vetar las intenciones del actual gobierno municipal se ha materializado con la propuesta hecha por parte de los socialistas a la formación que dirige Santiago Abascal. Desde el PSOE, Francisco Cuenca ha instado a Vox a votar en contra de la estructura de gobierno propuesta por Luis Salvador en el próximo pleno de organización que aún no tiene fecha.

En Vox parecen haber recogido el guante y están dispuestos a hacer realidad los deseos de Cuenca. No en vano, el portavoz de la extrema derecha en el Ayuntamiento de Granada, Onofre Miralles, ya anunció que no acudiría al pleno de organización para no apoyar lo que entiende como un gobierno municipal que no respeta la regeneración democrática. Sin embargo, que Miralles no acudiera a la cita no suponía un problema para la continuidad de lo acordado entre Cs y PP porque aunque obtendrían 13 votos a favor (7 del PP, 4 de Cs y 2 de Vox), los mismos que la izquierda de PSOE y Podemos-IU (10 y 3 respectivamente), el voto de calidad de Luis Salvador como alcalde tendría valor doble.

Pero Onofre Miralles no será el único concejal de Vox que estará en contra del gobierno municipal. Según explica a este medio, Miralles y los otros dos concejales de la extrema derecha también votarán en contra de la modificación del Régimen Orgánico del Ayuntamiento (ROM) que hay que aprobar para que, entre otras cuestiones, Sebastián Pérez pase a ser vicealcalde como ha propuesto Luis Salvador para solventar así la duda de si habría o no alternancia en la alcaldía entre ambos políticos. Miralles tampoco descarta más pasos en el futuro con el PSOE porque con ellos “no se cierra ninguna puerta”.

Enjambre normativo

En cualquier caso, fuentes jurídicas del Ayuntamiento de Granada consultadas indican que el único veto que podría hacer Vox sería el de votar en contra del ROM y nada más. Porque en el pleno de organización lo único que pasa por el sufragio de los concejales son las cuestiones referentes a los niveles esenciales de la organización municipal como los coordinadores o directores de área. Es decir, el personal de confianza.

Un enjambre normativo difícil de encajar porque si finalmente Vox votara en contra de esta estructura, lo que sucedería es que se regresaría a la que había anteriormente cambiando los nombres de las personas designadas por el nuevo equipo de gobierno. Una situación complicada que en cualquier caso augura que en el Consistorio aún quedan mucho que negociar y que lo pactado solo sirvió para la investidura que colocó a Luis Salvador como alcalde.