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¿Por qué un pueblo de Granada se ha quedado dos veces en un año sin suministro de agua potable?

Los vecinos de Alamedilla se están acostumbrando a quedarse sin agua potable

Álvaro López

Alamedilla (Granada) —

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En Alamedilla (Granada) se levantan cada día preguntándose si podrán utilizar el agua potable. No es una cuestión menor ya que en lo que va de 2023 están atravesando el segundo corte de este suministro en apenas seis meses. Tampoco es un hecho que se haya producido solo este año, sino que entre 2016 y 2017 la localidad, que se sitúa en la comarca de Los Montes y cuenta con 600 habitantes, ya estuvo más de 500 días sin acceder a este recurso básico, obligando a los lugareños a utilizar un camión cisterna dispuesto por la Diputación de Granada. Analizamos las causas.

El corte que se está produciendo en esta ocasión tiene el mismo origen: el agua contiene más cantidad de nitratos por litro de lo recomendable al estar por encima de los 50 mg/L. Esto se ha producido después de que el Ayuntamiento de Alamedilla se haya visto obligado a utilizar otros pozos diferentes al manantial principal porque éste se ha secado. Como estos sondeos se utilizan también para la agricultura de la zona, el agua no es apta para el consumo por lo que la Delegación de Salud de Granada, tras dos análisis consecutivos, optó por cortar el suministro para el consumo humano el pasado 13 de octubre.

Ocurrió algo parecido abril y en aquella ocasión el alcalde de la localidad, Torcuato Cabrerizo (PSOE), explicó entonces que se vieron obligados a trasvasar el agua contaminada al depósito principal dado que se iban a acometer unas obras en este y no querían “desperdiciar nada”. Un error asumido por el Consistorio, pero que no enmascara el problema real que vive este municipio con la sobreexplotación de los recursos hídricos en un periodo en el que la sequía es acuciante.

El problema del agua

Precisamente Cabrerizo explica a elDiario.es Andalucía que hace tiempo que ayuntamientos como el suyo ya no pueden pensar en un “plan A, sino en un B y un C” cuando los problemas del agua aparecen. “Está claro que la sequía es una de las causas principales, pero la otra causa que subyace y que hace que la sequía sea más grave, son los pozos ilegales”, denuncia el alcalde. Asegura que en los alrededores del nacimiento del manantial de Gante, el principal que surte de agua al municipio, hay “cuatro pozos irregulares que tienen capacidad para extraer un millón de litros diarios”.

“Lo hemos denunciado en muchas ocasiones, pero la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no ha actuado con severidad”, critica Cabrerizo. “Tuvimos que ir a la Fiscalía de Medio Ambiente para que se cerrase uno de ellos que se utilizaba para el regadío de olivar, pero el pasado mes de abril descubrimos que se había vuelto a utilizar”. Un asunto al que hay que añadir el matiz de que no solo se pierde agua para regadío, sino que la que hay se contamina por nitratos “por el uso de pesticidas en la agricultura”.

“Sabemos que las administraciones tenemos recursos limitados, pero a los pueblos que nos estamos quedando sin agua deberían hacernos más caso y aplicar las leyes de forma severa”, asegura Torcuato Cabrerizo. En ese sentido, desde la CHG aseguran que llevan “años” vigilando la aparición de pozos junto al manantial de Gante y que en los próximos días se va a proceder al cierre de dos de ellos.

“El manantial no se puede recuperar”

Tomás Peinado, especialista en hidrogeología del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), le da la razón al alcalde de Alamedilla en cuanto a la extracción ilegal de agua, pero añade algunos matices. “Se han construido muchas cosas por encima del manantial que lo están secando porque le quitan caudal”. Además, el “abonado que se utiliza hoy en día tiene productos nitrogenados que se van filtrando en el agua y que hacen que no sea apta para el consumo humano”.

Para intentar solventarlo, se han creado “perímetros de seguridad” que impiden que en varios kilómetros a la redonda se pueda extraer agua. Sin embargo, Peinado considera que en casos como el de Gante igual ya es tarde porque “los recursos hídricos son limitados y si se siguen extrayendo y continúa la sequía, el manantial no se puede recuperar”. Al respecto, Torcuato Cabrerizo considera también que los perímetros que se han creado están afectando “negativamente” a agricultores que sí respetan el buen uso del agua. “Están pagando justos por pecadores”.

Por otro lado, Tomás Peinado confirma que se está realizando un estudio para identificar las “excepciones que afectan al manantial y causan su merma”. No obstante, el especialista sí señala que, paradójicamente, pese a la situación de Alamedilla, en los últimos años se ha hecho una buena planificación hidrológica en Granada lo que hace que ningún municipio haya tenido que sufrir restricciones de agua por la sequía.

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