La casa de acogida para personas con VIH que lleva gestionando Cruz Roja en Granada desde hace más de 25 años tiene las horas contadas. Actualmente, el lugar servía de residencia para ocho personas en situación de vulnerabilidad, sin recursos o sin familia de apoyo. Personas como Soledad que, en esta publicación de la propia organización, explicó que en ese lugar, durante su estancia, le daban las medicinas y la llevaban al médico. “Hacemos actividades, tareas de la casa, convivimos con otras personas, talleres de manualidades, cuidamos un huerto. Te despeja la cabeza, te ríes y lo pasas bien”. Una drástica reducción en la subvención que la Junta de Andalucía concede anualmente a Cruz Roja para este proyecto está provocando ya que personas como Soledad tengan que ser derivadas a otros centros.
Fuentes de Cruz Roja confirman a elDiario.es Andalucía que la financiación concedida en 2022 fue de 133.800 euros pero que para este año se queda en 38.500 euros. Se trata de subvenciones a las que se presentan anualmente las ONG con proyectos concretos, según explican las fuentes acerca del procedimiento administrativo y a las que aspiran otras muchas organizaciones. La resolución de las subvenciones de la que se desprende el citado recorte económico del 71,52% de un año a otro para la casa de acogida de VIH se comunicó a finales de diciembre.
La Junta de Andalucía ha reducido drásticamente las subvenciones destinadas a costear esta alternativa habitacional para personas con dificultades en el ámbito social en Granada y que procedían de distintos puntos de España, aunque no es el único lugar de estas características en Andalucía. El Hogar Gerasa, por ejemplo, es la casa de acogida para enfermos de SIDA de la bahía de Cádiz y está situada en Chiclana de la Frontera.
Fuentes de la Consejería de Inclusión Social de la Junta explican que este tipo de subvenciones está “supeditado a las cuentas de cada año en lo que respecta a lo recaudado del IRPF” y añaden que son ayudas “de concurrencia competitiva”. En ese sentido detallan que “predominan los criterios técnicos” para su concesión y que “en todo caso se intenta que nadie se quede atrás”.
Apoyo psicosocial, sanitario y social de Cruz Roja
La principal financiación del centro de Granada procede de la denominada 'X Solidaria' de la declaración de la renta, relativa al 0,7% del IRPF de cada contribuyente, y que desde hace unos años gestiona la Junta de Andalucía. La partida en virtud de esa casilla preveía este año 18,2 millones de euros para colectivos desfavorecidos, entidades y ONG en nuestra comunidad autónoma. Además de la de la Junta, la casa de acogida dispone de otra subvención por parte del Gobierno de España. En este caso, se ha incrementado respecto al año anterior: de 29.000 euros a 43.000 euros. La ayuda nacional procedía también de fondos del IRPF (de la casilla de fines sociales de la renta) pero que en este caso son gestionados por el Gobierno central, explican fuentes de Cruz Roja. Esa partida va dirigida específicamente a prestar atención integral a personas reclusas con VIH, lo que supone tres de las plazas del centro. Es decir, va dirigida a un perfil determinado de las personas a las que se atendía en la casa de Granada. El resto de plazas se cofinanciaban con la subvención de la Junta de Andalucía y con fondos propios.
Las fuentes de la ONG detallan que no hay, como tal, fecha de cierre, pero aseguran “se seguirá atendiendo a estas personas hasta que se resuelva su derivación a otros centros, que esperamos que se resuelva en breve”. “Una vez que sean derivadas estas tres personas, el centro ya no funcionaría como tal”, confirman. “La labor de apoyo psicosocial, sanitario y social de Cruz Roja con las personas con VIH continuará en Granada, pero no incluirá el componente de alojamiento”, aseguran desde la organización.
“Cruz Roja no puede asumir la parte de manutención y residencia de la casa, pero sí mantendrá la parte de apoyo social y acompañamiento”, insisten, mientras que el personal que trabaja en el centro “será reubicado”, igualmente. De momento, cinco de los ocho habitantes de la casa de acogida de Granada ya han sido realojadas mientras que las tres restantes, que por diversos motivos no pueden salir de Granada, están a la espera de que otros centros se hagan cargo de ellos. “Nadie se va a quedar en la calle”, aseguran las fuentes.