Doctor interino y ayudante doctor, profesores universitarios “atascados en la inestabilidad”

Son solo tres testimonios de profesores universitarios ante su particular “carrera de obstáculos”. A debate, la calidad de la docencia y de la investigación académica tomando de base las condiciones laborales de los docentes. Aspiran a lograr estabilidad pero insisten en que la “precariedad” en la institución académica ya es “estructural, no coyuntural”. Han apoyado una huelga que, hasta el pasado viernes, secundó una mayoría de los 247 profesores ayudante doctor y contratado doctor interino de la Universidad de Sevilla, que reivindican su derecho a la estabilidad laboral y a una promoción justa mediante la adaptación automática de sus contratos a la figura estable de profesor contratado doctor, para la que afirma estar ya acreditados. Este jueves en Granada, en todo caso, van a celebrar una manifestación a nivel de Andalucía, con unos 800 profesores afectados en la comunidad autónoma.

“La reforma que supuso la LOU ha implicado una tendencia –estructural– a incrementar el personal docente e investigador laboral en detrimento del personal docente e investigador funcionario. Por eso se habla de la 'desfuncionarización' de la universidad pública. Es cierto que desde el año pasado se ha descongelado la vía de promoción del personal contratado doctor a titular, pero aun así la orientación del modelo es hacia la inestabilidad y precariedad del personal docente e investigador”, explica Alicia Reigada, profesora postdoctoral de 36 años, del Plan Propio de la Universidad de Sevilla en el departamento de Antropología Social

“El profesor universitario como referente ya no es lo que era”, resume Manuel, de la Facultad de Económicas. Añade que “la estrategía también ha sido fragmentar las figuras”, como la de profesor contratado doctor interino, que no está contemplada por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y “una forma de reconocer terminológicamente que se cumplen los méritos exigidos para la figura de profesor contratado doctor pero sin reconocer el derecho al contrato estable que lleva consigo, añadiendo la coletilla 'interino' que nos mantiene en la temporalidad”, resumen.

Dicha situación imposibilita la estabilización del empleo como la promoción interna y les mantiene “atrapados”. Es el caso de Manuel, contratado doctor interino, quien, junto a Alicia Reigada y Manuel Díaz (49 años, ayudante doctor del departamento de Historia de la Economía) muestran a eldiario.es Andalucia cómo viven su particular vía crucis para dejar la temporalidad e inestabilidad“ de sus puestos pese a haber aprobado más de un concurso público y llevar años en la universidad.

“Nos están pidiendo una acreditación dos figuras por encima de lo que vamos a concursar”, explica Alicia Reigada, que indica que la reforma de los criterios de la Aneca para acreditarse a titular (el 'Anecazo') constituye otra reforma estructural que dificulta el camino para llegar a ser funcionario. Actualmente, el profesorado debe acreditarse primero en la agencia para poder estar en condiciones de concursar a una plaza“, detalla, dolamentan la imposibilidad de conciliar adecuadamente docencia, investigación y gestión, convirtiendo la carrera académica en ”una carrera de obstáculos“.

Una “precarización estructural”

Tanto Alicia Reigada como Manuel Díaz insisten que en que la dedicación completa que le exigen como profesores es “virtual” ya que tienen que compaginarla con tutorías, investigación, publicaciones, etc. “Hay que pasar por muchas figuras para ser indefinido”, indica Reigada, “y eso tras concurso y tras concurso público”, añade Díaz. “En el resto de la administración pública, los laborales acceden por promoción interna”, dice Manuel. “Ponen el listón tan alto para el acceso imposible al funcionariado”, añade Manuel. “Llevo trece años trabajando para la Universidad y aún me quedan varios más para que, a través de otro concurso, pueda ser contratada doctora”, resume Reigada, que coincide en que “eso no pasa en otras instituciones”. Se encuentran “atascados en la inestabilidad”, lamentan.

“El ataque a la universidad pública no es aislado sino que responde a una política premeditada para deteriorar los servicios públicos, con la intención última de privatizarla”, considera Manuel, algo que rebate Reigada a situar la aprobación de la LOU como uno de los puntos de inflexión, coincidiendo en que “se inscribe en una política de privatización”. Manuel añade que la crisis económica se ha “aprovechado” para consolidar una “precarización estructural” que afecta a la calidad de la docencia y la investigación, que se ve “deteriorada” por la mencionada “inestabilidad laboral”.

La importancia de las publicaciones

“¡Publicamos más de lo que leemos, eso cuándo se ha visto en la Universidad!”, sentencia Alicia Reigada, una cuestión que también redunda en las relaciones humanas dentro de los departamentos por la competitividad creciente, la percepción de la situación por parte de los alumnos y el hecho de que la investigación centre los esfuerzos del profesorado. “Nos trasladan unas instrucciones claras de que nos olvidemos de la docencia”, señala contundente Manuel Díaz, porque “para alcanzar algo de estabilidad, lo que vale es la parte de la investigación”. Reigada replica que “cada vez tenemos mayor dedicación docente, nos exigen más cursos de formación e innovación docente y nos cuentan más las evaluaciones al profesorado en las acreditaciones y concursos”.

“Gastamos mucha energía y dedicación que pagan los alumnos”. “Es lo menos importante, pero no por gusto”, dice Manuel Díaz, quien recuerda cómo abandonó su puesto en una empresa donde ganaba más dinero que ahora para ser profesor y en breve ve peligrar su puesto como ayudante doctor. “Me he metido en una ratonera”, lamenta.

Alicia Reigada hace hincapié en otra cuestión como es la de autofinanciarse la investigacion y la asistencia a congresos para poder ir mejorando su curriculum ante los “recortes” en las ayudas individuales y de grupo. “Se hacen políticas sin presupuesto”, lamenta. “A ello habría que añadir el abuso que se viene haciendo de dos figuras especialmente precarias, y para las que no se contempla un plan de promoción, como es el personal docente e investigador sustituto interino y el personal docente e investigador asociado.