Ya son siete los caballos muertos este año en la romería de El Rocío. Si la “media” se mantiene, las cifras de otros años se repetirán en la romería de 2019, donde las muertes de los équidos se producen tanto en el camino hacia la aldea de las hermandades como en el propio recinto romero.
El balance oficial del Plan Romero cita en un comunicado emitido este sábado que “en las últimas 24 horas, el servicio de veterinaria de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha asistido a última hora de ayer a un caballo muerto en la dalle Tomillo y ya en la jornada de hoy sábado uno fallecido en la calle Almonte y el último en Águila Imperial, todos ellos en El Rocío, por lo que hasta el momento asciende a cinco el número de équidos muertos desde la activación del Plan”.
El comunicado se emitía en torno a las 13.00 horas, y durante la tarde eldiario.es/andalucia confirmaba la muerte de dos más. La cifra, como cada año, va en aumento según pasan los días de la romería.
Cuando el próximo viernes vuelvan a sus casas todas las hermandades se realizará el balance definitivo. PACMA ya ha documentado varias veces en los últimos años el maltrato que padecen los caballos en esta romería, y en 2018 su balance citaba que, de 2.000 caballos, burros y bueyes que se usan aproximadamente, entre 2007 y 2018 han muerto cerca de 200.
Consejos básicos
Para intentar reducir las cifras, el Refugio del Burrito, una entidad que trabaja por la protección de los animales, ha elaborado un decálogo con una serie de normas a seguir, sobre todo “por las altas temperaturas que se están dando” haciendo “especial hincapié en asegurar el bienestar y respeto hacia los equinos que participan en la romería”.
Son unas recomendaciones básicas y un Código de Buenas Prácticas para los romeros y hermandades basadas en la Ley de Protección Animal de Andalucía (Ley 11/2003 de 24 de noviembre).
Dicho código específica las obligaciones que todo propietario o usuario de équidos tiene con sus animales, entre otras, el deber de darle atención veterinaria si el animal cae enfermo o resulta herido, disponer de sombra para el animal durante los descansos, facilitarle la alimentación y agua necesarias, cuidar y proteger al animal de las agresiones y situaciones de peligro, no hacer trabajar al animal más horas de las que su cuerpo pueda aguantar, asegurar que la carga de la que tira no supera el peso total del animal, utilizar aperos y arneses en buen estado y adecuados a la talla del animal, y retirar estos durante las horas de descanso o sesteo.
“Instamos a los participantes de la romería a denunciar cualquier caso de maltrato. Si ven un animal en malas condiciones, sin agua, sin sombra, deshidratado, que está siendo maltratado o explotado, por favor llamen al 062 o al CECOPI, centro de coordinación de emergencias durante la Romería”, explican
De esta forma “se esperan evitar sufrimiento y muertes innecesarias, que están castigados con penas de cárcel, según el artículo 337 del código penal, y multas que pueden llegar hasta los 60.000 euros”.