M.T. se graduó en Derecho por la Universidad de Sevilla en 2019 y cursa ahora en la Universidad de Huelva el Máster Oficial de Acceso a la Abogacía, necesario para poder ejercer como letrada. Solo le quedan tres asignaturas (dos optativas y una obligatoria), pero se ha encontrado con un problema que intuía de alguna manera y que desde la institución académica no termina de resolverse pese a su insistencia. “Me niegan la docencia online”, resume. Pese a tener desde noviembre un certificado de la vicerrectora de Estudiantes que acredita que es “persona en situación de riesgo” frente a la Covid-19 (tiene una afectación pulmonar grave que, además, requiere de una máquina de oxígeno para desplazarse), no le están poniendo las cosas fáciles para seguir una asignatura optativa desde su casa y prevé que le pase lo mismo con la obligatoria. Ella no quiere exponerse a compartir aula con los compañeros de máster y considera que las dificultades para recibir clases online y acabar el máster es una “injerencia” a su derecho a la educación pública.
La Junta de Andalucía, actualmente, no contempla que las universidades deban volver a las clases telemáticas en lo que resta de curso. “La resolución de la Junta es la que es”, argumentan fuentes oficiales de la Universidad de Huelva (UHU), desde donde añaden que “una parte” de la asignatura optativa que ya se está cursando “no se puede adaptar a la modalidad no presencial”. El consejero, en todo caso, dijo este lunes que todas las universidades andaluzas tienen la “opción” de ofrecer las clases de manera presencial o telemática. La alumna “tiene otras opciones”, apuntan desde la UHU. Ella no da crédito a las “zancadillas” que se le están poniendo para poder terminar el curso online a sabiendas de sus circunstancias de salud y de que ha venido advirtiendo a la dirección del máster de sus limitaciones.
Desde el propio máster se le trató de explicar días atrás a la alumna que no se trataba solamente de colocar una cámara en el aula sino de que alguien estableciera la conexión y la controlara. Finalmente, en la clase de este jueves de 'Respuesta legal a conflictos familiares' (optativa) se ha establecido una conexión por Zoom por parte de la dirección del máster. Le habían anunciado que el ordenador que se iba a usar dejaba bastante que desear y, efectivamente, los propios compañeros han tenido que ayudarla en sus chats con los ejemplos que pone el abogado/profesor para poder seguir la clase a distancia a duras penas.
Mientras se alcanzaba esta solución, el martes una compañera del máster retransmitió la clase para M.T., abriendo una sesión de Zoom desde su propio portátil, con la cámara hacia el profesor, que le permitió ver y oír la clase en directo. “Se puede hacer online, es cuestión de voluntad”, insiste pese a las dificultades. En cualquier caso, la propia dirección del máster le había recomendado hace unos días escoger dos optativas que impartieran profesores de la Facultad, al no poder asegurar que se pudieran retransmitir las clases que imparten los abogados que participan en el máster. La propia Universidad, directamente, y tras la consulta de este periódico, le insta a cambiar de optativa o anular la matrícula.
Fuentes de la UHU señalan respecto al caso de esta alumna que la asignatura que ha arrancado “es optativa y se le ha dado la posibilidad de matricularse en alguna de las cuatro optativas que se puede seguir online”. Y añaden: “La propia resolución que regula esa acreditación indica que, en caso de que no se pudiera garantizar la adaptación de la asignatura, el/la estudiante podrá solicitar la anulación extraordinaria de matrícula. Por tanto, ella podría anular la matrícula de esa asignatura y se le devolvería el dinero, o cambiar de optativa a otra online”, insisten desde la UHU. A juicio de la alumna, “habiendo medios técnicos, profesores dispuestos y aulas con cámaras, ¿la que me tengo que cambiar de asignatura o de matrícula soy yo?”, se pregunta, lamentando que ha obtenido “la callada por respuesta” al intentar contactar durante estos días con la coordinadora del máster, el decano o el Vicerrectorado de Estudiantes.
“La mayor flexibilidad posible”, dice la última resolución rectoral
La alumna ya tuvo dificultades para iniciar el máster con normalidad al trasladar su situación personal en octubre y, pese a empezar un mes más tarde, ya con su certificado de “persona de riesgo” en la mano, ha podido desarrollar el máster con relativa normalidad pese a lo extraño de las circunstancias que acompañan a este curso académico, y ahora considera que tiene derecho a reclamar que la Universidad apoye con medios técnicos las asignaturas que le quedan. “No me están garantizando mi derecho a la educación en igualdad de condiciones. No puedo arriesgar mi salud para terminar mi máster y poder ejercer como abogada. No es justo”, denuncia la alumna.
“Mis circunstancias las saben desde primeros de curso y deberían haberme advertido al principio. En cualquier caso, no me pueden condicionar a las asignaturas a las que me presento. La alumna advierte, por otra parte, que existen compañeros que residen fuera de Huelva, aunque en circunstancias diferentes, que tampoco tendrán facilidades para concluir normalmente el máster, ya que al menos en esta asignatura ”se les ha restringido la conexión por Zoom“ en la clase de este jueves. Y el mes que viene empieza a impartirse la asignatura 'Asistencia Jurídica Gratuita', la única obligatoria que le resta, también prevista como presencial según el programa del máster y donde se podría arbitrar una fórmula, según le han asegurado. Con la otra optativa, 'Derecho matrimonial', parece que no habrá problema y será online, según le han trasladado a la alumna.
Según la reciente Resolución Rectoral 8/2021 de 23 de marzo de 2021 por la que se acuerda el sistema de docencia a seguir hasta el final del segundo cuatrimestre de este curso, la UHU resolvió “reiniciar gradualmente la docencia presencial, si así lo acuerdan los Decanatos y Dirección en sus respectivos centros, en los títulos de Grado, Máster Universitario, Títulos Propios y Formación Permanente (...) en atención al escenario de máxima presencialidad posible”, detallándose que “corresponderá a los Centros la activación de los horarios para hacer compatible la docencia presencial con el seguimiento de las clases a distancia, procurando la mayor flexibilidad posible para permitir dicho seguimiento al estudiantado extranjero y/o que no tenga residencia en Huelva”.
“Falta absoluta de voluntad”
“No quieren. Es una falta absoluta de voluntad, porque llevamos todo el curso online con profesores y con abogados, y esta asignatura se puede dar perfectamente adaptar si se quiere. Lo he intentado de todas las maneras, pero ahora ellos no quieren, pero esta asignatura es tan teórica como el resto”, comentaba estos días antes de la mencionada conexión por Zoom. “El profesor podía adaptarse perfectamente, pero él hace lo que le dicen y le han dicho que es presencial”, señala. Sobre esa cuestión, la UHU dice que eso es “una interpretación” de la alumna, e insisten: “Ella tiene la posibilidad de cambiar de optativa y no lo está solicitando, o de anular la matrícula, y tampoco”, insisten pese a conectar finalmente online con la alumna.
En todo caso, no es un asunto que haya surgido ahora en los últimos días. Ante lo incierto de la situación de la pandemia y de las restricciones y demás, M.T. se interesó mediado el pasado mes de marzo por la presencialidad o no de todas o determinadas asignaturas por cursar para su mayor tranquilidad, a fin de garantizar la colocación de una cámara para poder continuar las clases a distancia. La alumna siempre se ha servido del certificado de la propia UHU que acredita su “situación de riesgo”, pero no recibe facilidades para que pueda acabar con normalidad este extraño curso. En aquel certificado se emitía una “recomendación” sobre la “consideración de persona en situación de riesgo” para que “se consideren las posibilidades de adaptación de la docencia y evaluación”, según ha comprobado este periódico.
“Me niegan la docencia online a pesar de tener medios técnicos y humanos y un certificado expedido del Vicerrectorado en el que, a través de departamento de prevención, se aconseja que me eximan de la presencialidad y, aún así, me van a dejar a escaso mes de finalización sin poder impartir lo que queda”, lamenta de nuevo. “No solo tengo un certificado que así lo dice y en la orden rectoral también está contemplado, sino que están contraviniendo lo que nos enseñan en las clases de Derecho, están contraviniendo el convenio de Nueva York con el tema de discapacidad y facilitar el acceso a determinadas personas en igualdad de condiciones”, insiste.