Los jóvenes de 18 años que este domingo votaron por primera vez en Huelva jamás habían conocido otro alcalde que no fuese Pedro Rodríguez, del Partido Popular. Han conocido a tres papas, han visto al Recre en Segunda B, Segunda A y Primera, pero nunca habían asociado el sillón de la alcaldía de la capital con nadie que no fuera el sempiterno Perico. Hasta ahora.
Los once concejales que este domingo obtuvo el socialista Gabriel Cruz, por encima de los 8 del PP, le dan la llave de la alcaldía al PSOE por primera vez en 20 años. Desde que Juan Ceada dejase la alcaldía por la victoria del PP en 1995, ningún socialista había vuelto a coger el bastón de mando. Y, curiosamente, Izquierda Unida tiene la llave del gobierno ahora, igual que la tuvo entonces.
Los 3 concejales obtenidos por Izquierda Unida son suficientes para sumarlos a los del PSOE para que esos 14 sean la mayoría absoluta de los 27 concejales del Ayuntamiento de Huelva. Ni en el PSOE ni en IU se admite, pero el pacto está más que hablado para cuando se designe oficialmente al nuevo alcalde dentro de tres semanas.
Es la misma situación que hace 20 años, pero al revés. En 1995, el PP e IU pactaron para dar a Pedro Rodríguez su primera alcaldía. Ahora, ese pacto parece imposible, y el socialista Gabriel Cruz será el alcalde en tres semanas.
Hace unos meses, en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, Cruz hacía un corrillo distendido con algunos periodistas, a los que decía: “La gente está harta de que los políticos nos insultemos, de que nos echemos cosas en cara. Yo prefiero las campañas limpias, aportando ideas y contando cosas”. Con esa premisa se presentó, la ha mantenido, y le ha funcionado.
Contra el carisma de Perico
Y eso que no era fácil. El tirón mediático y popular de Pedro Rodríguez es innegable. No hay mitin del PP en los 79 pueblos de Huelva donde Perico no sea la estrella. Llama a cada periodista por su nombre, y su carisma parecía intratable.
Pero no contaba con un factor importante: El Rocío. La altísima abstención en Huelva solo puede tener ese motivo (47,90%). La Hermandad de Huelva tiene 12.000 romeros, la de Emigrantes no se queda a la zaga, y cuando uno se prepara para su cita con la Blanca Paloma, lo que menos le preocupa es la papeleta del voto. Es verdad que existe el voto por correo, pero el trajín rociero ha podido más que las urnas.
Con todo ello, ha nacido el Ayuntamiento de Huelva más diverso que se recuerda. Entra con fuerza Ciudadanos, con tres concejales; mantiene su concejal la Mesa de la Ría, que lo recupera después de la travesía tránsfuga de su única edil durante los dos últimos años, y consigue entrar con un concejal la marca blanca de Podemos, con el nombre de Participa, aunque los de Pablo Iglesias no quieren saber nada de este grupo en concreto. Lo de la Mesa de la Ría, por cierto, es especialmente sangrante para ellos, ya que se han quedado tan sólo a 14 votos de su segundo concejal.
La noche electoral onubense, por lo tanto, abre varias cuestiones:
¿Está lo suficientemente hablado el pacto PSOE-IU como para que Gabriel Cruz sea alcalde en la primera votación? ¿Será pacto de Gobierno o un acuerdo de pactos puntuales?
¿Mantendrá el PP a Pedro Rodríguez como portavoz de la oposición, a pesar de que el debate no es su fuerte, o le tiene preparado un retiro dorado?
¿Cuándo comenzará el PP a fabricar su candidato para 2019, visto que la marca Perico parece que no puede más?
Son cuestiones que se dilucidarán en los próximos días. En Huelva se abren tres semanas de llamadas telefónicas y pactos, aunque parece que el principal, el que dará la alcaldía a Gabriel Cruz, es sólo cuestión de firmarlo.