Los restos que atestiguarían que Huelva es la ciudad más antigua de Occidente, destruidos en pocos meses. Y no por un accidente o un fenómeno natural, sino por una sucesión de errores que, de momento, están en manos de la Guardia Civil. Ya hay una denuncia oficial. De momento, un arqueólogo onubense, Diego González Batanero, ha denunciado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil la destrucción de un yacimiento arqueológico en Huelva para el relleno de las obras de la nueva estación de tren de la ciudad.
Se trata del yacimiento arqueológico La Orden-Seminario, donde se habría certificado la presencia de Huelva de finales del Neolítico, convirtiéndola en la ciudad más antigua de Occidente. Son unas obras que realiza la Administración central, pero sus representantes políticos en Huelva apuntan a que la responsabilidad es del Ayuntamiento, gobernado desde mayo por el PSOE.
Las máquinas han trabajado en un yacimiento donde los restos arqueológicos estarían casi a ras de suelo, de modo que han quedado destruidos, por lo que el caso se ha puesto en manos del Seprona para buscar responsables y responsabilidades, mientras que el Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias y Letras lo ha llevado a la Fiscalía de Medio Ambiente.
De momento, la Fiscalía ya tiene conocimiento de lo sucedido en este lugar, concretamente en una de las parcelas del Plan Parcial 8 - El Seminario, protegidas en 2007 después del hallazgo en 2006 de los restos arqueológicos que, a la espera de la excavación arqueológica, situaba a la ciudad como la más antigua de occidente.
En busca de responsabilidades
A la espera de soluciones, se han sucedido los comunicados. El primero, el del Ayuntamiento de Huelva, que anunció la apertura de un expediente sancionador y de restitución de la legalidad urbanística a los responsables de lo que consideran “vaciado ilegal” del terreno pues “en ningún momento” se ha solicitado al Consistorio licencia de obras para la ejecución de esos movimientos de tierra.
Algo que, según dejaron claro, “no se hubiera otorgado bajo ningún aspecto sin el estudio y supervisión arqueológicas pertinentes, pues es una prioridad defender y salvaguardar el patrimonio de Huelva”.
Por su parte, Izquierda Unida ha anunciado la presentación de una denuncia ante la Fiscalía, como ha dicho el presidente del Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Huelva, Pedro Jiménez, que ha calificado los hechos ocurridos como “un auténtico atentado contra el patrimonio histórico de la ciudad que no puede quedar impune”.
“Es gravísimo lo que ha ocurrido en cuatro parcelas del Plan Parcial número 8, donde se encuentra uno de la yacimientos arqueológicos más importantes descubiertos en España en los últimos años”, ha añadido Jiménez.
Para Pedro Jiménez “es inaudito que se haya extraído tierra de esas parcelas para el relleno de la nueva estación ferroviaria, sin que la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Huelva tuvieran conocimiento de ello y sin que se hubiesen solicitado los permisos legales necesarios”.
Por su parte, desde la Delegación Territorial de Cultura se ha informado de que se está redactando un informe sobre lo sucedido en los terrenos del yacimiento, después de que el pasado miércoles tuvieran conocimiento de esta situación a través del Seprona, que le solicitó información sobre el mismo.
Los técnicos de la Delegación de la Junta ya han visitado la zona para comprobar in situ qué es lo que ha sucedido y cuál es el estado de los terrenos, toda vez que forman parte de un Bien de Interés Cultural (BIC).
Concretamente, este yacimiento de La Orden-Seminario fue declarado BIC por la Junta de Andalucía en 2007, con la catalogación de zona arqueológica; la conservación de este tipo de bienes corresponde a los titulares o propietarios.
“El daño es irreparable”
La persona más indignada con este hecho es quién lo ha denunciado. “El daño realizado es irreparable”, explica González Batanero, que precisa que durante tres años participó en las excavaciones que se hicieron en algunas parcelas del terreno expoliado, y confía en que hechos como éste sirvan “para que las administraciones tomen conciencia y estén vigilantes ya que se trata de un Bien de Interés Cultural”.
Ha explicado que fue un conocido el que el pasado 8 de enero le comenta si sabe algo de los movimientos de tierra que se están llevando a cabo en esa finca: “Le dije que no pero esa misma tarde me acerqué y vi un agujero inmenso, hice fotografías y me fui a casa para contrastarlas con las que tenía en mi ordenador, así como con la información del sitio que tengo en mi poder”. “Rápidamente entendí que allí había indicios de irregularidad, ya que se había actuado en una parcela BIC, sin control de ningún tipo”, ha indicado.
Daños a restos fósiles
El asunto tiene, además, un matiz que parece haber pasado desapercibido. Un informe realizado por expertos en paleontología en 2006 en los mismos terrenos certificaba la presencia en esos terrenos de un área rica en restos fósiles animales en unos 200 metros cuadrados.
En aquel entonces se reconocieron restos de costillas, vértebras y otros huesos indeterminados asignables a un cetáceo, posiblemente una ballena, así como dientes de tiburones, malacofauna y madrigueras de crustáceos (icnofósiles). A la vista de lo observado, las recomendaciones de los expertos fueron que nada se tocase sin antes consultar con la gente que lo había estudiado, para que ningún resto peligrase.