Susana Díaz centra sus críticas en “las derechas” durante su mitin en Bollullos, otrora gran bastión de IU

Para el Partido Socialista no existe Adelante Andalucía en esta campaña. O al menos no existe la crítica directa en un mitin, donde el foco se pone directamente en el Partido Popular, y en Ciudadanos de rebote. Este martes, en Bollullos Par del Condado (Huelva), Susana Díaz dirigió sus críticas a “las derechas”, pero Rodríguez y Maíllo se libraron de sus dardos.

Esa localidad onubense fue, durante mucho tiempo, el gran bastión de Izquierda Unida. Diego Valderas, vicepresidente de la Junta entre 2012 y 2015, y parte indispensable del pacto de gobierno que mantuvo al PSOE en el poder esos años, fue su alcalde entre 1979 y 1994. En las últimas elecciones municipales, de 7.303 votos, IU se llevó 604, consiguiendo a duras penas uno de los 17 concejales del Ayuntamiento.

Con casi una hora de retraso, comenzaba el acto. Una hora y media después de la hora anunciada, entre carteles con lemas como “Vamos con Susana”, con un corazón incluido y ante dos banderas arcoiris, Susana Díaz, la candidata socialista fue a la yugular del mensaje electoral que su partido repite en todo momento que tiene un micrófono delante: “Cuanto más insultan, más se enfadan, más cosas nos dicen… Hay seis o siete caravanas cada día por Andalucía nada más que para insultarnos”.

“Antes de empezar la campaña ya empezaron a meterse con nosotros. Nos dijeron que nuestros niños eran dos años más torpes que los demás, pero ven venir la derecha dos años antes”, decía, para espetar: “Se metieron con nuestro acento, me han llegado a llamar rata. Que me diga lo que quieran, pero no voy a consentir que se metan con Andalucía”.

Susana Díaz ha citado a Ciudadanos en varias ocasiones, aunque no directamente en todas, con frases como “Yo en julio era de fiar, pero, como decía aquella canción, cómo hemos cambiado, qué lejos ha quedado, aquella amistad”, o “dicen que ha hecho cosas, pero eso lo hemos hecho nosotros, cuidado, vosotros nos habéis apoyado”.

Con todo, hablando del hipotético pacto PP-Ciudadanos, señala que “les da igual Andalucía, lo único que les preocupa es quitar a Susana de presidenta. Sólo se suman para bloquear, para pararnos, para detenernos, y no es ingenuo ni casual, quieren frenar la voz de Andalucía, porque aquí vivimos ocho millones de españoles. Saben que diseñen lo que diseñen en el conjunto del país, sin contar con Andalucía no se puede construir nada”.

La presidenta andaluza y candidata a la reelección ha bromeado con que sea Pablo Casado, según ella, la que esta haciendo la campaña del PP, y con el eslogan de este partido: “Garantía de cambio”, porque “tiene usted 15 días y, si no, lo descambian”, ha explicado en referencia a Juanma Moreno.

Una competición para detener Andalucía

Para ella, estas elecciones son “una competición de cómo detener Andalucía, pero los andaluces quieren de nosotros lo contrario, un proyecto sólido, solvente”, asegurando en ese punto que, en la legislatura que acaba con estas elecciones, “hemos hecho mucho más de lo que nos propusimos. El programa electoral se nos ha quedado pequeño, hemos hecho cosas que ni siquiera llevábamos en el programa, como lo de los niños con diabetes”, citando que, aunque lamenta las cifras del paro que aún hay en Andalucía, “nadie ha creado empleo a la velocidad que lo hemos creado nosotros”.

Mensaje para las cuidadoras a domicilio, para las que “vamos a poner por Ley que el 75% de lo que paga la junta de Andalucía tiene que ir a las cuidadoras profesionales, que son los ángeles cuidadores de las casas”, para los onubenses, con la Ley del Trasvase o “lo del AVE a Huelva, que mañana tendré que llamar a Ábalos otra vez y tendrá que ser el responsable de poner en marcha el equipo del ferrocarril Huelva-Madrid”.

Y en medio de críticas a “las derechas” andaluzas, defensa velada del Gobierno central, que “se compromete, y no lo tiene fácil porque tiene 84 escaños”. A partir de ahí, defensa de las matrículas universitarias bonificadas al 99 %, “lo que le vale el Big Mac a algunos, es lo que vale estudiar ingeniería o informática” -dardo al PP sin nombrarlo-, y defensa de la sanidad pública por encima de “decisiones, o que no hemos explicado bien o que las hemos hecho mal, pero cuando en una casa entra la mitad del sueldo…”.

“Seamos capaces de construir una tierra mejor para todos y para todas. No nos lo van a poner fácil, porque van todos contra nosotros, porque saben que o van todos contra nosotros o no nos paran, pero es así pero tampoco nos van a parar”, y eso porque “la derecha está rabiosa. Me tuvieron seis horas en el Senado y me pudieron tener 60. Cuando entré en política me dijo mi padre, ‘cuidao, que no me señale nadie por la calle’, pero me han mirado por arriba, por abajo, y no han encontrado nada”.

Al final, mensajes globales. “Este es un partido que no tiene que pedir permiso para defender a Andalucía. Esa Andalucía la vamos a seguir construyendo los socialistas, esta generación de hombres y mujeres que hemos vivido con más oportunidades que nuestros padres”, con un “os necesito para ganar” como epílogo.

Han sido 43 minutos de mitin de Díaz para cerrar una jornada que para Díaz empezó con el toque del despertador a las 6.30 “y estoy más fuerte que cuando me levanté, porque estoy contenta”. El maratón, para ella, sigue este miércoles en Córdoba.

Lapsus y gallos de pelea

La noche bollullera ha dado, por ejemplo, para escuchar el lapsus del secretario general del PSOE onubense, Ignacio Caraballo, que ha denominado a su partido como “Partido Socialista Obrero Andaluz de Andalucía”, y ha dicho que su partido en la localidad puede conseguir “16 de 16” en referencia al número de concejales del pueblo, que en realidad son 17 -nunca son una cifra par-. “El PP no se ha gastado un puto duro en esta provincia”, ha sido otra de sus frases para recordar.

Tras él, el número 1 por Huelva de la lista socialista, Mario Jiménez, que nada más subir al escenario ya definió a Juanma Moreno y Juan Marín como “dos gallos de pelea sin espolón”, citando, en torno al debate del lunes, intentando retomar aquel estilo jocoso que casi patentó Alfonso Guerra, que “Teresa Rodríguez, que estaba allí la mujer, deberíamos hacer un concurso a ver si alguien se enteró de algo de lo que dijo esa mujer”.

“Quiero una sólida mayoría”

Antes de su cita en Bollullos, Susana Díaz había pedido una mayoría “sólida y amplia” para formar un gobierno monocolor, y pronosticado que si no hay bloqueo en la investidura y las instituciones el nuevo Ejecutivo andaluz estará en marcha en enero.

Lo hizo durante un extenso recorrido por la provincia de Huelva, en La Redondela, Isla Cristina, Lepe, Huelva capital y Bollullos para terminar, donde valoró el debate de la noche antes, del que dijo que contó con dos bloques, el de Podemos e IU (Adelante Andalucía) y el de derechas (PP y Ciudadanos) de los que ironizó con que “son como un matrimonio en la puerta de una iglesia, que se están diciendo que no se soportan y que se van a casar para quitar al PSOE y a esta mujer (por ella)”.

Para la dirigente socialista, Andalucía está en un “buen momento, el crecimiento económico está ahí, se genera empleo y permite que la industria siga también creciendo”.

Por ello, ha vuelto a situar su objetivo con conseguir el 2D una mayoría “tan amplia y sólida que nadie tenga la tentación de bloquear”, a lo que ha subrayado: “Ya lo han dicho. Si Ciudadanos y los populares suman, gobierna el PP”.