Una carta ha servido para que a un refugiado sirio le haya llegado el esfuerzo por ayudar que están haciendo en distintas partes del mundo hacia los campamentos, y el trabajo que muchas personas están haciendo por gente a la que no conocen, pero que saben que precisan de su ayuda.
La carta ha sido enviado a los refugiados sirios que huyen de la guerra en su país, con la particularidad de que ha conseguido llegar a los campamentos oculta en una de las mantas que fueron tejidas en Huelva de forma artesana por mujeres voluntarias que participaron en la campaña organizada para tal fin a finales del año pasado.
Es un inesperado resultado de la iniciativa 'Teje por Siria', que salió de la cabeza de voluntarios casi de toda España, y que en Huelva coordina la autora del escrito, Clara López Aquino, una joven que, desde su mercería en el centro de la ciudad, no se quería resignar a cruzarse de brazos mientras gente al otro lado del mundo pasaba frío. “Estoy muy emocionada de ver cómo una idea que tuvimos para transmitirles nuestra solidaridad ha llegado justo a donde queríamos”, explica.
Esta carta “era una forma de decir que aquí estamos, que no os olvidamos”, y se gestó mediante el trabajo de una voluntaria de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio en Huelva, que la escribió en árabe y la escondió entre las mantas.
La carta dice textualmente: “Desde Huelva a Siria. Nuestro apoyo al pueblo sirio en esta dura guerra destructiva. Con la llegada del invierno y el frío duro, os enviamos esa ayuda, en la cual han participado muchas mujeres de esa ciudad. Os deseamos que acabe esa guerra, y que vuelva el pueblo sirio a vivir en paz. Saludos desde Huelva”.
Se colocó detrás de una cámara para que le vieran
Clara López ha concretado que Khaled, un voluntario de la asociación en los campamentos de refugiados, les comunicó que una de las personas que había recibido las mantas encontró un papel dentro de la misma, y al leerlo vio que era la carta, por lo que le pidió que le transmitiese su gratitud a las personas que habían tejido las mantas.
Pero su historia va más allá. El refugiado no sabía cómo ponerse en contacto con la gente que está conectada con los voluntarios españoles, de modo que decidió irse a la zona del campamento donde había cámaras de televisión tomando imágenes. Se trataba de colocarse donde se le viera, y consiguió que Khaled le viera en un segundo plano en una imagen de recurso con la carta en la mano. Cuando el voluntario fue en su búsqueda para preguntarle qué decía el papel que llevaba en la mano, le pidió que se comunicase con la joven de Huelva que había escrito la carta. Y así lo hizo. “Fue un subidón, una ayuda para seguir haciendo cosas, para dormir más tranquila aún”, explica Clara.
Más de 1.100 mantas enviadas
El trabajo de los voluntarios ha hecho que unas 1.100 mantas tejidas a mano por voluntarios de toda España hayan llegado a los refugiados sirios como resultado de la campaña 'Teje por Siria', una idea iniciada a principios del pasado septiembre que ha conseguido reunir a centenares de personas en todo el territorio nacional.
Las personas que han colaborado lo han hecho de distinta forma, ya que sea aportando donativos económicos o bien donando ovillos o restos de lanas que no se usen, que han sido unidos por los voluntarios para fabricar la manta completa.
Además del trabajo en los talleres para la confección, se han llevado campañas en las redes sociales con menciones como #LaMantaDeLaVida o #TejemosxSiria, con la premisa de conseguir tejer cuadros de 50 × 50 centímetros y entregarlos a la persona coordinadora que haya en cada ciudad, que se ha encargado de aglutinar todas las donaciones y unirlas para fabricar las mantas de forma definitiva.
Los voluntarios, de hecho, tenían muchas opciones de participar. Una opción pasaba por organizar quedadas entre varias personas para unir los cuadros que sean entregados y así se formara una manta, con lo que se contaba con el trabajo de personas capaces de tejer una manta entera, o bien algunos cuadrados para unirlos posteriormente.
La idea tenía unos plazos marcados, ya que una primera partida de las mantas tenía que estar lista el pasado 25 de septiembre, y una segunda el 10 de octubre, con la fecha límite del 18 de octubre para que se recogiesen todas las que fueron enviadas desde España.
Con ese espíritu, los participantes en la idea trabajaron en cada uno de los talleres que se distribuyen por toda España, con la esperanza de que fuesen muchas más las personas que se uniesen. La idea, en todos los sentidos, ha superado sus expectativas.