Hacía veintiún años que no moría un buey en El Rocío. Lo de los caballos es más habitual, y la media se mantiene. Este año, a cierre del Plan Romero en la jornada de este lunes, han muerto 10 caballos en el camino o la aldea rociera, tres menos que en El Rocío de 2016, con un movimiento de 20.000 caballos y unos 250 bueyes. Aunque las cifras de muertos traen dos matices: aún quedan tres días de Plan Romero, y tres de los équidos muertos el año pasado perecieron ahogados arrastrados por la carreta con la que no pudieron pasar el río.
Estos tres mulos murieron ahogados al desbocarse y adentrarse en el agua en el desembarque en Doñana, cuando acudían al encuentro de la filial de Chipiona. De los caballos muertos este año al menos dos han sido fallecimientos por cólicos. Del resto se está a la espera de las correspondientes autopsias.
Sobre el buey de la Hermandad de Triana sí ha podido saber eldiario.es/andalucia que murió “repentinamente” llegando a la aldea. De la necropsia no se ha sabido nada. Eso sí, desde el Plan Romero se apunta a que este año han habido tramos de arena muy densos, que han sido un sufrimiento añadido a los que han pasado por allí. Hermandades como la de Villamanrique de la Condesa han sufrido verdaderos problemas para entrar en la aldea por ese motivo, aunque no se sabe aún si hay relación causa/efecto con la muerte del animal.
Ocho imputados
Otro dato muy llamativo es la gran cantidad de actas por maltrato animal que han levantado las fuerzas del orden tanto en el camino como en la aldea. Este año, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) ha imputado a ocho personas en El Rocío por maltrato animal, todas ellas relacionadas con alquileres de animales famélicos, heridos o con más de 25 años de edad, ancianos ya para su tramo particular de tiempo.
Se han repetido las escenas de caballos y mulas alquiladas ilegalmente, animales sangrando literalmente con varias personas encima o caballos casi desvanecidos después de horas y horas sin que nadie se acordase de que le tenían que quitar la silla para descansar el lomo.
Con todo ello, la macabra cifra se mantiene, e incluso aumenta, teniendo en cuenta las ocho muertes de 2014, y sobre todo recordando que el Plan oficial de la Junta cubre desde la salida de la primera hermandad hasta la llegada de la última. Si algún caballo muere días después por secuelas del camino rociero o en los preparativos previos, queda fuera de la lista oficial.
Queja abierta del Defensor
A la espera del cierre definitivo del Plan 2017, previsto para el próximo jueves, también está pendiente de cierre una queja abierta de oficio en junio de 2016 por el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, dirigida a la Consejería de Justicia e Interior en relación con estos casos.
Se trata de conocer las medidas que ha adoptado la Junta de Andalucía para evitar el maltrato de animales durante la romería, tras conocer, a través de los medios de comunicación, las declaraciones del director del Plan Romero sobre situaciones de abuso que se dan en el trato a algunos caballos en la Romería de El Rocío, tanto durante la peregrinación a ésta como ya en la aldea misma, declaraciones realizadas a Canal Sur y reproducidas por eldiario.es/andalucia.
En opinión del Defensor, en el fondo de este asunto trasluce “la necesidad de redoblar los esfuerzos” para tratar de que se cumpla la Ley 11/2003, de Protección de los Animales de Andalucía, aunque sin embargo, pese a que todos los años se repite el asunto, parece que “no se implantan medidas específicas para garantizar unos estándares mínimos de bienestar y protección animal con los que evitar situaciones de abuso, maltrato e incluso muerte”. Por ahora, esa queja no ha tenido respuesta.
Frente a esta sangría, el Partido Animalista PACMA pide que se ponga en marcha sin retrasos la denominada 'Ley Cero', que solucione “todos los problemas que en España tienen los animales y quienes tratan de ayudarlos”, centrándose en eliminar “las horribles condiciones que sufren los animales en las romerías”.
Concretamente, la Ley especifica la prohibición de “utilizar animales, sin excepciones, en todo tipo de espectáculos, tradiciones y festejos, tanto privados como públicos, que impliquen sufrimiento para los animales”.
Además, el texto subraya la prohibición del uso de animales en romerías, al igual que en otros festejos como corridas de toros, encierros o circos, entre otros. Por otra parte, la Ley General de Bienestar y Protección de los Animales del Partido Animalista prohibirá “utilizar animales como tracción de vehículos” y su “explotación como transporte turístico”, lo que también se relaciona con su alquiler para romerías.
Recuerda el PACMA en su web oficial que “no estamos en contra de la celebración de romerías ni festejos populares, pero sí con la explotación que se hace de los animales en muchos de ellos, sin que quienes participan tengan en cuenta su sufrimiento o los riesgos que suponen para sus vidas. Creemos que la sociedad debe seguir expresándose libremente y que es posible hacerlo sin maltratar animales ni perjudicar al medioambiente”.