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Iglesias se apoya en Teresa Rodríguez para lanzarse a las generales: “En Andalucía se juega el destino de España”

Si en las elecciones andaluzas de 2015, la marca Podemos y el nombre de Pablo Iglesias sirvió para catapultar a Teresa Rodríguez al Parlamento, con 15 diputados; ahora la situación es la inversa. Iglesias ha protagonizado este sábado en Sevilla su primer mitin para las andaluzas del 2 de diciembre, pero también ha sido su primer acto de campaña para las próximas elecciones generales [hace 24 horas convocó primarias en Podemos para elegir al candidato].

Tres años después, Teresa Rodríguez tiene su propio peso político y su propia marca electoral -Adelante Andalucía- que se ha disociado del Podemos original para ligarse a IU y a otras dos formaciones andalucistas: la confluencia Adelante Andalucía. Después de un duro forcejeo entre la dirección estatal y la andaluza, Iglesias ha terminado asumiendo la autonomía política de Rodríguez y este sábado se ha apoyado en ella y en su nueva herramienta para lanzarse a la próxima carrera electoral. “En Andalucía se está jugando el destino de España”, dijo.

El primer acto de campaña de Iglesias y Alberto Garzón para las elecciones andaluzas ha sido una demostración de fuerza y movilización de la coalición Adelante Andalucía, encabezada por la candidata a la Presidencia de la Junta, Teresa Rodríguez. Alrededor de 4.000 personas han abarrotado el primer pabellón del Palacio de Congresos de Sevilla (Fibes), un espacio donde PSOE y PP suelen hacer demostración de fuerza electoral. A una semana para abrir las urnas, los socialistas y los simpatizantes de Podemos e IU compiten por visibilidar en teatros, pabellones, polideportivos y redes sociales la agitación de sus bases, clave para el resultado del 2D.

El mitin de Fibes desprende muchas reminiscencias del 15M, aquella revolución de ciudadanos donde se gestó Podemos con el objetivo de convertir la indignación civil en acción política. La multitud, en un ambiente muy festivo casi inédito en esta campaña tan sosa, ha coreado todos sus cánticos clásicos: “¡El pueblo unido jamás será vencido”; “¡No pasarán, no pasarán!”; “¡Sí se puede, sí se puede!”; “¡A galopar, a galopar!”; “¡Verde, blanca y verde!”. La convocatoria de Adelante Andalucía es una mezcla de gritos reivindicativos de todas las izquierdas, voces de la confluencia que integran esta coalición: comunistas, podemitas, andalucistas...

“Trillizos de la derecha”

El principal acto de campaña de Adelante Andalucía también ha servido para vigorizar la marca Podemos, más debilitada internamente y demoscópicamente que hace tres años. Hasta ahora, Iglesias se ha implicado poco en las andaluzas, a diferencia de Pablo Casado (PP) o Albert Rivera (Ciudadanos). Su estreno, este sábado, ha tenido un arranque muy andalucista. El líder de Podemos ha reivindicado el 4D (4 de diciembre de 1977) y el 28F (28 de febrero de 1980), dos fechas simbólicas del autonomismo andaluz, y ha exigido “a los trillizos de la derecha” [Casado, Rivera y “el primo de Rivera”].

Iglesias ha hecho el mismo razonamiento que Pablo Casado hizo un día antes en un mitin de Almería: interpretar las elecciones andaluzas como la primera vuelta de unas generales que aún no están convocadas, pero para las que todos los partidos se preparan de forma inminente. El dirigente morado llegó a Sevilla 24 horas después de convocar primarias en su formación para elegir al futuro candidato. “En Andalucía se está jugando el destino de España y el futuro”, dijo para encabezar su discurso. Iglesias asegura que para que los Presupuestos Generales de 2019 pactados con Pedro Sánchez salgan adelante “el factor decisivo no son unos partidos de Catalunya y el País vasco, sino Andalucía. ”El factor decisivo para que España cambie es Andalucía, otra vez, como hace 40 años. Andalucía tiene que decir a toda España: ya está bien“, gritó.

El secretario general de Podemos, varias veces interrumpido por aplausos y gritos de ¡sí, se puede!, atacó frontalmente a Susana Díaz como un factor desestabilizador dentro del “nuevo PSOE”, el de Sánchez, el que ha pactado los Presupuestos con Podemos. “Andalucía es el segundo plato para Díaz después de perder las primarias del PSOE”, dijo. “¿Hubiera sido posible la moción de censura si la señora Díaz hubiera ganado las primarias socialistas?”, preguntó al público. La gente respondió a coro con un largo noooo. “¿Habría sido posible el acuerdo de Presupuestos si Susana Díaz hubiera ganado las primarias? ¿O ella hubiera preferido un acuerdo con Ciudadanos? Esto se lo están preguntando muchos andaluces”, dijo.

Garzón dio un discurso más académico y fue muy duro con Díaz: “Hay que cuestionar la estructura de poder en Andalucía porque los que han gobernado desde el franquismo siguen gobernando aquí y en España”, dijo. El malagueño logró poner a la gente en pie cuando recordó que los cuatro partidos de la confluencia estaban compitiendo en las elecciones de hace tres años y medio, “y hoy estamos juntos y eso es muy bonito”, dijo. El público se puso en pie y gritó: “¡unidad, unidad!”.

Iglesias, líder de Podemos, pidió el voto para Adelante Andalucía y presentó a Rodríguez como futura presidenta andaluza. La multitud la recibió al grito de “¡presidenta, presidenta!” y volvió a entonar el lema republicano del “¡no pasarán!”. Ella tomó el micrófono, pero no dedicó ninguna palabra a Iglesias en su intervención. La gaditana, como viene haciendo en cada provincia que visita, empezó leyendo el currículum de “20 años de salarios del partido” del número uno del PSOE, que en Sevilla es la propia Susana Díaz.

La crítica rotunda a “los profesionales de vivir de la política” es una constante en todos los mítines, así marca distancias Rodríguez de los socialistas, mientras todos los análisis y encuestas vaticinan que será necesario un pacto de las dos izquierdas para formar el próximo Gobierno andaluz. Teresa Rodríguez ha desplegado en esta campaña dos perfiles: el más duro, el que más recuerda a su imagen de azote de la oposición en el Parlamento, se ha inhibido en favor de un perfil más moderado, menos beligerante con Díaz. Así se le vio en el debate televisado de Canal Sur.

Muchos interpretaron que la gaditana empezaba a tender puentes con el PSOE, pero al día siguiente -y en los sucesivos mítines, provincia a provincia- la candidata volvió a desempolvar aquel grito de “con el PSOE, ni muerta” y “el cortijo del susanismo apesta”. En los últimos tres días, Rodríguez ha usado distintas fórmulas para subrayar esta idea: “Con el PSOE, ni muerta”; “Con el PSOE, de ninguna manera”; “Con el PSOE, ni mijita”, dijo este sábado. La agencia EFE tradujo la palabra “mijita” como “expresión andaluza diminutivo de migaja”.

“A los periodistas les gustaría tenerme al lado de Susana Díaz chillando en un debate, pero no lo voy a hacer. Tengo la responsabilidad de presentarme como alternativa a ella en la Presidencia de la Junta, no como opositora”, sentenció la gaditana. Este lunes volverá a poner a prueba esa contención “presidenciable” en el segundo debate electoral, que emitirá TVE a las 22.00 horas.

Al acto acudieron muchos cargos medios y ex dirigentes de IU, como el histórico Antonio Romero, en primera fila, que fue mencionado por Antonio Maíllo y recibió una calurosa ovación de la gente. El gran ausente fue el antecesor de Maíllo, ex coordinador regional de IU, Diego Valderas, muy crítico con la confluencia con Podemos desde el principio. Valderas fue vicepresidente en el Gobierno de Susana Díaz en coalición con IU, y la candidata socialista le reivindica más que los suyos ahora como un referente de izquierdas. Del sector crítico de IU con la alianza con Podemos también se pudo ver a algunos ex colaboradores estrechos de Valderas, haciendo fotos y ondeando la bandera de Adelante Andalucía.