La incesante presión de los pisos turísticos lleva a las capitales andaluzas a perder población en el centro
Es una evidencia constatable solo con pasear por los cascos históricos de las principales capitales andaluzas, pero ahora un par de proyectos de investigación de la Universidad de Sevilla viene a ponerle cifras a esta realidad: la creciente presión de los pisos turísticos está empujando a muchos residentes fuera de los centros de las ciudades, que han perdido población de manera constante desde 2012.
El hecho es tanto más llamativo si se tiene en cuenta el contraste con las dos décadas precedentes, en las que estos enclaves urbanos ganaron vecinos. “Entre 1991 y 2011, las políticas de renovación urbana en los centros históricos andaluces redundaron en un incremento de población, así como un aumento del estatus relativo de la población”, lo que viene en llamarse “gentrificación”, tal y como apunta el responsable de estas dos investigaciones, Ibán Díaz Parra.
Este estirón, por cierto, se produjo incluso a pesar de la crisis de 2008, y ese aumento de estatus se tradujo, por ejemplo, en un descenso de los residentes desempleados y un aumento de los universitarios. Pero las tornas cambiaron durante los últimos años, con un giro en la tendencia demográfica: “Si en la primera década del siglo XXI los centros históricos ganan población, en la segunda comienzan a perderla”.
Granada, el caso más sangrante
Así lo constatan las cifras, que sitúan a Granada como el caso más sangrante, ya que entre 2002 y 2012 la zona Centro-Sagrario ganó 5.677 residentes, para a continuación perder 6.213 entre 2012 y 2020. Una situación similar se da en Sevilla (de incorporar 4.611 vecinos al casco histórico a que se fuesen 4.259) y, en menor medida, en Málaga (de 1.149 más en la primera década del siglo XXI a 849 menos en la segunda), aunque en la zona de Heredia Soho sí se produce un pico considerable: de ganar 3.744 a perder 67.
La excepción a esta tendencia la ponen Córdoba y sobre todo Cádiz, ciudades en las que ha sido constante la pérdida de residentes en la zona centro en los últimos 30 años. La capital califal perdió 793 vecinos en la primera década y 1.976 en la segunda, mientras que en Cádiz la sangría es mucho más contundente: 6.272 residentes menos entre 2002-2012 y 3.075 menos entre 2012-2020.
Pero si en el centro de estas dos capitales la curva es descendente de manera permanente, en barrios residenciales de su interior sí se ha reproducido la tendencia de Granada, Málaga y Sevilla, “han pasado por una dinámica de ganancias de población en la primera década del siglo XXI seguidas de pérdidas desde 2012”. Estos son los casos de las zonas de Santa María en Cádiz y Ribera en Córdoba.
El salto a otras zonas de la ciudad
¿Qué conclusión arrojan las cifras? Díaz Parra lo tiene claro: “Las pérdidas de población coinciden con una gran concentración de las viviendas para fines turísticos en los centros históricos”, con una densidad que presenta sus porcentajes más altos en Málaga y más bajos en Cádiz. Un paseo por el casco antiguo de cada capital demuestra que es ahí donde los pisos turísticos se concentran, aunque se ha detectado una cierta expansión por el litoral en las ciudades costeras (Málaga y Cádiz) y en barrios limítrofes del centro.
No obstante, la centralización de estos alojamientos es especialmente llamativa en Cádiz, donde el 72% de la oferta está en el casco antiguo, lo que también ocurre en Granada (68%) y Córdoba (62%). Esto implica que dos de cada tres pisos turísticos en estas ciudades están en el centro, una proporción que es sensiblemente menor en Málaga (41%) y sobre todo en Sevilla (34%).
En todos los casos, eso sí, los porcentajes de centralización de los establecimientos hoteleros son superiores a los de las viviendas turísticas, lo que para Díaz Parra implica que “han tenido la particularidad de expandirse a zonas contiguas al tradicional centro turístico”. Eso es “especialmente notable” en Málaga y Sevilla, donde este tipo de servicio de alojamientos “se ha podido expandir a barrios limítrofes, arrabales históricos en Sevilla o barrios costeros contiguos al centro urbano en Málaga”. De todos modos, en ningún caso se ha detectado una “presencia significativa” en zonas alejadas de los centros históricos.
Cartografía digital de los pisos turísticos
Los trabajos que arrojan estos resultados los están desarrollando expertos del grupo de investigación Impactos del Turismo Urbano Cultural en Andalucía (ITUCA), una tarea asumida por encargo del Centro de Estudios Andaluces. Para llevar a cabo estos estudios, se ha realizado una cartografía digital de los pisos turísticos estudiando las pautas de localización, se ha analizado la variación de diversos indicadores demográficos y se han realizado 40 entrevistas con agentes implicados en este mercado.
Entre sus conclusiones también destaca que la pandemia por coronavirus ha acelerado en Andalucía la profesionalización en la gestión de estas viviendas, lo que deja en una situación de desventaja al pequeño propietario. Y constata una realidad que ya es palpable: la desaparición de los turistas en los peores momentos de la Covid no ha forzado un cambio de dinámica ya que estos alojamientos siguen al alza, lo que hace prever un nuevo boom de la oferta en cuanto se recupere del todo el mercado turístico.
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