Las direcciones andaluzas de IU y de Podemos, lideradas por Toni Valero y Martina Velarde, empezarán a final de mes a usar en sus actos políticos el nombre de la coalición estatal de sus formaciones -Unidas Podemos por Andalucía-, con idea de mantener la marca en las próximas elecciones andaluzas, previstas para diciembre de 2022. En el camino, también sustituirán el nombre actual de su grupo parlamentario -Adelante Andalucía- con el que concurrieron a los comicios de 2018.
IU y Podemos dejan atrás la marca Adelante, “muy dañada” tras su guerra interna con Teresa Rodríguez, que se ha saldado con su expulsión del grupo junto a otros ocho diputados. Pero no renuncian a su propiedad. La coalición de izquierdas no ha presentado ningún recurso judicial contra Rodríguez y los Anticapitalistas por el control del partido instrumental Adelante Andalucía, y según fuentes del Ministerio de Interior, tampoco hay un recurso administrativo contra el registro de dicho partido. Fuentes de la dirección federal de IU también aclaran que “no hay emprendida ninguna acción judicial ni desde IU Andalucía ni desde Madrid por el tema de la marca”. “Si no hay pleito, no hay causa”, ha asegurado la actual portavoz de Adelante y miembro de IU, Inmaculada Nieto, admitiendo que hoy por hoy el dominio del partido instrumental Adelante Andalucía pertenece a Anticapitalistas.
Ahora bien, desde IU en el Parlamento andaluz aseguran a este periódico que no renuncian a la marca Adelante y que su intención es evitar que Teresa Rodríguez y su equipo se presenten a las próximas elecciones andaluzas bajo estas siglas. “Anticapitalistas ha incurrido en muchas formas de usurpación” de una marca compartida -apropiación de las redes sociales, dirección de email, mensajes políticos sin consensuar- y, llegado el momento, hay muchas opciones de presentar recurso y evitar que usen el partido instrumental en las elecciones“, explican estas fuentes.
La guerra civil en los grupos a la izquierda del PSOE en Andalucía no termina de cerrarse, porque la imagen latente de un grupo parlamentario partido por la mitad recuerda permanentemente un proyecto político dinamitado desde dentro: de 17 diputados, nueve han sido expulsados por “tránsfugas. Durante meses, casi un año, fue una guerra fría, soterrada. Ahora que todo ha saltado por los aires, ha salido a la luz el origen de la disputa y todas sus contradicciones:
El 26 de septiembre de 2019, dos meses antes de las elecciones generales del 10N, dos militantes de Anticapitalistas próximos a la entonces coordinadora andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez, inscribieron en el registro de formaciones políticas del Ministerio de Interior un nuevo partido con el nombre de Adelante Andalucía. Hasta entonces, esa había sido la marca de la coalición electoral con la que Podemos, IU y dos formaciones andalucistas minoritarias concurrieron a las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018.
Cuatro días después, el 30 de septiembre, “un miembro de la dirección federal de IU intentó registrar el mismo partido, con el mismo nombre, pero el Ministerio se lo echó para atrás, porque ya existía”, confirman a este periódico fuentes de Interior. En la documentación presentada por el dirigente de IU constaba, como domicilio social propuesto para Adelante, una dirección coincidente con la sede federal de IU en Madrid: calle Olimpo, 35, razón por la que el departamento de Fernando Grande-Marlaska terminó “desestimando” la solicitud, según consta en el archivo del registro de partidos políticos del Ministerio.
Ni Podemos ni IU informaron en ese momento de aquello. Esta información, a la que ha tenido acceso eldiario.es/andalucía, revela la lucha soterraba que arrastraban ya entonces los dos socios fundadores de Adelante Andalucía por quedarse con el partido instrumental. Adelante Andalucía apareció en el registro de partidos del Ministerio de Interior tres meses después de su inscripción (una vez se hubo certificado toda la información presentada): el 20 de diciembre de 2019. Tres días después, eldiario.es adelantó la noticia con este titular: Teresa Rodríguez e IU registran Adelante Andalucía como partido al margen de la dirección de Podemos. La explicación que se ofreció entonces es que habían decidido inscribir la marca “ante el temor de que los aliados de Íñigo Errejón les robara el nombre de cara a las generales del 10 de noviembre”.
En el registro de partidos, Adelante Andalucía aparecía con el mismo domicilio social que Podemos Andalucía, en la calle León XIII, 18-19, en Sevilla, y como “representante legal única” constaba el nombre de Olga Negrón Rojas, militante de Anticapitalistas, próxima a Teresa Rodríguez. La dirección andaluza de IU, pilotada por Toni Valero, aseguró entonces a este periódico que el registro del partido instrumental no se había hecho “de espaldas a su formación”, y que en la documentación también constaba un miembro de IU, el responsable de finanzas, Salvador Fuentes. “Teresa no puede hacer uso de la marca Adelante sin el consentimiento expreso de IU”, explicaron aquel 23 de diciembre.
El tiempo y el recrudecimiento de las relaciones entre los socios fundadores de Adelante ha demostrado que aquella versión no fue veraz, y que se trataba de tapar una dura batalla por el control del partido. En los meses siguientes, IU intentó sin éxito que los Anticapitalistas retirasen la marca Adelante del registro de partidos, porque las generales habían pasado y, con ellas, el temor de que Errejón se la apropiase. En junio de 2020, Valero lanza un ultimátum a Rodríguez: o retira Adelante del registro de partidos políticos o da por rota la confluencia. En ese momento, IU da por roto el diálogo con sus socios, les acusa de “usurpar” y “vampirizar” el nombre de la confluencia, y admite por primera vez que el origen de su crisis interna está en la inscripción “unilateral” de Adelante en el registro de partidos del Ministerio: “Nos la jugaron. El partido instrumental Adelante Andalucía lo registraron ellos y son los que tienen plenos poderes. Nuestro hombre figura sólo como testigo”, explicaron a esta redacción, encomendados ya a una “pugna por la marca en los tribunales”.
Lo que vino después es conocido: Teresa Rodríguez y su círculo abandonan Podemos Andalucía, registran un nuevo partido -Anticapitalistas- y facilitan su entrada en Adelante y, una vez dentro, impulsan con el apoyo de los andalucistas un documento político que propone dos objetivos que chocan frontalmente con sus socios de IU: presentarse a los siguientes procesos electorales bajo la marca Adelante -por tanto, contra Unidas Podemos-, y vetar los gobiernos de coalición con el PSOE, un rechazo taxativo al Ejecutivo recién formado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que había sido refrendado por las bases de Podemos y de IU.
El pasado otoño, la nueva dirección andaluza de Podemos, liderada ya por la pablista Martina Velarde, acusa a la antigua dirección del partido de “tránsfugas” y eleva un escrito a la Mesa del Parlamento andaluz, a través de Inmaculada Nieto (portavoz adjunta de Adelante y miembro de IU), pidiendo dar de baja del grupo a Teresa Rodríguez y sus diputados afines. PSOE, PP, Ciudadanos y Vox apoyan la expulsión de nueve parlamentarios, que pasan a ser diputados no adscritos, y el grupo Adelante pasa de 17 diputados a ocho (seis de IU más dos independientes afines a Rodríguez). El presupuesto del grupo se reduce en la misma proporción, de casi 1,7 millones de euros a algo más de 800.000 euros. La gaditana y el resto de expulsados recurren su expulsión al Tribunal Constitucional por vulneración de sus derechos de representación política y, en paralelo, el Parlamento empieza a tramitar una reforma exprés del reglamento para incluir el Pacto nacional Antitransfuguismo, que da carta de naturaleza a la expulsión de los diputados Anticapitalistas.