La investigación apunta a que el atacante de Algeciras actuó solo, de forma errática y que consumía propaganda yihadista

Los primeros pasos de la investigación del ataque ocurrido en la tarde de este miércoles en Algeciras apunta a que Yassine Kanjaa, el joven marroquí autor del apuñalamiento mortal del párroco Diego Valencia, actuó solo aunque queda por esclarecer si recibió adoctrinamiento, si se trata de un proceso de radicalización reciente o, si por el contrario, pesaron, y en qué medida, posibles problemas psiquiátricos en su actuación. La investigación ha sido asumida como un posible delito de terrorismo por la Audiencia Nacional y el detenido se ha negado a colaborar, rechazando contestar a las preguntas de los policías, han informado a elDiario.es fuentes del caso.

Agentes de la Policía Nacional iniciaron la pasada madrugada el registro del domicilio del detenido hacia las 01.30 horas y finalizó dos horas después, hacia las 03.30 horas. En la casa del joven, de 25 años, los agentes encontraron la funda del cuchillo que había utilizado en el ataque y se incautaron, además, de material informático y de documentación. El detenido ya está en dependencias de la Comisaría General de Información, la estructura antiterrorista de la Policía, en el complejo policial de Canillas, en Madrid.

Las evidencias halladas en el registro de la infravivienda en Algeciras donde residía Kanjaa no permiten resolver por ahora los interrogantes planteados si bien el trabajo de la Comisaría General de Información ya ha permitido encontrar actividad radical en redes sociales por parte del detenido. Los agentes han encontrado publicaciones en Facebook de Yassine Kanjaa que consisten en vídeos con discursos de imanes radicales llamando a la yihad, precisan las fuentes consultadas. Kanjaa no publicaba en Facebook con su nombre auténtico. Entre los efectos incautados está el teléfono que utilizaba el atacante.

Por otra parte, la forma de actuar de Kanjaa, con una actuación errática e improvisada, muy violenta, hace sospechar de que pudiera sufrir algún tipo de trastorno, si bien en Marruecos, de donde habría salido con 22 años, no tiene antecedentes médicos en ese sentido. Kanjaa residía en España de forma irregular. Fue detenido el 16 de junio de 2022 y se le abrió un proceso administrativo de expulsión que seguía en curso en el momento de los hechos. “El desarrollo del registro podrá determinar la naturaleza terrorista o de cualquier otro tipo de los hechos”, ha dicho desde Estocolmo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Los compañeros de la vivienda de Kanjaa han declarado durante horas a la Policía que en las últimas semanas el detenido cambió radicalmente su actitud: de beber y fumar hachís había pasado a obsesionarse con la religión y a decir incoherencias, a comportarse de forma extraña, aseguran las fuentes consultadas. Estos extremos serán incluidos en el atestado que presentará la Comisaría General de Información al juez.

Fernando Grande-Marlaska ha querido enviar un “mensaje de seguridad” a los ciudadanos de Algeciras, hacia donde se ha trasladado este jueves. Allí ha asegurado que el detenido no estaba “en ningún radar por radicalización en España ni en ningún otro país amigo” y no hay más personas implicadas en estos ataques. Además, ha asegurado que se están investigando los hechos como terrorismo aunque aún se está en el inicio de la investigación, por lo que “todas las hipótesis continúan abiertas”.

“Los hechos que ayer acontecieron son una tragedia y son la manifestación de una violencia absolutamente irracional, de una violencia incompatible con los valores que nos deciden como sociedad democrática, donde la diversidad no es ningún problema sino que lo que hace es enriquecernos y que podamos crecer como personas”, ha manifestado Marlaska.También ha señalado el ministro que el detenido “nunca ha estado en el radar de ningún servicio nacional por radicalización ni en las bases de datos de los países cercanos”. “No costa ningún antecedente en ese sentido, solo por inmigración irregular en España”, ha añadido. Con todo, Marlaska ha pedido “cautela” ante los objetos incautados por los investigadores en el domicilio del detenido y que están siendo analizados por la Policía Científica y la Brigada de Información. “Estamos en un momento incipiente de la investigación, dejemos que se desarrolle”, ha solicitado.

“Gritando palabras en árabe”

En un primer momento se hizo cargo de la investigación el Juzgado de Instrucción Número 3 de Algeciras por estar de guardia, pero, posteriormente, el Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es Manuel García Castellón, se ha declarado competente y ha pedido al de Algeciras que se inhiba, informan fuentes jurídicas a este periódico. Es el juez de refuerzo de ese juzgado Joaquín Gadea quien se ha hecho cargo de la instrucción.

Gadea dictó con inmediatez un auto en la noche del miércoles para autorizar el registro de la vivienda de Kanjaa. En él, toma el relato de los policías sobre los hechos para apuntar un posible delito de terrorismo y justificar la diligencia. “Una vez que se encuentra [la víctima] en el centro de esa plaza es alcanzado por el atacante, quien, una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y, alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra ‘Allah [Alá]’, le asesta una última estocada mortal”, relata el magistrado, según el escrito judicial adelantado por El País y Abc.

El sospechoso no figura en los ficheros de terrorismo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ningún país colaborador de España en materia antiterrorista había alertado en ningún momento sobre él, según fuentes del Ministerio del Interior. En su auto, el juez habla de posible “salafismo yihadista” y habla de un ataque “con fines terroristas”. Una vez detenido, Kanjaa siguió profiriendo loas a Alá.

Por su parte, desde la Delegación del Gobierno en Andalucía, han descartado que el arrestado estuviese siendo seguido por agentes de información o de otros grupos ni antes ni ahora y han añadido que no tiene antecedentes penales ni por terrorismo ni en España ni en países aliados. El joven había entrado en la iglesia de San Isidro antes de perpetrar el ataque, todavía desarmado, había increpado a los presentes por su fe y se había marchado, antes de regresar con el machete. Después de agredir al sacristán se dirigió a la iglesia de la Virgen de La Palma, en cuyo interior hirió al párroco, al que remató en el exterior. Por último se dirigió a la próxima ermita Europa, donde le detuvieron agentes locales sin que opusiera resistencia.

El párroco de La Palma, Juan José Marina, que es también vicario general del Campo de Gibraltar ha declarado a la SER: “Yo me encontraba en la parroquia vecina cuando en mitad de la celebración una persona ha gritado que había un atentado en La Palma. Me vine para acá corriendo y me he encontrado esto”.

“Ha sido después de la celebración de la misa. Ha ido directamente a por él. No habíamos recibido amenazas, salvo puntualmente una vez. Diego pensaba que era una de estas personas que de pronto suben al altar para tirar las cosas, pero de pronto supongo que vio que tenía un machete bastante grande y se fue a por él”, ha relatado el párroco.