En la recuperación de la memoria histórica es fundamental la recuperación de los hechos. Y detrás del rigor, están las investigadoras e invesitgadores andaluces a los que queremos dar el protagonismo que merecen en esta ventana repasando sus motivaciones y sus trabajos más destacados.
Santiago Moreno, investigador: “Los jóvenes tienen que saber que la democracia vino por el sacrificio de muchas personas”
El servicio de Memoria Histórica y Democrática de la Diputación de Cádiz tiene como objetivo la recuperación, difusión, conmemoración y fomento de la memoria democrática de la provincia como patrimonio histórico y cultural.
Y cuenta con un original proyecto que es el Aula Itinerante de Memoria Histórica y Democrática, que tiene la intención de acercar a todos los municipios de la provincia su propia historia en una época crucial como fue el golpe de Estado de julio de 1936 a la II República, la Guerra Civil y la represión franquista. Se persigue mostrar las políticas de Memoria desde las comunidades educativas hasta la ciudadanía en general.
Fue uno de los grandes legados de Carlos Perales, secretario de Memoria Histórica y Democrática del PSOE de Andalucía, que falleció el pasado mes de julio. Y uno de los bastiones del proyecto es Santiago Moreno, historiador de Cádiz que además da clases en el Máster de Estudios Hispánicos de la Universidad de Cádiz y coordina cursos de verano para esta misma entidad.
“Mi vinculación con la Memoria Histórica viene por un lado a través de la curiosidad. Pertenezco a una generación que se dio cuenta de que este tema se pasaba de puntillas en el bachillerato. Hablamos de la segunda mitad de los años 90 y después en la carrera ocurrió lo mismo. Eso me picó la curiosidad. Fue la misma época en la que la historiadora Alicia Domínguez publicó El verano que trajo un largo invierno, el resultado de su investigación y de su tesis doctoral. Cuando apareció este trabajo fue una eclosión y conocí a Carlos Perales, que estaba en Diputación. Ahí comenzó todo”.
Moreno considera que “Cádiz provincia y Cádiz capital tienen un retraso considerable en estos temas de investigación si lo comparamos con la parte occidental de Andalucía. Carlos Perales lo impulsó desde la Diputación con sus inquietudes y fue una pieza fundamental”.
La especialidad del historiador es la represión a las gentes del Carnaval a raíz del 18 de julio con la posterior prohibición del Carnaval en febrero del 37 y con el final de la guerra, que fue el contenido de su tesis doctoral. “En 2017 fue el 80 aniversario de esa prohibición y en la Final del Concurso del Falla actuó una antología que cantó coplas de aquellos años, de los años republicanos. Además, se puso una placa en la plaza del Palillero dedicada a los carnavaleros represaliados, se sacó un disco y también un documental que se llama Murieron cantando. Creo que las tesis doctorales y los trabajos de investigación no deben quedarse en los despachos de los especialistas. Si se puede sacar en papel, mejor, pero lo suyo es llevarlo a otros formatos para que lleguen a la sociedad”.
Ahora está centrado en el Aula Itinerante y remarca que “lo que se intenta es pasar por todos los municipios de la provincia y en los que haya habido una investigación, ir más allá en otros aspectos como exhumaciones o reconocimientos. Y en los que las investigaciones no han empezado o se están haciendo tímidamente, que sea un acicate para continuar. Se va a cada municipio, llevamos una exposición, se da una conferencia que intentamos que sea por parte de un historiador local o provincial que trate tema específico del municipio, se presenta un documental realizado por el servicio de vídeo de Diputación y se hace el recorrido a los chavales de instituto y asociaciones”.
“La provincia de Cádiz sufrió una durísima represión. Hoy en día se calcula que hubo más de 3.500 asesinados y estamos hablando de una provincia que a los dos meses del golpe estaba ya tomada por completo. En los dos primeros días cayeron Cádiz, Jerez y Algeciras, las tres ciudades principales. Los golpistas sabían que si pasaba eso ya caerían las otras y así lo hicieron. Tan sólo resistió parte de la Sierra influida por Ronda y algunas poblaciones como Jimena, que es la última que cae. Para unos pueblos que apenas tuvieron capacidad de resistencia porque casi no pudieron reaccionar ante esa fuerza militar armada, la represión fue brutal”, recuerda Santiago Moreno.
La idea de sacar la historia a la calle
En el recorrido del Aula Itinerante ha descubierto que muchos habitantes de Trebujena tienen interés en exhumar los cuerpos de sus familiares porque, como en otros muchos sitios, “a la gente de allí las mataban en otro sitio como Lebrija y al revés”. La intención es completar a lo largo de 2019 la totalidad de las localidades de la provincia y en enero hará una obligada en Benalup para hacerlo coincidir con la semana del 86 aniversario de los sucesos de Casas Viejas.
“Las nuevas generaciones deben conocer este episodio. En la provincia de Cádiz prácticamente no hubo guerra como tal, pero la Segunda República fue la primera experiencia democrática de este país y todo joven tiene que saber que la democracia no vino dada por un ser superior, sino por el sacrificio y la sangre derramada por muchas personas”, recuerda el historiador.
Ahora que son muchas las ciudades que renuevan sus callejeros en virtud de la Ley de Memoria Histórica, Moreno subraya la importancia de tomar algunas medidas: “En el 2008 es cuando a Barbate se le quita lo de Barbate de Franco, se tardó muchísimo. Es duro es que a día de hoy tengamos que estar con explicaciones de por qué se le quita la calle a tal o a cual, como pasó en Cádiz con la avenida Ramón de Carranza. En un país democráticamente normalizado eso debería ser algo lógico porque si sabemos la trayectoria de este señor tiene que ser así. Las calles y plazas de España deben estar dedicados a personalidades que hayan hecho algún bien. No se trata de borrarlos de la historia porque quedan en los libros y museos, pero no deben estar en los lugares públicos”.
El historiador gaditano creó la empresa 1de3milhistorias y una de las rutas incluidas en su programa de actividades es Cádiz y la Guerra Civil. “Es muy interesante sacarlo a la mismísima calle y esa ruta no se hace por calles escondidas de la ciudad, sino por sitios concurridos como la calle San Francisco, Ayuntamiento, plaza de la Catedral... Cuento la historia como sucedió en base a unas investigaciones y el que quiera rebatirlo, que lo haga. El título es engañoso porque en Cádiz capital no hubo guerra civil, hubo un golpe de estado que triunfó enseguida. Se cerró la Puerta de Tierra y esto se convirtió en una ratonera, como decía Alicia Domínguez. Nos centramos en lo que ocurre entre el viernes 17 de julio y el domingo 19, al amanecer, cuando cae la ciudad”.
El servicio de Memoria Histórica y Democrática de la Diputación de Cádiz tiene como objetivo la recuperación, difusión, conmemoración y fomento de la memoria democrática de la provincia como patrimonio histórico y cultural.
Y cuenta con un original proyecto que es el Aula Itinerante de Memoria Histórica y Democrática, que tiene la intención de acercar a todos los municipios de la provincia su propia historia en una época crucial como fue el golpe de Estado de julio de 1936 a la II República, la Guerra Civil y la represión franquista. Se persigue mostrar las políticas de Memoria desde las comunidades educativas hasta la ciudadanía en general.