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La historia interminable del Museo de Arte Ibero de Jaén llega a su fin

Ana Sola

“Un gran museo no se puede hacer con prisas sino con cautelas”. Esta frase de la secretaria general de Cultura de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, María del Mar Alfaro, el 19 de mayo de 2015, fue una de las penúltimas excusas de la Junta de Andalucía para los retrasos en la finalización de un museo que se comenzó a gestar hace casi veinte años, en 1998. La primera piedra se puso hace siete años, en 2009, y estaba previsto en un principio que se finalizase hace cuatro, en 2012, tras varias fechas la última es que las obras acabarán el próximo 15 de noviembre y el Museo se abrirá en el primer trimestre de junio de 2017 con una gran exposición temporal.

Han sido muchas las fechas que se han ido dando a lo largo de los años, precisamente en esa comparecencia de 2015, de María del Mar Alfaro, aunque evitaba hablar de plazos, sí apuntaba que las obras del edificio concluirían a finales de 2015 y en otoño estaría el plan museológico definitivo.

La realidad es otra. Este mes de julio las obras estaban al 92 por ciento de ejecución y se trabajaba en la electricidad, la fontanería, el microterrazo, la urbanización, la albañilería, pintura y tabiquería, esperando que el edificio pudiera estar finalizado durante el verano.

Casi, casi, pero no. Hoy mismo, el secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Eduardo Tamarit, ha asegurado que las obras se encuentran al 95 por ciento y que esperan tener la licencia de ocupación antes de que finalice el año.

https://www.youtube.com/watch?v=PEz1ZEud4JI

De esta forma podrán ir preparando la apertura del edificio, tiendas, cafetería y una gran exposición, para finales de mayo o principios del mes de junio. Del contenido de esa exposición se está encargando el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, Arturo Ruiz, que ha avanzado que son piezas de varios museos andaluces y  alguna pieza importante del Arqueológico Nacional.

De forma paralela se trabaja en el proyecto museográfico del Museo, de su exposición permanente, para lo que ya se han realizado las peticiones oportunas al Ministerio de Cultura y se está en negociaciones con él.

Nadie pone en duda que el museo abrirá sus puertas. Y que cuando lo haga se convertirá, según aseguraba hace unos días Arturo Ruiz, en el “único museo que va a existir en el mundo” de este tipo y que será una “novedad extraordinaria”, porque no hay otro que explique la cultura ibera en un solo lugar.

Para Ruiz el edificio que se está construyendo “es un buen continente”, un buen espacio donde se puede dar una visión arqueológica de lo que fue esta cultura, de la que se ha descubierto mucho en los últimos años, sobre sus ritos, su vida cotidiana, la guerra…

Un poco de historia

Los terrenos donde se construye el Museo de Arte Ibero fueron comprados en 1927 por la Diputación Provincial de Jaén al Ayuntamiento de la ciudad para ser cedidos al Estado y que éste construyera una prisión.  Esa huerta, situada entonces a las afueras de la capital jiennense, se convirtió en un lugar que vivió un episodio especial en los primeros años de la posguerra, al acoger a miles de presos no solo de la provincia sino también de Sevilla, Granada y Córdoba, llegándose a registrar alrededor de 4.000 reclusos donde la capacidad no llegaba a cien.

 En 1991 se inaugura una nueva prisión a cinco kilómetros de la ciudad y el edificio de la antigua prisión comienza a ser abandonado y objeto de pugna por las administraciones. Por un lado el Estado preveía su subasta y por otro la Diputación pide su reversión tal y como se establecía en la cesión en 1927. El litigio, que comienza en 1995, llega incluso al Supremo mientras las distintas administraciones entablan su propia lucha política, dependiendo del partido que gobierne en ese momento en cada institución.

A principios de 1998 el entonces presidente de la Diputación, Felipe López, expone la idea de construir un Museo Ibero y apunta como lugar ideal la antigua prisión. La entonces consejera de Cultura Carmen Calvo, se erige también en defensora de esta propuesta e incluso a título personal apoya cuantas iniciativas propone la recién creada Asociación Amigos de los Iberos. Hasta ve con buenos ojos una ocupación del edificio para presionar en su reversión, “tener que asaltar un edificio para conseguir una ocupación del edificio” y se viste de ibera en una de las concentraciones. Villancicos, recogidas de firmas, velas, antorchas, concentraciones los sábados, escaladores, todo es poco para conseguir un lugar de morada a los restos ibéricos.

En el verano de 2005 se firma finalmente el acta que pone a disposición de la Junta de Andalucía el inmueble de la antigua cárcel. Unos meses antes, en diciembre de 2004, el Ayuntamiento había recibido del Ministerio de Economía y Hacienda (entonces dirigido por Cristóbal Montoro) la titularidad de los terrenos. Finalizando con un tema que fue arma arrojadiza durante tres años entre el gobierno autonómico (PSOE) y el central (PP).

Concurso fallido y demolición del edificio

Mientras se pedía el edificio para construir el museo y de dirimían las disputas políticas a propósito del mismo, ya se había comenzado a pergeñar su diseño. Para ello, en 2003, se celebró un concurso internacional de ideas, presidido por el arquitecto Rafael Moneo, y que ganó el estudio madrileño Solid Arquitectura. A ellos le encargó el proyecto la Junta de Andalucía en 2004, pero esto también ha acabado en los tribunales. En 2007 la Junta rescindió el contrato por incumplimiento del pliego de condiciones y se adjudicó a otra empresa.

Por otro lado, el edificio no aguantó el paso del tiempo, o las obras contiguas de un aparcamiento subterráneo y las grietas aparecidas en sus muros obligaron a derribarlo por vía de urgencia en 2006. Nuevos retrasos que hicieron que hasta el 31 de julio de 2007 no comenzasen las obras de limpieza y replanteo del solar. La primera piedra de este nuevo edificio, la colocaban el 3 de septiembre de 2009, la entonces consejera de Cultura, Rosa Torres, y Gaspar Zarrías (entonces secretario de Estado de Cooperación Territorial).  La finalización de las obras estaba prevista para el 2012.

“Razones técnicas” y una nueva modificación del proyecto, obligaron a paralizar las obras, cuando se encontraban al 55 por ciento de ejecución, en mayo de 2012. No volverían a retomarse hasta noviembre de 2014. Además el presupuesto inicial de la obra de 18 millones de euros se ha ido incrementando hasta alcanzar los cerca de 30 millones.

Un museo único

El Museo de Arte Ibero de Jaén albergará alrededor de 3.500 piezas. La mayoría de los fondos pertenecen a los conjuntos escultóricos ibéricos que se encuentran en el Museo Provincial, como el de Cerrillo Banco (Porcuna), y El Pajarillo (Huelma), pero también hallazgos más recientes, como los de la necrópolis de Piquía (Arjona) o de la Batallas de Baécula. O miles de piezas catalogadas y archivadas en los fondos del Museo provincial ante la falta de espacio para su exposición.

Todo ello para explicar e intentar comprender una cultura que ha dejado salpicada la provincia de cientos de yacimientos arqueológicos, muchos de ellos aún por excavar. Una historia larga y rica en contrastes como la del espacio que la albergará.