“Yo no soy la noticia. La tengo delante”. Así comenzaba el nuevo alcalde de Jaén, Javier Márquez, (PP) su intervención en la toma de posesión como primer edil en un acto donde la principal novedad ha sido la presencia de autoridades de distintas fuerzas políticas, especialmente de la Diputación de Jaén, con su presidente a la cabeza, el socialista Francisco Reyes, y de la Junta de Andalucía, con la delegada del Gobierno en Jaén, Ana Cobo, o el delegado de Fomento y Vivienda, Rafael Valdivielso, entre otros. Un hecho que escenifica que algo cambia con su llegada tras años de disputas y enfrentamientos políticos entre administraciones.
Márquez sustituye a José Enrique Fernández de Moya, tras ser nombrado candidato del PP por la provincia de Jaén al Congreso de los Diputados después de estar cuatro años, cinco meses y doce días al frente del Consistorio jiennense, y tras estar en boca de los pasillos municipales sus pocas ganas de seguir como alcalde.
Conocidas son sus diferencias durante ese tiempo con ambas administraciones, especialmente con la Junta de Andalucía, y su presidenta Susana Díaz, a la que recriminó en numerosas ocasiones que no se entrevistase con él y le mandase muchas cartas.
Ahora, el nuevo alcalde, que entró en el Ayuntamiento de la mano del anterior en 2011 como concejal, en su discurso de investidura no sólo insistía en que la principal noticia del acto era la presencia de tanta gente compartiendo juntos salón de plenos a pesar de sus tendencias ideológicas, sino que adelantaba su voluntad de colaborar con las distintas administraciones en todos los problemas que surjan y las necesidades de la ciudad.
Modificar hábitos
Mientras, los grupos de la oposición, PSOE y Jaén en Común echaban en cara al anterior alcalde el haber dejado el Gobierno de la ciudad tras cinco meses por intereses partidistas. Márquez dice que ahora comienza “un camino nuevo”, una “recuperación de la que se tienen que beneficiar todas las clases sociales”, “intentar aprovechar todas las oportunidades que puedan venir”, alejadas “de los intereses partidistas”. Para lo que cree necesario estar unidos y demostrar altura de miras, modificar determinados hábitos, elevar el debate político, no considerar que la política es espectáculo, ni entrar en el “absolutismo o poner el insulto por encima del razonamiento político”.
En lo que se refiere a su elección como alcalde, no hubo novedades, el PP votó a favor de su persona, Ciudadanos se abstuvo y PSOE y Jaén en Común, votaron a sus respectivos candidatos. Los cambios en el mandato tampoco tardarán en llegar. Márquez ha anunciado dos nuevas áreas, una dedicada al casco antiguo, y otra a los polígonos industriales.
Primera vista: el tranvía
Significativo es el primer acto oficial de Javier Márquez como alcalde: la visita de los trabajos que se realizan en las zonas verdes del sistema tranviario. Un tranvía construido por la corporación socialista, finalizado en 2011, y que nunca ha funcionado porque fue entonces cuando entró en la alcaldía Fernández de Moya, que siempre dijo que había sido un despilfarro y que lo tomó como caballo de batalla contra la administración autonómica.
Javier Márquez se enfrenta ahora a muchos retos que tendrá que abordar, como él mismo ha dicho “con sentido del humor”, porque la tarea es ardua. Entre ellos, sacar económicamente a un Ayuntamiento en quiebra técnica, llegar a un acuerdo con la Junta de Andalucía en la puesta en marcha del tranvía, y la entrada en vigor del nuevo Plan de Ordenación Urbana (PGOU) en el que lleva años batallando.