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Jesús Maeztu: “En esta institución no puede haber perfiles partidarios”

Con la emisión de 104 votos, 103 a favor y uno en blanco, ha sido proclamado por el pleno del Parlamento de Andalucía el nuevo Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, quien por “elegancia” se ha ausentado de la votación, si bien al conocer el resultado ha agradecido “el reflejo de unanimidad, que es orgullo, confianza y responsabilidad”.

“Esta institución es una magistratura de la persuasión: si se trabaja bien, hay muchos cambios que serán posibles, pero lo que debe haber es capacidad de propuesta”, ha remarcado, si bien no ha querido adelantar sus líneas de trabajo, a la espera de su toma de posesión y su comparecencia en la comisión parlamentaria de Gobierno Interior y Derechos Humanos. “No puedo tener planteamiento hasta conocer la casa, hay más de 7.000 quejas y se trata de ver qué prioridades hay, qué colectivo está más dañado…”, ha subrayado, tras confirmar que ha tenido ya un primer contacto, “cordial y distendido”, con su predecesor José Chamizo, ausente en su nombramiento.

Después de diecisiete años desde su paso por la institución, considera que esta está “mucho más reforzada y con más medios” y pretende seguir avanzando en esta línea. De momento, está “conociendo la casa” para tomar decisiones sobre los tres adjuntos que le acompañarán en esta tarea. “En los adjuntos, lógicamente la mujer tiene que estar, pero no sé todavía porque no he hablado todavía con los responsables de los grupos parlamentarios”, ha agregado al respecto. Eso sí, ha insistido en que “se pueden construir espacios de solución sin una mirada partidaria”. Por ello ha rechazado “perfiles partidarios” para su equipo igual que las comparaciones con su predecesor.

“En el caso hipotético de que aceptara un segundo mandato ya comprometería demasiado por la edad; mi objetivo es cumplir este primero de cinco años”, ha dicho en relación a los retos que tiene por delante. También ha dejado claro que actuará sin mandato imperativo de nadie, como marca el reglamento. En cuanto a posibles incompatibilidades por ser su mujer funcionaria de la Consejería de Salud y Bienestar Social, ha recalcado que “ella está fuera del campo de resoluciones”, por lo que no se da esta situación.