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Pablo Ruz: “Ya asumo que la verdad judicial nunca va a ser toda la verdad”

Al juez Pablo Ruz, responsable de la instrucción de los casos Bárcenas y Gürtel durante su paso por la Audiencia Nacional y “testigo protagonista” de casos de corrupción, le parece “muy pretencioso aspirar a que la labor del juez sea descubrir la verdad y toda la verdad”. “Ya asumo que la verdad judicial nunca va a ser toda la verdad. Seguramente la labor periodística va a poder ofrecer mayores matices de esa verdad”, ha dicho en una conferencia en Carmona (Sevilla) en la que ha reflexionado sobre los “límites” de la función judicial, ha alabado el “interés público” de las buenas informaciones periodísticas y ha lamentado la “escasez de medios” en los juzgados españoles para combatir casos de supuesta corrupción.

Ruz ha hecho estas manifestaciones este miércoles durante la conferencia 'El periodismo de investigación, desde la justicia', con el que se ha clausurado el curso de verano de la Universidad Pablo Olavide (UPO) 'Información y corrupción. El periodismo de investigación'. El juez, en ese sentido, se ha referido al “imán” informativo al que parece condenado el Juzgado Central de Instrucción número 5, antes ocupado por Baltasar Garzón y Fernando Grande-Marlaska, entre otros. Preguntado sobre si se siente sorprendido de que los casos de corrupcion sigan proliferando en nuestro país, ha respondido con un lacónico y escueto “sí, me sorprende”.

“La función judicial tiene sus límites, muchos marcados por las limitaciones temporales, o nos toca investigar conductas del pasado que desgraciadamente han pasado ya y uno tiene que renunciar de manera obligada al conocimiento de toda la verdad”, ha comentado. En esa tarea de “la investigación hasta sus últimas consecuencias de los fenómenos de corrupción”, ha remarcado, “debemos ponernos a la tarea, periodistas, jueces, ciudadanos en general. Y debemos hacerlo cuanto antes porque nos jugamos mucho en ello”.

Respecto a eso ha indicado que “la labor judicial no tiene más medios que los que los que el poder político o ejecutivo quiera darles; desgaciadamente no manejamos un presupuesto autónomo”, reclamando al Ejecutivo por modelos similares a los de la Fiscalía Anticorrupción y los equipos con los que cuenta, “muy necesarios en la labor judicial”. Ruz ha recordado que dicha Fiscalía surgió “también a la luz de lo que se vivía en aquel momento, algo parecido a lo que podemos estar viviendo ahora, una avalancha de casos posibles de corrupción y que muchos de ellos afectaban también al Gobierno en el poder”.

La falta de medios, “un problema mal resuelto”

“Con los pocos fiscales que son tienen la suerte de ser el único órgano que tiene los equipos multidisciplinares que trabajan con ellos. Los jueces lamentablemente hoy día no tenemos eso y tenemos que reclamarlos a los ministerios, a los ejecutivos con responabilidad en la materia, en una suerte de dependencia, que nos quieran hacer más o menos caso. Es otra de las luchas que cuando un juez lleva un caso de corrupción tiene que mantener para que el poder ejecutivo se tome en serio la materia y le dote de medios suficientes. Sigue estando mal resuelto el problema”, ha denunciado.

Cuestionado si no tiene la sensación de que los españoles no han castigado electoralmente la corrupción en España ha dicho que “no sé si se ha castigado o no, pero en las elecciones influyen multitud de elementos que la ciudadanía tiene en cuenta. Lo que sí percibo es que la ciudadanía ha asumido como problema tanto caso de corrupción. La mayor o menor respuesta está en factores de carácter sociológico que no me atrevo a juzgar. La quiebra de confianza de determinadas personas que ejercen el poder político tiene sus consecuencias, claro que las tiene, y la ciudadanía lo percibe”.

“Que luego eso tenga una mayor o menor traslación en el voto pues ahí tenemos que abrir un interrogante en el que entran muchos elementos, más allá de que la corrupción es una situación que preocupa realmente a la sociedad. Pero si no se le da más agilidad a procesos judiciales de corrupción, los responsables no somos los jueces ni los fiscales sino la carencia y la escasez de medios con la que seguimos trabajando”, ha añadido al respecto.

“La gente exige con razón una justicia rápida y visible, pero no se puede confundir el castigo del delito con la solución aunque forme parte de ella. El puesto de un corrupto encarcelado lo puede ocupar otro. El daño que causa la corrupción puede no ser más grave que el desatado por la masiva incompetencia, por el capricho de los iluminados o los trastornados por el vértigo de mandar. Lo que nos hace falta es un vuelco al mismo tiempo administrativo y moral, un fortalecimiento de la función pública, un cambio de actitudes culturales muy arraigadas y muy dañinas, que empapan por igual casi todos los ambitos de nuestra vida colectiva”, ha concluido.

“Un salvavidas para la sociedad”

“El periodismo de investigación y una investigación judicial de calidad son como un salvavidas para la sociedad”, ha dicho al comienzo de su intervención. Respecto a las relaciones entre los medios de comunicación y los jueces, asegura que estos últimos no están preparados para entender la actuación de los medios, “por lo que a veces se crea un recelo entendible entre los compañeros de profesión”. Sin embargo, sostiene que en determinadas investigaciones, sobre todo en los casos más importantes y mediáticos, los jueces “debemos facilitar el trabajo de los periodistas y crear un clima de confianza entre ambos profesionales, respetando unas reglas y límites”.

Por otro lado, el juez Ruz ha querido dejar claro que el periodismo de investigación no se corresponde con el ejercicio del periodismo de filtraciones, normalmente de hechos ya judicializados “que deben llevarse de manera reservada”. Y ha asegurado que “la mayoría de las filtraciones a los periodistas provienen de los mandos policiales que obedecen a puestos de designación política, no de los policías encargados de una investigación determinada, que tratan de cuidarla al máximo”.

También ha bromeado diciendo que él nunca ha sido filtrador, “al menos de manera consciente”, aunque admite que siempre que ha podido ha ayudado a los periodistas y les ha aportado información que les sirviera para contextualizar el proceso, sin que esto interfiriera en la causa.

Ha reconocido el juez que el periodismo de investigación desempeña una función muy importante para la sociedad, por lo que de sus resultados “obtenemos rédito los jueces. El periodismo es indagar sobre hechos que tengan interés público, y es de interés público conocer al detalle las tramas delictivas, que merman la confianza de la ciudadanía, pero para ello hace falta hacer las cosas con sosiego y tiempo”.