La Junta de Andalucía prepara unos presupuestos de resistencia tras la caída de ingresos estatales

Si ya en 2013 el Gobierno de Andalucía tuvo que enfrentarse a la elaboración de unos presupuestos con 1.200 millones de euros menos de los ingresos estatales, este año tampoco lo tendrá fácil porque el tijeretazo que calcula que se ha traído de la Conferencia de Política Fiscal y Financiera (CPFF) lo cifra en 606 millones de euros. Es decir, que para sus presupuestos de 2015 recibirá en concepto de entregas a cuenta poco más de 16.480 millones de euros (fueron más de 17.085 para 2014), es decir una bajada como punto de partida del 3,7%. Esto lo espera compensar con un incremento de los ingresos por los tributos propios de la comunidad autónoma y por una previsible subida de los fondos europeos, de manera que no se traslade finalmente esa reducción de las transferencias del Gobierno de la Nación a los presupuestos autonómicos de 2015.

La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, ha reconocido que esta caída en las entregas a cuenta -que es de donde viene el grueso de los ingresos- ha caído como un jarro de agua fría pero ha insistido en que “es la vocación del Gobierno de Andalucía” que los presupuestos autonómicos del próximo año experimenten un incremento. No se atreve a garantizar que vayan a ser expansivos, como se auguraba hace unos meses en virtud de una supuesta recuperación que está viviendo el país y la región. “No lo puedo garantizar porque nos faltan datos, pero somos optimistas”, ha dicho, sin comprometerse a por ejemplo hablar de que vayan a superar la barrera de los 30.000 millones de euros de la que se desbancaron para el presente ejercicio, volviéndose a los niveles previos a la crisis.

Pero sí se ha permitido garantizar dos cosas. Una, que se mantiene el compromiso de la Junta de Andalucía de incluir la recuperación del complemento autonómico de las pagas extra de los empleados públicos, que llevan dos años sin cobrarlo y que suponen en su conjunto unos 320 millones de euros. Y dos, que no se van a producir recortes en los servicios públicos esenciales, tales como la sanidad y la educación. También ha sido “tajante” a la hora de recalcar que la Junta de Andalucía no va ni a subir sus impuestos ni a crear otros nuevos para incrementar los ingresos por estas vías.

Entiende la consejera que ahora se abre un duro periodo de trabajo para cuadrar las cuentas de manera que se pueda compensar esa caída de los ingresos estatales, con la que no contaba después de que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunciara que las entregas a cuenta para las comunidades autónomas crecerían un 4,7%. Sí es cierto, ha reconocido, que han crecido este porcentaje en un concepto, pero si se computan otras variables que conforman las entregas a cuenta no se da tal incremento, sino una reducción del 3,7% en el caso de Andalucía. ¿Por qué? Pues porque hay que restar 214 millones de euros de las liquidaciones pendientes de ejercicios anteriores y 392 que habrá de menos al pasar el objetivo de déficit -es decir el máximo que las autonomías podrán gastar por encima de lo que ingresan- de un punto a 0,7% para 2015. De ahí le sale a la Junta de Andalucía que contará con 606 millones de euros menos de ingresos estatales para el próximo año. De hecho, una de las cosas que ha pedido la Junta de Andalucía este viernes es que “se aplace el pago de las liquidaciones anteriores”, o sea el dinero que tienen que devolver al Gobierno de la Nación porque se les presupuestó de más con respecto a los ingresos que se habían augurado.

Tensión con los socios

De todas maneras, María Jesús Montero, consciente de que la negociación de unos presupuestos autonómicos es una “tarea compleja que siempre genera tensiones con las distintas consejerías porque las necesidades son muchas”, encara con confianza el trabajo que tiene por delante para concretar las pretensiones de los dos socios del Gobierno de Andalucía. No cree, de hecho, que esto vaya a abrir una crisis entre el PSOE-A e IU a la hora de decidir cómo se gasta porque “las prioridades están claras” y porque el año pasado ya lo tuvo peor, con 1.200 millones de euros menos. O sea, que en realidad, la tensión se reduciría a la mitad, pero con el agravante, eso sí, de que cada vez cuesta más resistir en esta situación. “Es hora de que los ciudadanos noten ya esa recuperación de la que tanto se habla desde el Gobierno de España”, se lamentaba este viernes la consejera tras presentar un informe sobre el resultado de la CPFF en el Consejo de Gobierno.

Ha aprovechado, de hecho, para describir lo “cómico, por llamarlo de alguna manera”, de que los consejeros no se enteraron en el seno del CPFF de a cuánto ascendían las entregas a cuenta -una información que se espera con expectación cuando se aproximan estas fechas- sino “vía fax” mientras estaban reunidos con el ministro, y claro, “el tema salió”. Reunión, por otra parte, la del CPFF que se celebraba “un 31 de julio a las cinco de la tarde”, lo que a su juicio no puede ser “inocente”.

La consejera ha censurado también que el Gobierno de la Nación ponga “tiritas” a la “hemorragia” que sufren las autonomías con anuncios como el de la bajada de un 1% en el interés que pagan por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), creado para facilitarles crédito ante la cerrazón de las entidades bancarias. “Son medidas extraordinarias que no resuelven el problema de fondo, que está en el modelo de financiación, cuyo cambio se resiste a abordar el Gobierno del PP (...) y que para las comunidades autónomas infrafinanciadas supone tener que hacer siempre el doble de esfuerzo”, ha dicho.

Lo que supone la bajada del FLA

Pero ¿qué ocurre con la bajada de los intereses del FLA? Pues que, por un lado, “estaría bueno que no lo hubiera hecho, después de que esa bajada sea resultado de una negociación de los préstamos que ha llevado a cabo con las entidades bancarias”. Y, en segundo lugar, que tampoco supondrá mucho para Andalucía -una de las comunidades autónomas acogidas al FLA- dado el recorte en las entregas a cuenta. En concreto, este ejercicio, esa bajada en los intereses del FLA se traducirá en 73 millones de euros, que es menos de los 79 que ya se enteró Andalucía hace unas semanas que tendría que quitar del ejercicio de 2014 por el error de cálculo del Gobierno de España en cuanto a las liquidaciones de 2012, que se hacen a dos años pasado calculando la diferencia entre lo previsto ingresar y lo que finalmente se ingresa y que esa vez han resultado negativas. Para 2015 sí supondrá un respiro de 295 millones de euros esa bajada de los intereses del FLA.

En todo caso, la consejera ha dicho que la Junta de Andalucía puede asumir las condiciones impuestas para acogerse a esta reducción en el coste del FLA, donde la principal es que ese dinero que se ahorre se destine al pago a proveedores. En el caso de Andalucía, los retrasos se producen sobre todo en las facturas de las “grandes empresas” que tienen “más músculo financiero para aguantar”, según ha señalado la consejera. Ésta ha recalcado que, de hecho, “Andalucía está por debajo de la media y ha abonado ya el 85,15% de las obligaciones reconocidas” con proveedores.