La insistencia en los últimos meses de los rectores de las universidades públicas andaluzas poniendo en duda la calidad de las universidades privadas que viene tramitando el Gobierno autonómico desde que el PP dirige la Junta tuvo un punto de inflexión el pasado 27 de septiembre. Y no por la aprobación aquel día en el Parlamento de Andalucía de las dos primeras impulsadas por el Ejecutivo de Moreno sino porque, por primera vez, no pudieron emitir su voto favorable o desfavorable a su reconocimiento, como siempre habían hecho en el único órgano en el que tienen voz, el Pleno del Consejo Andaluz de Universidades (CAU), donde comparten mesa rectores y altos cargos de la Consejería de Universidad.
De hecho no llegó a haber informe como tal ni se contó formalmente con la evaluación de las universidades públicas a ese respecto, algo que “enmascara” el pretendido informe y lo que realmente ocurrió en aquel CAU ante la “sorpresa” y “cabreo” de los rectores y presidentes de los consejos sociales de las universidades públicas andaluzas, según varias fuentes consultadas al respecto.
El consejero y ex rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Villamandos, dijo en aquella reunión que no se iba a votar el supuesto informe, que cada uno presentase por escrito lo que considerara oportuno y que se adjuntarían las observaciones al acta de la sesión. “Se impuso esa situación ante las peticiones de muchos miembros de que hubiera una votación para poder expresar su opinión y quedara constancia, como había ocurrido en ocasiones anteriores”, apunta a este periódico uno de los presentes en ese encuentro.
Villamandos explicó este martes en rueda de prensa, tras iniciar la tramitación de los anteproyectos de ley de reconocimiento de la Universidad Alfonso X el Sabio –UAX Mare Nostrum– y la Universidad Europea de Andalucía, analizados en ese CAU, que esas consideracones de los rectores se incorporarían para su consideración en las leyes de reconocimiento y la posterior autorización de inicio de actividad.
“Todo fue así porque se sabía que los rectores y los presidentes de los consejos sociales iban a votar en contra”, apuntan otras fuentes, que relatan que Villamandos “impuso” que no hubiera votación. Alguno de los presentes incluso mostró “insistentemente” su “malestar” por el hecho de que no podía emitir su opinión en forma de voto en contra, calificando el momento como “tenso y desagradable”, dicen fuentes consultadas.
“Preceptivo pero no vinculante”
Desde la Consejería restan importancia a que no se produjera una votación en ese sentido porque se trata de “un informe técnico” que es elevado al Consejo de Gobierno, que ahora de hecho ha empezado a tramitar ambos anteproyectos de ley. “Antes se podía decir con todo el rigor que una universidad privada tenía el informe desfavorable del CAU, pero a partir de ahora, nos tememos, se dirá directamente que el CAU ha tenido conocimiento de los expedientes para su creación”, se quejan otras fuentes.
Las fuentes consultadas aluden también a que el CAU para ver esos dos nuevos proyectos universitarios se fijó en primera instancia para el lunes 18 de septiembre, habiendo enviado la Junta la documentación el viernes previo. Los rectores alegaron que no podían estudiar la documentación con tal premura y ese CAU mantuvo su celebración pero sin abordarse el asunto de las privadas. En el CAU del 27 de septiembre, como ya se ha dicho, los dirigentes de las universidades públicas se oponían verbalmente a los dos proyectos privados y “por eso el consejero no dejó votar, porque estaba viendo que el voto sería negativo, y dijo que simplemente se tenía conocimiento de los proyectos en el CAU”.
La Junta, de hecho, en su información oficial este martes, se refirió a esa cuestión diciendo que la Consejería había “sometido los dos expedientes a consideración” del CAU, evitando hablar de un informe propiamente dicho, como sí se explicitó en febrero de 2022 cuando se autorizó la tramitación de los anteproyectos de ley para reconocer a Fernando III y UTAMED. Al año siguiente, en febrero de 2023, sí que se aludió en que había habido un “informe desfavorable” por parte del CAU pero en relación a la Universidad de la Costa del Sol, no respecto a los proyectos que avanzaban hacia su creación.
Lo cierto es que, por primera vez, no se emitió por parte del CAU informe, favorable o desfavorable, a la solicitud de reconocimiento de esas dos futuras privadas. Las universidades públicas, en todo caso, hicieron constar en un comunicado aquella discrepancia, exponiendo sus argumentos contrarios a su implantación, pese a que no pudieron exponer formalmente su disconformidad. Entre las funciones del CAU, recordémoslo, está “informar sobre la creación y reconocimiento de universidades”. Su informe, efectivamente, es un trámite técnico preceptivo pero no vinculante, recuerdan fuentes de la Consejería, que vienen a reconocer que no hubo votaciones como se había hecho hasta ahora pero no entran a valorar cómo se resolvían estos informes del CAU en otras etapas.
Un curioso precedente
Pues bien, pese a que la votación no está regulada en el seno del CAU, hay un precedente que marca la diferencia en el actuar de la Junta respecto a la creación de universidades privadas. ¿Qué pasó en la reunión del Consejo del 13 de diciembre de 2021 cuando Villamandos era rector en Córdoba y en aquella ocasión hubo mayoría clara de votos desfavorables a los proyectos de Universidad CEU Fernando III y la Universidad Tecnológica Atlántico–Mediterránea (Utamed)? Entonces los rectores sí pudieron pronunciarse al unísono en contra frente a los seis votos a favor, todos ellos de altos cargos de la Junta. Incluso el rector Villamandos delegó su voto en el entonces rector de la UJA, Juan Gómez, al tener que ausentarse de la reunión a las 18.00 horas, según ha comprobado este periódico. Siete meses después, el rector fue nombrado consejero.
Así fue cómo se desarrolló aquel momento de la votación: “A continuación, el consejero (Rogelio Velasco por aquel entonces) pregunta si alguien más quiere hacer el uso de la palabra, no interviniendo ningún asistente, por lo que solicita informe favorable a la creación de la Universidad Privada Tecnológica Atlántico–Mediterráneo– UTAMED procediéndose a la votación, de la cual resultan que seis asistentes votan favorablemente, 14 asistentes votan desfavorablemente y un asistente se abstiene”.
Después se abrió el turno de ruegos y preguntas aquel 13 de diciembre de 2021, donde los rectores, tras emitir su voto, se pronunciaron abiertamente acerca de aquellas dos nuevas universidades, aprobadas recientemente por el Parlamento. Villamandos, un año más tarde, debutó como presidente de un Pleno del CAU, el 15 de diciembre de 2022, si bien en aquella ocasión no hubo que informar de proyecto alguno de reconocimiento de universidades privadas, que ya avanzaban hacia su aprobación definitiva en el Parlamento, no sin sucesivas subsanaciones en el caso de UTAMED.
La ya nueva universidad UTAMED, es también de recordar, venía envuelta en cierta polémica porque la empresa matriz, Medac, que estuvo detrás de la que es la primera universidad on line andaluza, estuvo ligada al ex consejero andaluz de Educación, Javier Imbroda, fallecido en la pasada legislatura. La UTAMED contó durante su tramitación con varios informes desfavorables si bien su anteproyecto de ley recibió el visto bueno del Consejo de Gobierno en el que se sentaba Imbroda en el mandato anterior, aunque para entonces ya se había desvinculado legalmente de dicha empresa. La UTAMED también estuvo cuestionada por el Consejo Económico y Social de Andalucía, presidido por Juan Marín, ex vicepresidente de la Junta y exlíder de Ciudadanos en Andalucía, que consideró que la UTAMED presentaba “debilidades materiales”.