Los rectores de las universidades andaluzas llevan años lamentando que los fondos que reciben del presupuesto andaluz son insuficientes, que no dan para atender todos los frentes abiertos. Y las cosas consideran que no han cambiado con las cuentas para 2022 en contra del parecer del Gobierno andaluz, que este jueves directamente les ha retado a que concreten qué cantidades quieren pero que a su vez digan qué partidas de sanidad o dependencia eliminarían para recibir este dinero.
Por lo pronto, ya han alzado en tromba la voz los responsables de prácticamente todas las universidades públicas andaluzas para expresar su “preocupación” por el “escenario claramente deficitario” al que creen que les aboca el presupuesto para 2022. Los rectores han consensuado un mensaje de respuesta que han lanzado en términos muy similares, denunciando por ejemplo que la subida media del capítulo para universidades es del 3% frente al 9% del conjunto del presupuesto.
Asimismo, lamentan que “la envolvente para las universidades públicas de Andalucía no alcance, siquiera, para cubrir el incremento de gasto de personal por cuestiones normativas, mientras que para el conjunto de las políticas se apueste por un crecimiento del 9%”. Esto es “aún más sorprendente” si se tiene en cuenta que 2022 empieza a aplicarse el nuevo modelo de financiación.
“Han entendido los argumentos”
Pese a estas críticas, el consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, entiende que los rectores no tienen motivo para la queja, y considera que en general quedaron satisfechos en la reunión que mantuvieron este miércoles para explicarles los fondos con los que van a contar. “En general han entendido los argumentos y razones”, aseguró en el acto de presentación de los presupuestos de la Junta para la provincia de Sevilla, y preguntado en concreto por las críticas del rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, aseguró que su criterio “no es compartido por el resto”, lo que choca con el resto de voces que han ido sumándose.
En última instancia, Velasco definió la cuestión como de “aritmética simple”: si se aumentan las partidas de un capítulo, hay que reducirlos de otro. En este sentido, y refiriéndose directamente a Miguel Ángel Castro, le invitó a que diga qué financiación adicional quiere pero también “de dónde va a quitar” los fondos necesarios para ello, “¿de salud, de dependencia, de los centros de educación primaria?”.
Enmiendas a los presupuestos
El consejero, eso sí, admitió que en el capítulo universitario “siempre hace falta más dinero”. No obstante, considera que “las universidades no se pueden quejar del trato que les ha dispensado este Gobierno desde 2019”.
El caso es que los rectores coinciden en que el presupuesto de la Junta “compromete seriamente la estabilidad financiera de las universidades para mantener los gastos”, por lo que instan a la Junta a que los “reconsidere”. De hecho, anuncian conversaciones con la “totalidad de los partidos políticos con representación en el Parlamento de Andalucía” para detallarles esta “alarmante situación” y solicitar su apoyo para que incrementen las partidas previstas a través de enmiendas.
Comisión parlamentaria
Horas después, Rogelio Velasco volvió a referirse a la cuestión en comisión parlamentaria, en la que insistió que las universidades públicas andaluzas “siguen con una situación financiera robusta” y que “no peligra ninguna de ellas”. El consejero cuantificó en 1.560 millones de euros el dinero que se destina a la educación pública universitaria, 45 millones más que en 2022, lo que supone un crecimiento del 3%. Por su parte, desde el grupo parlamentario socialista “ven normal” que los rectores se preocupen por el presupuesto para 2022 y le ha pedido que “lo modifiquen por el bien de los profesores, de los estudiantes y de los andaluces en general”.