Comunión entre el artificio y la naturaleza. Así ha definido el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra el nuevo CaixaForum de Sevilla. Lo ha hecho desde la terraza del edificio que él mismo ha diseñado, en compañía de un grupo de periodistas y en una desapacible y lluviosa mañana que ha restado brillo a un la presentación de un edificio creado con una obsesión: la luz.
A la sombra de la Torre Pelli, y a escasos metros de una de sus obras más icónicas, el Pabellón de la Navegación de la Expo 92, Vázquez Consuegra se ha afanado en explicar los detalles de un edificio con más de 7.500 metros cuadrados en cuyos espacios exteriores las melfas y las jacarandas compiten con la cerámica, el cemento y un material casi etéreo llamado espuma de aluminio.
De ese material es la marquesina que cubre la zona subterránea del edificio. Gracias a su capacidad para reflejar y dejar pasar la luz, “el movimiento del sol dibuja manchas de luz, creando una atmósfera muy interesante” similar a la de las catedrales góticas, según palabras del propio arquitecto.
Dos muestras: 'Mírame' y 'Anglada-Camarassa'
¿Y qué encontrará el visitante? De momento, y hasta el 12 de marzo, le aguardarán visitas gratuitas, para celebrar su inauguración y visitar las dos exposiciones de arranque: 'Mírame' y 'Anglada-Camarassa'.
'Mírame' es una muestra con más de cuarenta retratos, que arrojan una mirada contemporánea al arte de la representación de rostros. Creado con fondos de su propia colección, la muestra se divide en cuatro secciones agrupadas “por afinidades conceptuales: la emoción a escena, las convenciones de la identidad, la memoria del rostro, y máscaras y otras ficciones. La exposición no ha sido concebida como una galería de retratos, sino como un laberinto de miradas que interrogan sobre cómo nos vemos y nos construimos”.
En ella llaman la atención obras como la de Christian Boltanski, quien, mediante retratos extraídos de los archivos de 1987 de El Caso, ha creado un mural donde se confunden las víctimas y verdugos que abundaban en el sangriento semanario. Más cómica y curiosa es la obra del sevillano Curro González, quien no duda en ocultar algunos de los rostros más famosos de la historia en su pintura El bosque de leche.
La otra gran muestra es la dedicada al catalán Hermen Anglada-Camarassa, pintor de la primera mitad del siglo XX que se adentró en los senderos artísticos del modernismo y el postimpresionismo. Con más de 94 obras, la exposición recorre todas sus etapas: “desde el realismo rural inicial, pasando por su llegada a París y el choque colorista, el posterior posimpresionismo y su incorporación del folclore valenciano del que surgieron obras tan fundamentales como El Ídolo (1910) o Novia valenciana (1911). La muestra también ahonda en su retirada a Mallorca durante la Primera Guerra Mundial, donde pinta paisajes manteniendo el colorismo, y en su posterior refugio en Montserrat”.
El de Sevilla es el octavo CaixaForum de España (Madrid, Barcelona, Zaragoza, Palma, Girona, Tarragona y Lleida) y está pensado no sólo como centro de exposiciones artísticas, sino como centro de conferencias y actividades culturales y científicas de todo tipo. Sus gestores han insistido en que se trata de un centro pensado para toda la familia, con un marcado acento didáctico para los más pequeños y en cuya agenda habrá espacio para charlas literarias, conferencias musicales y astronómicas, ciclos de cine infantil o espectáculos, entre otras muchas actividades.
El centro, en el que se han invertido 18 millones de euros y cuyo mantenimiento anual será de cinco millones, cuenta con dos salas de exposiciones, un auditorio, dos aulas polivalentes, una cafetería y una tienda-librería.
“Construir un espacio público”
Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, ha señalado durante la inauguración del nuevo centro cultural en Puerta Triana que el CaixaForum “aspira a ser un nuevo eje de Sevilla, desde donde se pueden oír las campanas de la historia. Consuegra ha construido un edificio con materiales innovadores, que emulan a las catedrales góticas. Se ha hecho con una idea obsesiva: construir un espacio público y construir ciudad”.
Por su parte, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha asegurado que se trata de “un centro de primera calidad, que nos va a conectar con su oferta cultural. Es una entrada de privilegio del centro tecnológico (Cartuja 93), que necesitaba un proyecto con personalidad”.
Por último, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha aprovechado para presionar a La Caixa para que impulse las Atarazanas como centro cultural, cuyas obras se encuentran paralizadas en estos momentos por orden judicial ante el riesgo de que la rehabilitación dañe supuestamente el patrimonio histórico.
“El 'negotium' y el 'otium' se dan la mano en un espacio único, es la mejor celebración que podemos hacer en los 25 años de la Expo. Es un elemento que va a dinamizar el entorno y va a situar a Sevilla en los circuitos vanguardistas”, ha concluido.
Al acto han acudido también el ex alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín; el exministro socialista Javier Solana; el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; Florentino Pérez, presidente de la constructora ACS; o Juan Manuel Bonilla, líder del Partido Popular andaluz, entre otros.