Tal vez fuera el ex vicepresidente Alfonso Guerra quien, desde los primeros años de la Transición, empezó a acostumbrar al electorado a las citas machadianas deslizadas en sus persuasivos discursos. De un tiempo a esta parte, cuando se acerca el 80º aniversario de la muerte del poeta en su exilio de Collioure, se han ido multiplicando las evocaciones de su figura y su obra por parte de políticos del más diverso signo. El último de ellos, Pedro Sánchez, que viajará esta semana a la localidad francesa para rendir honores ante su tumba.
En Andalucía, al menos, la sombra del poeta lleva mucho planeando sobre la escena política. No quedan lejos los días en que la ex presidenta socialista de la Junta, Susana Díaz, acudía a los congresos de su partido con un antología de textos de Pablo Iglesias –el fundador del PSOE– y otra de poemas de Antonio Machado en el bolso, y parafraseaba al autor de Campos de Castilla afirmando cosas como “Mi infancia son recuerdos de un barrio de Sevilla”.
El nuevo presidente, el popular Juan Manuel Moreno, en el discurso de investidura, recurrió al machadiano “Hoy es siempre todavía”, lo que provocó la airada protesta de la bancada de Adelante Andalucía: “Quieren eliminar la Ley de Memoria Histórica, pero el franquismo asesinó a quienes usted nombra: a Lorca, a Machado…”. Vox tampoco quiso ser menos, y su presidenta sevillana, María José Piñero, abrió un reciente mitin recurriendo a aquello de “Se hace camino al andar…”
Incluso el independentismo catalán ha convertido la memoria de Machado en campo de batalla, entre quienes lo reivindican para su causa y los que abogan por retirar su nombre de las plazas de dicha comunidad, junto al de otros sospechosos de españolismo irredento como Goya, Quevedo y Lope. ¿Otro caso de apropiacionismo intelectual? ¿Eufemismo de manipulación? ¿Se resiste la derecha a que la izquierda monopolice la figura de un poeta que es de todos? ¿O acaso tiene Machado munición para los argumentarios de todas las tendencias políticas?
“No es nada nuevo”
“Se está dando un fenómeno curioso, todo el mundo apela a él, pero no es nada nuevo”, explica Antonio Rodríguez Almodóvar, escritor, primer candidato socialista a la alcaldía de Sevilla en las municipales de 1979 y reconocido estudioso de Machado. “Yo recuerdo a monseñor Escrivá reivindicando ‘Caminante no hay camino…’, como si fuera su lema. Creo que Machado es insobornablemente liberal-progresista, que no tuvo ninguna relación con el pensamiento reaccionario, y fue firme en sus convicciones”.
“Como la figura es tan ejemplar en lo humano, se pretende que rime para todo”, concluye Rodríguez Almodóvar. “Pero hay que leerlo bien. ‘Caminante no hay camino’, por ejemplo, significa que no hay doctrina, que no debemos inventar doctrinas cada dos por tres, y menos para dominar a la gente”.
Más tajante aún se muestra otro acreditado experto en el legado machadiano, el poeta y estudioso Pablo del Barco. “La apropiación de Machado la han abonado desde el Psoe, sobre todo Alfonso Guerra, que sabe menos de lo que cree de Antonio Machado”, asevera. “Creo que muchos de los que hablan de Antonio Machado no lo han leído, o no lo han leído bien, pero se les llena la boca de pseudo cultos con él”, agrega. “De Susana Díaz, me consta que no ha leído demasiado. De Moreno Bonilla también. Además, eso se ve en sus discursos. Tienen en la boca cuatro versos tópicos del poeta y allá van”.
“¿A quién estamos valorando?”
Entre los políticos profesionales, las opiniones están aún más divididas. La nueva directora general de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la popular Mar Sánchez Estrella, cree que esta moda: “puede que coincida con el aniversario de la muerte de Machado, y todo el mundo quiere ponerse la medalla”, pero sugiere cautela a la hora de valorar el fenómeno. “¿A quién estamos valorando? ¿Al poeta o al ideólogo? ¿Al republicano? ¿Al sevillano?”, se pregunta. “La poesía es universal, y está para que se difunda, y nadie debe apropiarse de ella”.
“Otra cosa es si vamos al personaje político, aunque la relevancia de Machado es literaria, no política… Pero nada de eso significa que no se pueda admirar su poesía, su obra”, agrega Sánchez Estrella. “Los creadores son creadores, y como tales deben darse a conocer todos los días, no solo en fechas señaladas. Se merecen el reconocimiento del conjunto de la ciudadanía”.
Miguel Ángel Vázquez, último consejero de Cultura socialista de la Junta y aficionado a escribir versos, lamenta en cambio que “algunos se apropien de lo que no es suyo, ni creen, ni sienten”, dice en alusión a esos rivales que pretenden reivindicar a Machado. “La poesía del sevillano puede ser universal, pero su pensamiento político no tiene nada que ver con el conservadurismo, ni con el manoseo que se está haciendo de su obra desde la derecha”.
Para Vázquez, no cabe duda de que “Machado fue un hombre profundamente progresista, que ofreció su visión del mundo a través de su faceta creadora. Se puede disfrutar del arte dejando a un lado la ideología, por supuesto, pero no usarlo para un fin totalmente distinto de aquel para el que fue concebido. Eso queda forzado, por no decir que es un acto descarado de travestismo”.
Por su parte, el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, opina que “Machado sería el gran poeta nacional republicano, y es el gran poeta español, a pesar de la vergüenza que supone que esté enterrado fuera de nuestro país”, comenta. “Sería una gran noticia que pasara a ser el referente unificador de España, el pegamento de tantas sensibilidades diferentes. ¿Dudas? Las tengo, cómo no: estoy seguro de que hay gente más interesada en instrumentalizar su palabra que en saludar esa posibilidad. Pero si las propuestas fueran sincera, sería buenísimo que todos nos reuniéramos en torno a un autor de esa grandeza y esa trayectoria vital”.
Motivo de orgullo
“El hecho de que personas de todas las ideologías citen a Machado, consideren un referente su honestidad, o puedan conmoverse con sus poemas, sólo puede ser un motivo de orgullo para quienes lo admiramos”, apunta la cineasta sevillana Laura Hojman, que actualmente rueda el documental Los días azules sobre el legado del poeta. “El problema comienza cuando políticos o personajes públicos, que se encuentran en las antípodas de su ética personal y de su compromiso social, intentan apropiarse de su figura, demostrando una falta absoluta de coherencia o un profundo desconocimiento de su obra y pensamiento”.
“Cuando esos políticos citan algunas de sus frases o poemas están blanqueando o vaciando de todo compromiso social su obra, están reciclándola asépticamente para que funcione como esos manuales de frases célebres que suelen emplear para construir sus discursos. Es casi un deber cívico señalar la contradicción en estos casos”, concluye Hojman.
Sea como fuere, nada parece indicar que Machado deje de ser, ni a corto ni a largo plazo, uno de esos autores especialmente hospitalarios a la hora de ser citado lo mismo por Torra que por FelipeVI. Aunque eso le exponga, como indicaba Gloria Fuertes en un poema dedicado al sevillano, a ser objeto de alguna que otra apropiación indebida: “Algunos te queremos/ y los más te admiramos,/ y los otros te usan/ sin saber tu ”diario“/ pero a ti, ¿qué te va?/ ¡muerto estás sin estarlo!/ ¡Y hasta tus enemigos/ hoy recitan Machado!”