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La memoria del cantaor flamenco más perseguido por el franquismo

Feliz. Y rebelde, como siempre. A Manuel Gerena la vida le devuelve un trozo de lo mucho que ha dado. Luchador y solidario, poeta, generoso, libre... el cantaor flamenco más perseguido por el franquismo recibe sendas buenaventuras: un documental que retrata su trayectoria y un concierto homenaje en el que estará arropado por figuras del flamenco.

La “película” sobre su vida, como dice Gerena, será estrenada en el próximo Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF). El trabajo audiovisual La voz en lucha repasa el devenir vital del artista, una carrera sembrada en el surco del compromiso político. Y obrero, que siempre gusta subrayar. En la cinta, con un metraje que desgarra, la figura del cantautor más perseguido y prohibido por la dictadura es desgranada por personalidades como Alfonso Guerra o el productor musical Gonzalo García Pelayo.

Y el cartel del homenaje… “se sale”: Miguel Poveda, Arcángel, Esperanza Fernández, Miguel Ortega, Ricardo Miño, Pedro Ricardo Miño, El Pele y Víctor Manuel. “Casi ”. Con el propio Manuel Gerena como maestro de ceremonias en un escenario plagado de rutilantes nombres que brillarán en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (FIBES) el próximo 17 de noviembre, en unos actos organizados por la productora sevillana Promico Imagen.

“Un hombre que canta al pueblo andaluz”

“Hoy estoy colorao, como mi camisa siempre”. Enfrentaba emocionado Manuel Gerena la presentación del doble homenaje. El evento, en el Palacio de los Marqueses de la Algaba, ha contado con la presencia de la directora general de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Isabel Ojeda, y con el director del SEFF, José Luis Cienfuegos.

Como lo definió el escritor José Manuel Caballero Bonald, el cantaor icono del flamenco protesta y figura fundamental en la España de la Transición es “un hombre del pueblo andaluz que canta al pueblo andaluz desde una alucinante y empecinada solidaridad”.

Nació como Manuel Fernández Gerena en una humilde casa de un pueblo sevillano, La Puebla de Cazalla. Acaba de cumplir 71 años. “Y me encuentro en mi mejor momento”, dice sin titubear. Con un puñado de años, muy pocos, “ya trabajaba duro en el campo”. Y ha llegado a ser Medalla de Oro de Andalucía, en el año 2013. Siendo el mismo, siempre.

De París a la leyenda del cantautor flamenco

En París conoce a Paco Ibáñez de manos de la Duquesa de Medina Sidonia, apodada la duquesa roja, y las puertas de los centros de emigrantes y exiliados españoles en las capitales europeas se le abren de par en par. Corren los últimos años del franquismo y comienza a forjarse la leyenda del Gerena cantautor flamenco.

La resistencia popular que atesora le hace recibir el apoyo de intelectuales de renombre, caso de Manuel Vázquez Montalbán, Víctor Márquez Reviriego y Blas de Otero. O Rafael Alberti, que le dedica unos versos inolvidables: “canta muchacho andaluz, / porque tu cante a la sombra / le quita cruz y da luz. / Canta y sigue, que delante / de ti se abre toda España / a la honda voz de tu cante”.

Otro poeta, Miguel Hernández, sería su “maestro del verso”. Porque todo lo que canta Manuel Genera lo escribe él mismo, menos el disco que dedicó al de Orihuela. Y recuerda a otro conocido artista del verso, Mario Benedetti, al que también admira: “porque él decía 'codo a codo' y a mí me gustaba decir que yo iba 'hombro con hombro' con mis compañeros”.

Enredado en mil luchas, y así sigue, dice Gerena que no se arrepiente “de nada”. Pese a las múltiples detenciones o aquel año, el 73, “en el que me prohibieron 43 conciertos en toda la Cuenca Minera de Asturias”. Cuenta historias Manuel de un anecdotario repleto de aventuras. De lucha. Como el día que le prohíben cantar en el teatro Lope de Vega o el que abre un periódico y ve en primera página su foto con un texto: tenía que cantar, “y ya sabía que me habían prohibido otra vez”.

O las visitas, obligadas, “a las mazmorras con mi amigo Marcelino Camacho”, la censura de la dictadura o Fraga, que le tuvo retenido el pasaporte en varias ocasiones y llegó a enviar una carta a casa de Gerena. “Me decía que esperaba que no hubiera más altercados… y ya me habían detenido el día antes”. Y también aquellos conciertos que organizaba “para sacar a compañeros de la cárcel”. De los “cuantos millones de pesetas” recaudados, se quedaba solo con una parte, el resto iba “para la lucha”. Y subraya el cantaor más perseguido por el franquismo: “sigo luchando por la libertad, por la gente, por la justicia y la igualdad. Seguiré cantando para que el mundo sea mejor”.