El Festival de Gijón reivindica el protagonismo de la mujer en el mundo del cine
La actriz sevillana Cuca Escribano decidirá, junto a sus compañeros del jurado paritario (el director Whit Stillman, el crítico Dennis Lim y la directora Andrea Jurrieta) quién vencerá en la 55ª edición del Festival de Cine de Gijón (FICX).
Lo hará en una edición repleta de mujeres homenajeadas, celebradas y, sobre todo, proyectadas: el 40% de las películas que se verán entre el 17 y el 25 de noviembre en Gijón están dirigidas por mujeres. No es lo habitual: según un informe de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas), sólo el 16,5% de las películas preseleccionadas a los últimos Goya estaban dirigidas por mujeres o sólo un 18,5% de las obras de las secciones principales del Festival de Cine de Sevilla eran de directoras.
El feminismo del festival, dirigido por primera vez por el exprogramador del Festival de Sevilla Alejandro Díaz Castaño, le viene como anillo al dedo a la intérprete andaluza, que durante la última ceremonia de los Goya reclamó “más personajes femeninos”. Lo hizo con una inscripción en el famoso chal que lució en la alfombra roja. “Fue muy bonito, en cuanto salí, me preguntaron y fue una buena excusa para que después le preguntaran a actrices como Ana Belén, Paz Vega o Penélope Cruz. Todas opinamos lo mismo: vemos a ellos brillar en sus papeles, mientras que los nuestros no se corresponden con la realidad que vivimos”. Reclama más papeles de calidad para las mujeres de todas las edades.
Carla Simón, directora de Verano 1993, la película que ha presentado España a los Oscar, ve, efectivamente, que en “Gijón hay mucha más paridad que en la mayoría de los festival. Es una cuestión de calidad: hemos llegado a un momento en el que, por calidad, puede haber un festival así”. Desde la organización del festival se insiste en que esa excelencia es lo primero. La modernidad del FICX no se restringe a un cartel de un brillante color amarillo y que coquetea con el mundo de los videojuegos, sino que apuesta por premiar y programar a mujeres.
Verónica Forqué: “No es una decisión personal”
Así, la mítica actriz Verónica Forqué ha recibido este viernes con emoción el premio que lleva el nombre de su amigo Nacho Martínez durante la gala de inauguración del festival en el Teatro Jovellanos de la ciudad asturiana. A las órdenes de directores de la talla de Luis García Berlanga o Pedro Almodóvar, Forqué ha reconocido que nunca ha trabajado con una cineasta femenina y que no ha sido “una decisión personal” dejar de trabajar en cine, sino que “cuando pasas de cierta edad, es difícil que los directores escriban una película sobre una mujer de 60 años”. La ganadora de cuatro Goya y protagonista de Kika (Pedro Almodóvar) cree que “la gran revolución del siglo XX ha sido la revolución feminista, pero queda mucho camino por recorrer en nuestra sociedad. Cuando las actrices pasamos de los 40 y dejamos de ser atractivas sexualmente, pasamos a otra categoría. En la mediad que las mujeres empiecen a contar historias, habrá más historias para mujeres”.
Una historia sobre mujeres contada por una mujer es, por ejemplo, la película que ha inaugurado el festival: El futuro que viene, en el que la argentina Constanza Novick cuenta la amistad fraternal de dos mujeres, Romina (Dolores Fonzi) y Flor (Pilar Gamboa) a lo largo de los años. “Es una pequeña historia de personajes, con el que muchas espectadoras se identifican” y en el que se hace una defensa de la sororidad, ya que “hay una hermandad entre estas dos mujeres que lo trasciende todo, un vínculo muy profundo que hace que sepas que tu amiga va a estar ahí cuando la necesites”, detalla Novick a este diario.
Historias de mujeres, narradas por mujeres y con equipos técnicos de mujeres. Así es la aclamada Verano 1993. Su directora será homenajeada con un ciclo en el que se proyectarán tanto su ópera prima, como sus cortometrajes. Carla Simón cree que “mientras más mujeres haya dirigiendo, mejores serán los papeles femeninos. A mí, por ejemplo, me cuesta menos escribir los papeles femeninos que los masculinos y me salen más complejos. Es por una cuestión de proximidad. Mientras más mujeres escriban y dirijan, habrá más papeles femeninos y serán mejores”. Además, al ser ella la directora de la película, “fue muy natural que la mayoría de las jefas de departamento fueran mujeres. Por una cuestión de sensibilidad, nos salió un equipo muy femenino”, explica. Son la excepción. Como ha señalado la directora Constanza Novick en rueda de prensa, “la industria del cine es machista y las mujeres necesitamos mostrar el doble de talento”.
Mujer de Cine: Premio a Isabel Coixet
Una de las directoras de cine más aclamadas de este país, Isabel Coixet, también se verá homenajeada a lo largo de estos días. Recibirá el premio Mujer de cine, se proyectarán dos de sus películas (Cosas que nunca te dije y No es tan fría Siberia) y participará en los encuentros de la industria. La realizadora catalana, que acaba de estrenar La Librería, con una quincena de largometrajes es una de las pocas mujeres que manejan películas de gran presupuesto en España y que “ha dado voz a las mujeres a través de la creación de personajes femeninos singulares e inolvidables, sin aplicarles aquellas etiquetas consabidas y prefabricadas, de las que la realizadora huye”, señalan en el catálogo del festival. Marina Seresesky, por su parte, ha recibido el premio Julio Alejandro de la Fundación Sgae, que le otorga 25.000 euros para poder desarrollar el guión de Empieza el baile.
En cuanto al resto de realizadoras, en sección oficial, habrá propuestas tan interesantes como El orden divino, multipremiada en Tribeca y dirigida por la suiza Petra Volpe; Life Guidance, estrenada en Venecia y realizada por la austriaca Ruth Mader; Scary Mother, una película georgiana premiada en Locarno como mejor ópera prima, de Ana Urushazde; o Nadie nos mira, el film que clausurará el certamen tras el paso por Tribeca de la argentina Julia Solomonoff.
La mirada femenina adquiere mayor fuerza en la sección internacional Rellumes con Eliza Hittman (Beach Rats), Élise Girard (Strange Birds), Anna Jadowska (Wild Roses), Rungano Nyoni (I am not a witch), Nila Núñez (Lo que dirán), Sonia Kronlund (Nothingwood) o Elina Psykou (Son of Sofia).
“Hace falta que nos cuenten más historias de grandes mujeres de la historia del cine o de mi vecina del quinto”, sentencia Cuca Escribano. En la 55ª edición del Festival de Gijón las habrá sin lugar a dudas.