Los andaluces que marcarán el paso cultural en 2020

El protagonismo cultural que los andaluces han venido ostentando en todos los ámbitos de la creación en los últimos años, respaldados en muchos casos por premios y honores del máximo nivel, volverá a hacerse notar en 2020. Escritores, músicos, cineastas, artistas plásticos y gente de teatro volverán a poner de manifiesto que la fertilidad artística del sur no es un tópico más, sino el resultado de una larga y paciente siembra llamada a dar sus frutos.

Especialmente fértil será la cosecha en el campo del flamenco, como ocurre cada año de Bienal de Sevilla. A falta de que los artistas vayan desvelando sus cartas, el trabajo más esperado hasta la fecha es sin duda el nuevo disco de Dani de Morón, un guitarrista que ha demostrado una progresión asombrosa desde sus inicios, y que en primavera lanzará su nueva vuelta de tuerca al toque. Su título, Creer para ver, en el sello Universal, y de su contenido él mismo adelanta que “aunque es flamenco, en realidad ningún tema se adapta estrictamente a ningún palo”.

Otra entrega esperada será la del pianista lebrijano Dorantes, que hacia marzo o abril publicará La roda del viento, el disco con el repertorio del espectáculo homónimo que clausuró la última Bienal, inspirado en Magallanes y la primera vuelta al mundo.

Baile y literatura

Y en el baile, la granadina Patricia Guerrero, que lleva casi dos años girando por el mundo su Distopía, ya tiene en marcha el que será su nuevo proyecto, “una performance de 40 minutos que estrenaré en el 104 de París junto a Pablo Valbuena, artista visual madrileño, y que llevará por título Tientos al tiempo”, comenta. También anuncia un espectáculo de pequeño formato junto al violagambista Fahmi Alqai, todavía por bautizar, “además de algunas colaboraciones”.

En los arrabales del flamenco, conectados con otras músicas de raíz, encontraremos al cantante e intérprete de tres cubano Raúl Rodríguez, quien ya ha empezado a trabajar en un nuevo álbum que saldrá antes de que acabe el año. “Será el tercer discolibro en mi línea de búsqueda sobre el caribe afroandaluz”, dice, y se limita a adelantar el subtítulo: AntropoMúsica de los cantes de ida y vuelta, III.

En literatura, después de un 2019 de alto rendimiento narrativo, con títulos nuevos de Antonio Muñoz Molina, Antonio Soler, Isaac Rosa o Sara Mesa, entre otros, parece que el 2020 vendrá con un fuerte tono poético. Para empezar, una novedad ya anunciada: Gavieras, el poemario con que la almeriense Aurora Luque conquistó el premio Loewe en su última edición, y que verá la luz en marzo. “El título remite a Ana Santos, la editora de El Gaviero, que solicitó a la RAE incluir el femenino. Es un libro que dialoga con ‘mujeres que atienden al horizonte’, peregrinas, exiliadas, andariegas, flanêuses, exploradoras de abismos interioresflanêuses… Trata de lo que hay de nómada en la poesía, de travesías y senderos propios también: la enfermedad, la muerte como travesía interior, íntima, poco iluminada”, adelanta.

Lo nuevo de Jesús Carrasco

Junto a Luque, que también publicará este año dos traducciones (Grecorromanas. Lírica superviviente en Austral y una reedición de la poesía de Safo para Acantilado), visitarán los anaqueles de novedades la belga-malagueña Chantal Maillard con Medea, en TusquetsMedea, ; la cordobesa Isabel Pérez Montalbán con Vikinga, en Visor; la último premio Adonais, la jienense María Elena Higueruelo, y el accésit del mismo premio, Diego Medina Poveda. Otros nombres con nuevo poemario serán Ángelo Néstore, Alberto Conejero y Juan Manuel Romero.

Claro que también habrá sorpresas entre los narradores. La principal, el salto de la malagueña Isabel Bono a Tusquets, que sacará Diario del asco en marzo: “Una historia de ausencias y de arrepentimiento, narrada con una prosa precisa que enmarca el sentimiento de culpa de Mateo, su protagonista, lastrado por haber perdido casi la única posibilidad que tendrá de ser feliz”, adelanta la editorial, que también traerá en bandeja lo nuevo del sanluqueño Eduardo Mendicutti, Para que vuelvas hoy.

Por último, el pacense-sevillano Jesús Carrasco, tras el éxito de la versión cinematográfica de su novela Intemperie a cargo del director Benito Zambrano, tendrá libro nuevo antes de que acabe el año, en un registro que sorprenderá a sus numerosos lectores. Todavía no hay título, pero lo seguro es que será con su sello habitual, Seix Barral.

Homenaje a Machado

Muy literario será, por cierto, el nuevo trabajo de la sevillana Laura Hojman tras su aclamado documental Tierras solares. Si éste estaba dedicado a Rubén Darío, en el próximo, Los días azules, será la figura de Antonio Machado la que sea homenajeada. La cartelera traerá también, el próximo 31 de enero sin ir más lejos, lo nuevo del sevillano Alfonso Sánchez, Para toda la muerte. Y 2020 será también el año del debut de su paisano Bernabé Rico en el largometraje, con El inconveniente, protagonizado nada menos que por Kiti Mánver, José Sacristán y Juana Acosta. Por otro lado, muchas miradas estarán puestas en dos jóvenes directores andaluces que optan al Goya al Mejor cortometraje: Carlos Violadé, otro hispalense, por Foreigner, y el malagueño Pablo Barce por El nadador.

Por último, el costado de las artes plásticas estará muy bien representado este año por nombres andaluces de primera línea, pero el calendario de exposiciones aún no ha sido anunciado por las autoridades competentes. Sí sabemos en cambio cuál será la primera exposición individual importante del sector privado: Objetos testigo, del leonés Daniel Verbis, abrirá el año el 23 de enero en la galería Rafael Ortiz de Sevilla.

Son solo algunos de los nombres que destacarán a lo largo de los próximos doce meses por su capacidad para hacernos sentir, pensar y vibrar desde un sur tan inspirado, e inspirador, como de costumbre.