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Jan Fabre: “Salir del armario sigue siendo un acto radical”

Jan Fabre.

Alejandro Luque

8 de mayo de 2021 20:40 h

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Precedido por su fama de artista rompedor, Jan Fabre (Amberes, 1958) regresa al primer teatro que le abrió las puertas en España, el Central de Sevilla, para estrenar su nueva obra, obra The fluid force of love. En ella explora las identidades sexuales desde una óptica liberadora, aunque niega que la propuesta tenga la carga erotica de otros títulos suyos anteriores. Este creador multidisciplinar acepta responder a las preguntas de Eldiario.es previo examen del cuestionario, probablemente para evitar preguntas sobre las acusaciones de acoso sexual que pesan sobre él desde septiembre de 2018, y que provocaron algunas cancelaciones de sus espectáculos. Curiosamente aunque las preguntas le son formuladas en francés, él prefiere responder en inglés, lengua en la que dice sentirse más seguro.       

A menudo se le califica de “provocador”. ¿Se reconoce como tal? ¿Qué querría usted provocar?

Nunca empiezo nada con la idea de que mis propuestas teatrales y visuales provoquen al público. Creo por necesidad, y siempre elijo en función de mis búsquedas. Por eso, lo que para mí es en mi trabajo muy orgánico, puede ser para el mundo exterior perturbador por desconocimiento. Al mismo tiempo, a la gente de la prensa le gusta utilizar la palabra “provocación” como algo negativo. Pero, en esencia, la profesión de un artista es provocar, porque la provocación es la evocación de la mente. Siempre intento curar las heridas de la mente del espectador.

Hace unos años parecía imposible escandalizar. Sin embargo, de un tiempo a esta parte cualquiera se escandaliza por cualquier cosa. ¿Qué ha ocurrido?

Como artista serio, nunca pienso en “escandalizar”. Y cuando la prensa hace un escándalo de mi trabajo, siempre destruye la esencia de la obra. Cuando eso ocurre, el público ya no ve ni escucha el núcleo esencial de la obra…

Su nueva obra está limitada “para mayores de 16 años”. ¿Qué es lo que los niños no pueden ver o comprender?

Es una limitación por la que ha adoptado el Teatro Central. No hay desnudez en esta producción, a propósito, porque estoy hablando de otro tipo de piel. La obra The fluid force of love habla de la piel contemporánea de la moda, porque estábamos investigando la idea de que la moda ya no representa necesariamente el sexo. En realidad es un trabajo sobre la transformación en el vestir.

Un amor sin armarios

El humor de la obra ha sido comparado con el de Monty Phyton. ¿Está de acuerdo? ¿En qué se parecen?

Soy un artista belga, flamenco, no puedo evitarlo. En toda mi obra, mis artes teatrales, mis artes visuales y mis escritos, contienen un profundo nervio de ironía. Así que para mí, la ironía y el humor son un gran bisturí y un arma para analizar el mundo y la sociedad, las cuestiones de género, las identidades sexuales, lo políticamente correcto, etc... de una manera inteligente y lúdica. Y soy un gran fan de los Monthy Python, siempre influyen en el proceso de trabajo de mis creaciones de teatro y danza.

También se habla de trabajar contra las etiquetas de identidad. ¿No están esas etiquetas en su punto álgido, más acusadas que nunca?

Mi nuevo texto teatral para la producción The fluid force of love habla de este momento de liberación que supone “salir del armario”. Nos invita a todos a afirmar por fin nuestra identidad profunda, porque salir del armario sigue siendo un acto radical. Desplegando el fascinante abanico de todos los amores posibles y de las fantasías singulares, erige la libertad de amar, vital y escurridiza, como el fluido necesario del que todos estamos hechos. En The fluid force of love, mis nueve guerreros de la belleza bailan, actúan y hablan una oda al amor, que esencialmente está libre de armarios. Porque el amor es liberador y fluido.

¿Una fuerza todopoderosa, como suele reflejar el romanticismo?

El amor desplaza los límites. El amor une y elimina todas las contradicciones. The fluid force of love es un espectáculo teatral coreográfico que ofrece la libertad de “no querer ser algo”, que acoge el misterio de la transformación, alabando la fluidez de nuestra identidad humana.

¿Cuánto de personal hay en este trabajo?

Mis guerreros de la belleza son siempre cocreadores. Mis actores y bailarines son mejores y más inteligentes que yo. Al final de cada proceso de trabajo son su propio director y coreógrafo. Porque en cada actuación recrean y reinventan. Son esencialmente las células nerviosas y el brillo de cada producción que creo.

Artista de la consiliencia

La pandemia ha dejado su huella en todo el mundo. ¿Cree que aportará algo bueno para el arte?

Para mí, personalmente, fue un tiempo de reflexión y de tener mucho tiempo en casa para escribir y hacer dibujos para nuevos proyectos futuros. Creo que, en general, cuando la pandemia termine por fin, fluirá mucha energía artística positiva.

¿Puede concebir un retorno de las artes puras, sin mezclarse entre sí?

Hace ya más de 40 años que soy un artista de la consiliencia. La consiliencia es una herramienta para encontrar y ver los vínculos entre diferentes campos de pensamiento y práctica. Cuando puedes conectar los vínculos, puedes hacer nuevas interpretaciones y crear nuevas percepciones. Por ejemplo: ver los vínculos entre la inteligencia cinética de los insectos y los seres humanos, me da una nueva inspiración para el movimiento, la danza y la definición del espacio.

Para mañana domingo ha convocado una audición para su próximo proyecto. ¿Qué debe tener un candidato para atraer su atención?  

Siempre me pongo de rodillas ante la belleza y la calidad. La belleza no como un principio estético, porque entonces sería sólo maquillaje, sino la belleza como una consiliencia entre los valores éticos y los principios estéticos. Y en ese sentido no sólo hablo de arte, sino también de seres humanos. Como director, me gustan los actores y bailarines con personalidades fuertes e inteligentes.

¿Y cómo será la convocatoria?

Más de 400 bailarines y actores españoles se inscribieron a la audición aquí en Sevilla. Lamentablemente, no pudimos invitar a todos debido a las restricciones de la pandemia en la zona de Sevilla, que respetaremos y seguiremos radicalmente. Sólo pudimos invitar a 80 personas, pero seguro que nuestras puertas están abiertas para las personas que no fueron invitadas, para una futura audición en Sevilla o en Amberes, en mi Laboratorio Troubleyn. Porque estoy locamente enamorado del alma Española, de Don Quijote y de la orgullosa lengua española. 

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