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Los tecnócratas de Franco: cuando el capitalismo se disfrazó de nacionalcatolicismo

¿Qué investigaba y creaba el franquismo? ¿Y para qué? Son preguntas que resuelve el libro Los ingenieros de Franco (Crítica) del historiador sevillano Lino Camprubí. Una “historia política” de la dictadura a través de la ciencia y la tecnología. Con una sorpresa: el “discurso nacionalcatólico” como base para construir “un país capitalista” bajo la sombra del Opus Dei.

“Los franquistas industrializaron España vestidos de Reyes Católicos”, dibuja el autor. Usaron una tecnocracia vestida de tradición. Franco, como pez en el agua, entre ingenieros y curas, desarrollo e iglesias. Un escenario óptimo para “entender qué suponen 40 años de régimen en la construcción de un Estado”, refiere Camprubí.

El objetivo principal de Los ingenieros de Franco “no es escribir una historia de la ciencia y la tecnología bajo el franquismo, que también, sino tratar de entender su papel en la construcción del nuevo régimen”. El desarrollo “a través de los proyectos de redención” de un país que sale roto de la guerra civil.

El estudio, con el subtítulo Ciencia, catolicismo y guerra fría en el Estado franquista, busca ofrecer un panorama novedoso “de los años difíciles de la autarquía”. Un tiempo en el que la investigación científica y técnica es, no una simple herramienta del poder, sino “un elemento constituyente que dotó de contenido” al régimen de Franco.

La fundación del CSIC por el Opus Dei

Los ingenieros de Franco “está pensado para provocar esa reacción”. La sorpresa, dice, ante el influjo nacionalcatólico en la ciencia y la tecnología de la España franquista. Lino Camprubí ejerce como investigador en el Instituto Max Planck de Berlín (Alemania), una de las instituciones científicas más prestigiosas del mundo.

Y fruto de su investigación, aparece el análisis de la fundación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con “personas del Opus Dei muy ligadas a su líder”, Escrivá de Balaguer. Es una clave: familias, intereses, el esqueleto formal del régimen. Cada capítulo, asegura Lino Camprubí, “transforma la visión” sobre temas y momentos fundamentales del franquismo: de la autarquía a la industrialización, nacionalcatolicismo y totalitarismo, pactos con Estados Unidos, el paso del carbón al petróleo, sindicatos verticales o la soberanía de Gibraltar.

Un apartado concreto recoge la colonización faraónica de la marisma sevillana y el despliegue tecnológico (que también humano) usado en lo que hoy es el mayor arrozal de España. O la descolonización del Sáhara, nunca completada por el interés en los fosfatos de Marruecos (“tiene el 75% de la producción mundial”, subraya) y con el “beneplácito de EEUU” como “aliado” marroquí. De ahí la huida española, la Marcha Verde, y la expulsión saharaui.

Los ingenieros de Franco ha sido publicado en inglés por la Massachusetts Institute of Technology (MIT) y aparece ahora en una edición en castellano. El “resultado final” del libro “es de una gran claridad expositiva sin merma de rigor”, resume el historiador Antonio Miguel Bernal, Premio Nacional de Historia, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Sevilla.

Una obra “accesible a cualquier lector” cuya “tesis principal es cómo un grupo de ingenieros fueron artífices principales de las transformaciones políticas de aquellos años”, sostiene Bernal. El volumen abre ahí “una de las grandes interrogantes” que son al tiempo “sorpresas”: el manto nacionalcatólico cubriendo ciencia y tecnología. Un “estudio transversal” que se ha topado, como añadido, con el “problema de acceso a los archivos” recurrente en tantos estudios e investigaciones.