“Nuestra vida es un continuo homenaje a mi padre”

Mujer, artista, entreverá y licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada. El de Soleá Morente no es un perfil habitual, como tampoco lo es su música. Una fusión de flamenco, rock y pop indie cargada de matices que explota en mil colores cuando la granadina y sus músicos se suben al escenario. Entre guitarras distorsionadas, cajones flamencos, volantes y versos de Lorca, y la omnipresencia de Enrique Morente, Soleá recorre desde hace un año la senda de la experimentación en busca de su propio sonido.

Tendrá que haber un camino, su primer disco en solitario, estuvo este verano de gira por la geografía española, y el pasado mes de octubre llegó a Sevilla durante la celebración del Monkey Week. Con la enorme camisa blanca de su padre que más tarde coronó las tablas del Teatro Alameda, pulsera de pinchos y mirada oceánica, Soleá atiende a eldiario.es Andalucía en el rato de calma que precede a la tormenta de sensaciones del directo.

Este año se cumple el vigésimo aniversario de 'Omega',  donde colaboró en algunas canciones. ¿Planea homenajear el disco con el que Enrique Morente y Lagartija Nick revolucionaron el flamenco?vigésimo aniversario de 'Omega'

Nuestra vida se ha convertido en un continuo homenaje a mi padre. Lo echamos muchísimo de menos, y la mejor forma de mitigar esa ausencia es recordándole e intentar seguir sus pasos.  Todavía no sé muy bien qué pero por supuesto que habrá algún concierto homenaje a 'Omega'.

Enrique fue muy criticado por aquel trabajo transgresor. Usted viaja por sonidos indie, se define como “muy rockera” pero sin renunciar a sus raíces flamencas. ¿Quedan todavía prejuicios por romper en la música?indie

Siempre hay prejuicios y quien te juzgue, pero las críticas son interesantes cuando son constructivas y se puede aprender de ellas. Sobre todo, creo que es muy importante amar lo que se hace, ponerle pasión, eso es lo que te empuja.

Sus influencias van desde el flamenco, del más puro hasta al más renovador, hasta el pop independiente. ¿Cómo lo hace cuando le preguntan por sus fuentes?    

Me cuesta mucho. Si ves la lista de la música que escucho, lo mismo encuentras una canción de Ray Heredia que otra de Stereolab, mezcladas con Manolo Caracol. En casa siempre se ha escuchado todo tipo de música. Mi padre era un melómano, entonces me vienen diferentes influencias de muchos sitios. Y ahí las llevo, afortunadamente.

Incluso hay quien la ve como una chansonnette flamenca, recordando a la chanson française de los años sesenta.chansonnette chanson française

Me encanta la música francesa. Tiene una calidad, un gusto, una elegancia, una fragilidad y una sensibilidad maravillosas.

Una fusión, por cierto, queva más allá de la música: su estética es una mezcla de elementos flamencos y rockeros.

¡Me sale sin querer! (ríe). Voy cogiendo de un sitio y de otro hasta que digo “¡pero cómo me he vestido, si voy disfrazada!”. Eso sí, siempre me acompaña la pulsera de pinchos que llevo, que era de mi padre y me regaló él. Espero que me dure muchos años.

¿Cuál diría que es la situación de las mujeres gitanas en la universidad?

Actualmente la mujer gitana está situándose mejor, hay más información y cada vez más universitarias gitanas y universitarios gitanos. Hay mujeres gitanas que están siendo muy valientes sabiendo disfrutar de uno de los placeres de la vida, que es el aprendizaje y el enriquecimiento cultural. Vamos teniendo consciencia de los derechos que nos pertenecen pero se tiene que avanzar mucho más.

Lagartija Nick, primero; Los Evangelistas, después; colaboraciones en su primer disco… Desde un punto de vista artístico, profesional y personal, ¿qué supone para usted la figura de Antonio Arias?

Antonio es muy importante para mí. Es mi maestro, mi mano derecha en el escenario, mi hermano mayor… Desde mis primeros conciertos he tenido el gran lujo de tenerlo en mi banda. Últimamente él está liado con sus proyectos y lleva tres o cuatro conciertos sin poder venir. En su lugar viene José, de Napoleón Solo, ¡y ahora quiero que se queden los dos conmigo!

Este mes se cumple un año del lanzamiento de su primer trabajo en solitario, ¿siente que le está ayudando a encontrar ese camino?ese

Sí, aunque es un camino de incertidumbre. Vas descubriendo y van surgiendo cosas que te sorprenden mucho. Es difícil saber qué se quiere exactamente, pero he tenido un año de experiencias maravillosas.

¿Qué nuevos proyectos vislumbra?

Lo que me persigue ahora mismo es volver a grabar y a hacer canciones nuevas. Tengo algunas ideas, algunas ya maquetadas… No sé muy bien a dónde me van llevar, pero estoy empezando a construir un nuevo disco.

En ese sentido, parece que sigue el camino del primero.

Pues sí, tiene toda la pinta (ríe). Aunque me gustaría que fuera un poco más conciso, intentaré tener un concepto más definido en este próximo disco. 'Tendrá que haber un camino' es muy diverso, existen muchos colores, texturas, pero es que… yo soy así.

¿Cómo ha sido su primera gira en solitario?

Ha sido muy importante. Me da 'cosilla' que se acabe porque me lo he pasado muy bien, aunque también hay tensiones, no todo es color de rosa. Pero, en general, me quito el sombrero para la música porque a mí me ha dado la vida.

'Omega', Granada, su debut como actriz en Yerma… ¿qué trascendencia tiene para usted el universo lorquiano?Yerma…

En mi casa Federico García Lorca es una persona muy importante. Cuando era pequeña, mi padre adoraba tanto el arte de Federico que hablaba de él como de un hermano,  y yo creía que era alguien de la familia, así que me he criado con su literatura. Después hice Hispánicas por el amor a la poesía de Federico.

Fue una persona muy valiente que tuvo un pago muy injusto por parte de la vida y de los sistemas dominantes, que desafortunadamente  son los que mandan. Pero Federico García Lorca es el grito hacia la libertad, es la sensibilidad, es la belleza… No tendría palabras para describirlo.

¿Cómo fue la experiencia de ponerle voz a la banda sonora de 'Toro'?

¡No me lo esperaba para nada! Cuando me lo propusieron me quedé muy sorprendida, pero en cuanto Joe Crepúsculo, que es también un amigo al que admiro muchísimo, me mandó la canción y la escuché,  me encantó. Le dije que sí, por supuesto. Me parecía un sueño.